UMBRALEJO-LA HUERCE (POR CAMINO ANTIGUO)-EL PICURUCHO-PRADO CERRAJO-VALDEPINILLOS-ARROYO DE LOS GAMOS-ALTO SORBE-SiERRA NORTE
near Umbralejo, Castilla-La Mancha (España)
Viewed 1959 times, downloaded 16 times
Trail photos
Itinerary description
Marcha realizada el sábado 8 de diciembre de 2018
AVISO: Se entiende, que todo aquel que quiera realizar esta misma ruta, asume la responsabilidad que conlleva una actividad no exenta de posibles riesgos o incidentes, en un entorno en el que el sentido común y las circunstancias pueden marcar la diferencia entre pasar un buen día o todo lo contrario.
Hoy nos hemos acercado hasta el corazón de la Sierra Norte en el Alto Sorbe, y para ello hemos dejado la carretera CM-1006, que por la derecha continúa hacia Galve de Sorbe, y por la izquierda hemos recorrido con el coche unos cuatrocientos metros, para acabar metiéndonos por la derecha en una pista que se dirige hacia Umbralejo.
Desde el principio de dicha pista de tierra nos dirigimos con rumbo norte hacia el abandonado, que no deshabitado pueblo de Umbralejo, al que llegamos tras unos cuatrocientos metros desde donde dejábamos el coche. Este pueblo de la Sierra Norte de Guadalajara, al igual que otros muchos más de Castilla, también sufrió el éxodo rural de finales de los años 60.
Umbralejo, una pequeña población de la Sierra Norte de Guadalajara, que, como otros muchos enclaves de Castilla fueron pasto del éxodo rural, a finales de los años 60. Este pequeño pueblo fue expropiado por el antiguo Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) en los años 70 para convertirlo en Monte de Utilidad Pública destinado a la repoblación forestal. Después de 20 años en los que permaneció abandonado, el Ministerio de Medio Ambiente lo adquirió en los años 80 para transformarlo en un aula educativa. En la actualidad es uno de los tres municipios españoles que integran el programa estatal de recuperación de pueblos abandonados. Una iniciativa educativa, que ha permitido reconstruir también los despoblados de Granadilla, en Cáceres y Búbal en Huesca, y que quedaron deshabitados hace 50 años, tras ser expropiados por la dictadura franquista para construir allí sendos pantanos. En la actualidad, Umbralejo ha recuperado su urbanismo original de las ruinas, a través de esta iniciativa educativa llevada a cabo durante las últimas tres décadas, y alberga tres casas donde residen los chicos, la antigua escuela, una biblioteca, una fragua, un comedor y diversos talleres de apicultura, artesanía y cosmética natural.
Tras dejar esta curiosa e interesante forma de recuperar las tradiciones, seguimos con el mismo rumbo norte, por lo que según nos aparece en el gps, se trata de un camino antiguo, que nos da la sensación debía ser el único que unía las poblaciones que hoy pensamos recorrer. Primero entre pinares de repoblación y poco después entre la auténtica vegetación de esta zona, constituida sobre todo por jaras, encinares y robledal, nos vamos acercando hasta el siguiente pueblo de La Huerce. A los dos kilómetros y ochocientos metros llegamos a un cruce desde el que ya se ve la segunda población de la Huerce, esta sí que habitada y con bastante vida por lo que pudimos comprobar. Por la derecha hemos dejado la senda que traíamos hasta aquí y que se dirige a la carretera. Nosotros hemos cogido por la izquierda un senderito que primero por grandes bloques de roca y en bajada se dirige hacia el arroyo de Valahuerce, poco antes de llegar a esta pequeña población, que según consta en algún artículo periodístico se trata de una de las más genuinas y características de la Sierra Norte de Guadalajara y, más concretamente, del Valle Alto del Sorbe, lo que constituye un bonito y sencillo rincón que rezuma el poso de la Historia de una comarca plagada de costumbres ancestrales.
