Una espléndida atalaya sobre el mar Cantábrico: Pico Cerredo desde Castro Urdiales

Descripción
La costa cantábrica es bien conocida por su carácter abrupto y escarpado. Las montañas llegan hasta la orilla del mar para crear un fantástico paisaje de acantilados y pequeñas calas. Es precisamente en este espectacular entorno donde, dominando desde las alturas la villa de Castro Urdiales, se alza este precioso mirador natural. Realmente se ubica en la vertical de los pueblos de Cérdigo e Islares siendo una cima notable pues se eleva 644m sobre el nivel del mar. Más notable aun teniendo en cuenta que apenas dista dos kilómetros en línea recta, lo que le convierte en la única montaña de toda la costa cantábrica con esas características.

Itinerario
Iniciamos la andadura en el pequeño aparcamiento al lado del Palacio Ocharan. Tomamos la calle que sube hacia el Instituto Santa Catalina y atravesamos por la autopista por un paso elevado. El camino asciende suavemente por asfalto pero enseguida lo dejamos girando a mano derecha por un sendero de tierra, internándonos en un bonito encinar.
Aprovechamos la cercanía para acercarnos al Monumento al Sagrado Corazón de María, llamado La Ermita según Mendikat. Curiosamente, aunque en los mapas figura como Monumento al Sagrado Corazón, lo que encontraremos en su cima es una pequeña ermita sobre la que se alza una colosal columna con la imagen de la Virgen. Esta imagen se ve desde casi cualquier lugar de Castro, incluso de noche pues está iluminada.
Bajamos por el otro lado y volvemos a la pista para continuar el camino normal.

Este tramo es bastante monótono al transcurrir por pista forestal rodeada de eucaliptos sin vistas, así que no me detengo en explicar la zona. Iremos ascendiendo, en ocasiones en fuerte pendiente hasta salir a campo abierto. Y aparece de frente el imponente Cerredo, lejos aún. Hay un menhir a mano derecha de la pista que hacer las veces de hito, donde nace un sendero que nos acerca hasta la base del roquedo cimero. En este punto, hay que bordear por la parte derecha por terreno herboso y siguiendo las marcas entre el Karst, alcanzar la cima de Cerredo.

Hoy no hace un día malo y se puede disfrutar de las esplendidas vistas desde el vértice geodésico, pero el viento frío hace que la estancia en la cumbre sea breve. Buscamos otro lugar mas resguardado y comemos algo. El camino de bajada lo hacemos más hacia el mar para atajar algo. Al final vamos a llegar al mismo punto, la pista que hemos usado antes. En esta ocasión el descenso lo haremos hacia las ruinas del Castillo de San Antón, para lo que tomamos un desvío indicado con pintura roja a la izquierda del camino. En fuerte pendiente pero sin dificultad se baja hasta el citado castillo, aunque hay que tirar de mucha imaginación para ver dicha construcción. Eso sí, las vistas de Castro son brutales desde aquí arriba.
Se supone que era templario aunque apenas existe documentación al respecto.

A partir de este punto, ya solo queda seguir las marcas rojas para alcanzar la parte alta de Castro Urdiales, entrando por el Camping y callejeando por el pueblo.