Un Responso en/por las Dueñas

Las Dueñas es una aldea despoblada de Arcos de Las Salinas, con prácticamente todos los edificios en ruinas.
Cerca tiene una de las Sabinas albares más espectaculares de la provincia de Teruel.
Al otro lado de la Sierra de Santa Ana queda la Puebla de San Miguel y su Parque Natural. Una de las señas de identidad del mismo son las Grandes Sabinas Albares. Las más conocidas son Las Blancas.
El Sabinar del Responso es una zona donde se paraba durante la romería hasta la ermita de Santa Quiteria en la Hoya de la Carrasca a hacer un rezo. Aquí hay una serie de grandes sabinas donde se encuentra la más gruesa de la Puebla, aunque no la más conocida.
En esta ruta circular uniremos ambas vertientes de la Sierra utilizando en parte la Calzada Romana, por donde discurría la romería y el antiguo Camino de la Sal, por donde se iba desde La Puebla de San Miguel a Arcos de las Salinas pasando por las Dueñas.
La vieja Calzada Romana venía desde la actual Losilla por el barranco de Escaiz donde es más reconocible y también es usada como vía pecuaria.
Partimos de la carretera de Losilla de Aras a la Puebla de San Miguel poco antes de llegar al Collado del Calderón.
Tomaremos un camino a la izquierda por donde discurre el Cordel de los Carriles, utilizado para la romería. Este nos llevará al Collado del Sabinar.
A partir de este punto dejamos el Cordel que se dirige al Tortajada para empezar a bajar hacia el barranco de la Cañada de Jorge, entrando en el Rincón de Ademuz.
En un rellano a mitad bajada está el Sabinar del Responso.
Ahora nos queda bajar la cuesta del Reventón, rodeando el Cabezo Moro antes de alcanzar el barranco.
Hacemos un recorrido de ida y vuelta para visitar las Sabinas de los Pucheros, de los Tajos y la de la Umbría de Miranda.
De vuelta seguimos remontando el barranco pasando por el Área Recreativa y alcanzando la Sabina de la Arbalada.
Dejamos el cauce para empezar a subir por la Loma de la Valluenga. El camino pasa por algún corral y nos llevará hasta el de la Cañada o la Pez donde conectamos con el Camino de la Sal.
Lo seguiremos hasta las Dueñas. El camino se introduce en el bosque y nos conduce hasta el corral de la Cumbre.
Tras pasar junto al corral el camino sigue una vaguada por la que subiremos al Alto de la Sierra de Santa Ana, por donde pasa un cortafuegos.
Lo cruzamos y tomamos una senda que se adentra en el pinar durante un tramo, las marcas son puntos blancos en los pinos. Cuando este se acaba tenemos enfrente la cumbre del Atalaya a la que subimos.
Retomamos el camino para seguir por una bajada dura y empinada. Sólo hemos visto una marca, pero ya se veía hacia donde queríamos ir.
Acabamos en el camino de acceso a la aldea. Aquí dejamos el camino de la Sal que continúa hasta las salinas de Arcos.
Recorremos con cuidado las ruinas de la malograda población antes de tomar el camino que se dirige al Collado de las Ventezuelas, donde está ese fósil viviente que es la sabina de las Dueñas.
Seguimos este camino que va rodeando la cabecera de varios barrancos por la solana de la Sierra de Santa Ana antes de llegar a la carretera donde aparcamos el coche.
Al llegar al último collado abandonamos el camino para pasar cerca del corral de las Fontezuelas y tomar allí la vía pecuaria por donde volveremos al inicio de la ruta.
En este recorrido hemos utilizado tramos de 2 rutas del Parque Natural, la 1 y la 2.
El marcaje del Camino de la Sal por el bosque es deficiente y se pierde en la última bajada a las Dueñas.
Hay que evitar hacer la ruta días de tormenta ya que recorremos un tramo de barranco estrecho y sin escapatoria.
También hay que tener en cuenta que desde el Atalaya hasta el final escasean las sombras.