Tras charlar un rato con un par de abuelos del pueblo, continuamos y salimos de este pueblo por su parte norte, tras recorrer unos trescientos metros y llegar hasta una curva que hace la carretera que entra al pueblo. Nosotros en dicha curva, nos vamos por la izquierda por una senda que rápidamente se mete en terreno de ganado, y es que rápidamente pasamos por unos pastos con un buen grupo de vacas y terneros (algunos pequeños) que nos miran con esa cara de curiosidad, que parece ser la misma y tener el mismo sentido que en tantos otros sitios donde nos hemos cruzados con ellos. Tras dejar atrás a estos curiosos vacunos, cogemos por una ladera que nos dirige hacia una pronunciada curva que hace la carretera y en la que se encuentra el vértice geodésico del Picurucho.
Estamos en pleno puente de la Constitución, y hasta en estas recónditas carreteras podemos ver más tráfico del que sería normal, con algún grupo de motoristas “quemando gomas” que dirían ellos. Nosotros, tras recuperar un poco las fuerzas, seguimos quemando las suelas de las botas, y para ello y sin pisar en ningún momento dicha carretera, la bordeamos por su parte izquierda, para acabar conectando al medio kilómetro con la pista que nos llevará de bajada y tras poco más de un kilómetro hasta la última de las poblaciones de hoy. Se trata de Valdepinillos, que aún muestra más ambiente que la anterior, pues un grupo de matrimonios y gente joven se agrupa en el bar del pueblo, poco antes de la hora de comer.
Nuestra intención es la de llegar al menos hasta el río Sorbe, para ver en qué condiciones estaría un posible regreso por alguna de sus márgenes, pero tras un par de kilómetros de bajada por una amplia senda, y teniendo en cuenta las horas de luz que nos quedan y que aún no hemos comido, decidimos regresar cuando ya estábamos muy cerca del cruce del arroyo de los Gamos, que hemos llevado, pero aún a mucha tirada del río Sorbe. Regresamos sobre nuestros pasos y decidimos comernos el bocata con un botellín del concurrido bar. Al rato retomamos la caminata, sin dejar el mismo camino de ida, salvo la pequeña variante que hacemos tras dejar atrás el Picurucho, y bajando de regreso hasta La Huerce. Desde dicho pueblo y por el mismo camino antiguo por el que vinimos, retomamos la subida hacia la zona del Horcajuelo, aunque pasando primero por un bonito mirador en un resalte rocoso que nos ofrece unas vistas inmejorables del macizo del Ocejón y de la cuerda de las Piquerinas, con la bonita luz de un atardecer casi primaveral.
Al poco volvemos a pasar por Umbralejo y poco después llegamos hasta el coche, cuando ya no quedaba mucho más de media hora de luz.
Waypoints
Intersection
4,233 ft
g. cruce con carretera
Intersection
4,258 ft
i. segunda opción de subida por vaguada al Picurucho
Intersection
4,294 ft
j. mejor opción de subida al Picurucho
Religious site
4,196 ft
n. cementerio de Valdepinillos
Waypoint
4,162 ft
ñ. zona de ganado vacuno a las afueras de Valdepinillos
Bridge
4,029 ft
e. puente sobre arroyo de Valahuerce
Comments (2)
You can add a comment or review this trail
Hola sextante !!!
Que buena jornada haz realizado en tu caminata. Me sorprendió mucho lo que mencionas en tu relato sobre el éxodo rural que ocurrió en los pueblos en tu país en los años 60. En Colombia, el éxodo ha ocurrido por 50 o 60 años, y apenas estamos volviendo a reconocer muchos territorios que fueron abandonados por cuenta de la guerra. La esperanza es que la gente del campo pueda regresar del todo, sin más violencia. Gracias por compartir tu experiencia a través de imágenes.
Buenas Trochas, Liiwhale®
Gracias a ti por tu valoración positiva e interesante aporte que haces de la situación en tu país. Comentarte, tan sólo, que lo que aquí ocurrió hace más de cincuenta años se está volviendo a repetir. Esta misma semana salían cifras, que basadas en un estudio demográfico, hablaban del número de habitantes por hora que están dejando el ámbito rural para irse a las ciudades, y eran francamente alarmantes. Ya hay territorios en: Soria, Teruel, Huesca, etc., en los que casi no se llega a 1 habitante por kilómetro cuadrado. Eso está suponiendo que otros apartados, como el precio del alquiler o compra de vivienda en ciudades como: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, etc., se estén disparando al alza.
UN SALUDO Y BUENAS TROCHAS TAMBIÉN PARA TI