Umbría Sierra de la Yedra-Trincheras-Vereda Carialfaquí-Torcales-Cerro Higuerillas

Esta pequeña ruta circular recorre la umbría de la Sierra de la Yedra, desde la senda de las trincheras hasta la vereda que sube desde Carialfaquí hasta el collado entre el Cerro de la Yedra y el de las Higuerillas. Mientras las trincheras de la Yedra son bastante transitadas -como lo es el valle del Río Bermejo-, la conexión entre ambas zonas es poco habitual. Sin embargo existe buena senda que permite realizarla, y es el plato fuerte de la ruta, porque además nos acerca al pintoresco paraje de los Torcales, donde el agua y la roca caliza dibujan un interesante paisaje kárstico, cuajado de vegetación.

Dejaremos el vehículo junto a la carretera de la Alfaguara, a la altura del conocido como Cuartel de José Antonio (por donde acabaremos apareciendo al final). Caminaremos paralelos a la carretera (aunque unos metros por la derecha, entre pinos y cedros); superaremos el punto en el que el asfalto tuerce a la derecha para buscar la Alfaguara, siguiendo nosotros al frente por el carril terrero, hasta alcanzar la amplia zona de aparcamiento a la izquierda del mismo (wp Aparcamiento senda trincheras). Cruzándola, embocamos la ancha vereda de las trincheras hasta un amplio rellano en la divisoria. Hay trincheras a ambos lados, y no será tontería visitar al menos las de la derecha, en un espolón sobre la Cerradura, a unos 200m del rellano. En todo caso, volveremos al rellano, pues nuestra ruta procede a la izquierda desde el mismo. En unos 10/15m accedemos a un nuevo ensanchamiento. Por su lado derecho buscaremos, poco visible entre los arbustos aunque puede haber unas piedras marcando su comienzo, la senda de bajada (wp): una vereda umbría, cómoda, que va abriéndose camino perdiendo altura en una trayectoria casi paralela a la divisoria de la sierra. Andaremos atentos, porque en determinado punto se bifurca (junto a otro pequeño hito, wp "Bifurcación2") y debemos tomar el ramal de la izquierda, que baja con decisión, ahora por la línea de máxima pendiente. Nos introduce en la zona más húmeda de la umbría. Para los buscadores de setas o de rincones encantados, invita a perderse entre castillejos de rocas cubiertas de musgo, encinas, quejigos, guillomos, majuelos y arbustos de diversos tipos. En todo caso no es necesario perderse, porque la vereda continúa de forma aseada, rodeando una hondonada que empezamos a intuir por la izquierda, hasta acabar aterrizando (wp) en la más amplia y marcada que viene desde el Río Bermejo y Carialfaquí. Remontaremos ésta (a la izquierda) para volver a la hondonada que mencionábamos, que es el paraje de los Torcales (wp). Aquí, el seco pinar es sustituido por una explosión de vegetación caducifolia entre poderosos bloques de piedra, y a las especies anteriores se unen los cornicabras y las hiedras que por momentos tapizan la roca.

Salimos de la hondonada por la derecha y, tras algún repecho exigente, la vereda continúa cómodamente hacia el Oeste. Encontraremos una nueva bifurcación (wp "Bifurcación vereda Nívar"), tomando el ramal izquierdo, que en breve completa la subida hasta el collado de las Higuerillas (wp "Camino"). Allí encontramos un carril, que viene de la carretera, y que tomaremos a la derecha. Va rodeando todo el cerro, dando buenas vistas a Cogollos y el Pantano del Cubillas, hasta que se extingue tras una revuelta a izquierdas (wp "Fin del carril"). Es sustituido entonces por una clara senda pedregosa, que toma dirección Este.

En wp "¡ojo! Derecha" la abandonaremos por trochas hacia ese lado, que enseguida se afirman en dirección a la parte alta del cerro. Llegando a la misma, amplio domo sembrado de cagadas de oveja, buscaremos la cima (wp "Cerro Higuerillas"), desde donde el terreno se precipita hacia abajo, ofreciendo vistas desde la Vega a la Sierra de Alfacar. Separándonos unos metros del cortado reencontramos la senda, que baja por un par de claros en el encinar hasta embocar una vaguada que se transforma luego en el pequeño barranquito (wp) que viene a salir a la carretera, justo a la altura del Cuartel de José Antonio, donde tenemos el vehículo. Si al principio caminamos por el fondo del barranco, enseguida la senda más clara se adosa a la ladera derecha, más despejada, por donde completamos la bajada sin complicaciones.

Es un recorrido fácil, aunque con algunas pendientes hacia abajo o hacia arriba, que nos harán entrar en calor. Al ser corta, puede combinarse con un rodeo por el Bco. del Puerto hacia la Alfaguarilla y la Alfaguara, o convertirse en ruta de acceso a Carialfaquí, si en llegando a su vereda la tomáramos a la derecha.