TXINDOKI (CIMA y VUELTA al) LARRUNARRI

Hoy subimos al emblemático TXINDOKI. Su verdadero nombre es Larrunarri pero es conocido por todo el mundo como Txindoki. Pertenece a la sierra de Aralar.
Dejamos el coche en un amplio parking bien acondicionado. En la zona hay fuente y mesas para comer.
Pasamos una puerta metálica y empezamos a subir suavemente por una pista. Al rato tomamos un camino que está señalado a mano izquierda. Volvemos a cruzar la pista y el camino se va empinando. Tras varios zig-zag llegamos a un primer collado. En esta zona en días de viento sur pega fuerte el viento. El camino sigue al borde de un pinar. Esta zona suele estar por lo general embarrada. Llegamos a la fuente de Oria. Hay que ir atento para no resbalarse. lLs piedras están muy pulidas y mezcladas con barro y humedad. Continuamos el camino y pasamos un cartel que nos indica la fuerte subida de Tximista- Nosotros seguimos y ahora por una fuerte pendiente llegamos al collado de Zirigarate. Buen lugar para tomar aire. Tenemos unas bonitas vistas y la cima enfrente. Pasamos una langa y por un camino entre pastizales pasamos junto a unas bordas de pastores en las que indican que venden queso. Pasamos otra fuente. Llega a una zona rocosa y la pasamos por la izquierda. Estamos ya en la base del monte. En la ladera destacan unas estacas de madera puestas con el fin de parar la erosión, aunque por lo que se aprecia no lo están consiguiendo. Viene la última y más fuerte pendiente del día, Por un camino muy marcado por la erosión vamos pasando varios resaltes rocoso. Vamos hacia el collado a la derecha- Dos grandes hitos nos señalan la cercanía de la cumbre y que en esta zona hay que tener cuidado. Cuando hace viento sur como en el paso de más abajo que he señalado sopla fortísimo. Una vez nos dimos la vuelta en ese lugar por ese motivo. Igualmente en invierno y si ha nevado es un lugar para ir con cuidado. De aquí ya sólo queda un pequeño esfuerzo para subir por un camino de tierra y rocas que nos dejará en la cima.
En la cima las vistas merecen la pena. Destaca el macizo de Aralar.
La bajada la hacemos por el mismo sitio hasta el collado herboso donde están situadas las maderas que detienen la erosión. Aquí tomamos el camino que parte a la izquierda y que pasando por las txabolas de Muitze nos llevará a la erreka y barranco del mismo nombre. Es una bajada pronunciada por hierba muy bonita. Vemos ganado. En la erreka aprovechamos para refrescarnos pero no para beber ya que el agua está contaminada por el ganado. Pasamos la erreka al otro lado del barranco para seguir descendiendo. Se pasa una langa. A la izquierda vemos unas bonitas pozas hechas por la erosión del agua. El camino baja ahora hacia la derecha hasta que llegamos a un punto en que giramos totalmente a la izquierda para meternos totalmente debajo de las paredes del Txindoki. En esta zona en invierno hay que andar con cuidado.
Pasamos junto a un monumento en recuerdo de un montañero fallecido. El camino va a ir ahora entre árboles. OJO: Este trozo hasta que lleguemos al repetidor es muy resbaladizado. Siempre está húmedo. Tiene raíces y piedra pulidas y es fácil caerse. Las dos últimas veces que hemos hecho esta ruta alguien del grupo se ha caído. Hay que ir concentrado por lo que el camino se hace un poco pesado. Después de un buen rato salimos del bosque al lado del repetidor citado. Ahora ya tomamos una pista y pasamos una verja. La pista por la que vamos nos lleva al camino por el que hemos pasado al subir. Pero como se ve perfectamente el aparcamiento abajo a la derecha,
tomamos la directa y por una pendiente pronunciada bajamos al mismo.

NOTAS:
1) La fuerte erosión del monte debido a la gran afluencia de personas al mismo está haciendo que pierda encanto su subida. Hay varias zonas en que la mezcla de humedad, barro y rocas pulidas hace que haya que ir con mucho cuidado.

2) Es norma que en las cumbres que sube mucha gente se abandonen los restos y cáscaras de fruta, cuando no latas, etc. Hay personas que dejan las peladuras creyendo que lo van a aprovechar los animales u otro tipo de leyendas urbanas que tiene la gente. Incluso en el grupo de bicis que ando a veces es dífícil convencer al personal que lo que interesa hacer es LLEVARSE A CASA TODO LO QUE SE HA TRAIDO. Pues eso