UNIVERSIDA REY JUAN CARLOS, Circular.

Una vez superada la fase dura del confinamiento, nos disponemos a hacer una caminata que se ajuste a las normas dadas por las autoridades y que a la vez nos sirva para ir estirando los músculos. En esta caminata de hoy me acompaña mi fiel compañera de muchos años, madre de mis hijos y abuela de mis nietos, que haciendo de tripas corazón y superando todos los dolores habidos y por haber, se pone junto a mi para recordar tantas y tantas caminatas que hemos realizado juntos por esos caminos españoles.
La ruta en si es sencilla y prácticamente urbana. La única pretensión es hacer algo de deporte y poco a poco, ponernos en forma.
Tampoco queremos dar motivos a los esbirros del poder para que tengan un pretexto y llamarnos la atención. Ya han dejado bastante en la estacada a la generación que derribamos una dictadura e hicimos una constitución y nos lo pagan con el ostracismo, por decirlo de una manera suave. Veinte mil muertos, mayores de sesenta y cinco años, por el abandono y la dejadez de unas autoridades legitimas, pero que deberían ser juzgadas por crímenes contra la humanidad. Tal vez no deberían olvidar que quien a hierro mata a hierro muere.
Así que esta primera salida va dedicada a todas vosotras, madres y abuelas, que habéis muerto en el más absoluto abandono, después de tantos sacrificios, haber criado los hijos con desmedida dedicación y sufrido mil humillaciones. A vosotros padres y abuelos, que tantas penurias y calamidades pasasteis, sin infancia, sin colegios y casi sin comer, (igual que nuestras compañeras), que dedicasteis grandes horas de sueño a soñar con una democracia y esta generación de niñatos indecentes os lo pagan dejándoos morir.
Gracias amigos/as y que descanséis en paz.