Ubiña desde tuiza por el refugio del meicin

Ubiña desde tuiza por el refugio del meicin

Es una de las ascensiones más míticas de Asturias, una de las imprescindibles.

No os fiéis mucho del tiempo empleado, ya que íbamos con niños y grabando así que hacíamos paraditas cada poco.

Partimos desde el pueblo de Tuiza de Arriba, donde hay un aparcamiento bastante amplio para lo pequeño que es el pueblo pero que se puede llegar a llenar en temporada alta.

Para subir hasta el refugio hay dos rutas: la de invierno y la de verano, llamadas así porque ésta última en invierno tiene riesgo de aludes.

El camino está perfectamente marcado hasta el refugio del Meicín, al que llegamos más o menos en una hora.

En el refugio podéis tomaros un descanso si queréis, estaréis perfectamente atendidos por Tania y Gummo, que son encantadores.

Seguimos ruta subiendo por una amplia y empinada pradera, hasta llegar a una valla que hace de frontera entre Asturias y León.

Tras cruzarla (no hay fallo, tiene una puerta para abrir y cerrar) caminamos cómodamente hasta llegar a situarnos entre las dos Ubiñas, la grande y la pequeña, donde hay otra valla.

Y ahora empieza lo divertido. Seguimos el camino hacia la Ubiña grande, primero por un camino bien marcado y bien empinado, hasta dejar el verde detrás y llegar a la zona rocosa, donde tendremos que ayudarnos de las manos para subir. No es una trepada complicada, tiene buenos agarres y no está muy expuesta, pero es larga así que requiere buen estado físico. Las rocas están muy pisadas y la ruta está marcada.

Una vez arriba sólo nos queda crestear unos metros y llegar a la cima.

En nuestro caso salimos con un sol espectacular pero a medida que nos íbamos acercando a la cima se iba metiendo la nube por la parte asturiana. Una vez arriba sólo pudimos disfrutar de las vistas hacia León, que también fueron desapareciendo a medida que deborábamos los bocatas.

La vuelta la hicimos por el mismo camino, extremando las precauciones en la bajada y ya metidos en la niebla que nos acompañaría prácticamente durante todo el camino.

De vuelta en el refugio nos tomamos las cervezas/cafés de rigor hasta llegar de nuevo a Tuiza.

Ponemos nivel de dificultad difícil por el desnivel y por la zona de trepada, ya que alguien no acostumbrado a la montaña puede llegar a pasarlo mal.

Os dejamos un vídeo con más detalles: