Ura - Desfiladero del rio Mataviejas - Castroceniza

Las actividades de montaña no están exentas de riesgo, por lo que cualquier persona que haga uso y seguimiento total o parcial del track y de la descripción del recorrido (dado que los datos se han tomado con aparatos que no han sido verificados oficialmente en cuanto a su exactitud), es responsable de su propia seguridad. Dicha información tiene únicamente carácter orientativo.

El itinerario empieza en el pueblo de Ura, al que llegaremos desde la BU-904, en el pueblo de Puentedura, muy cerca de Covarrubias. Atravesamos el pueblo y a la izquierda sale una carretera bien asfaltada que es la que te lleva a Ura.
En su entrada, ya parece la señal de parking que está a la derecha cruzando un puente y zona donde hay algunas mesas de madera junto al rio Mataviejas.
Para comenzar la ruta hay que atravesar el pueblo por la calle principal, donde te encuentras un cartel expositor del Desfiladero de Mataviejas. Pasada la ultima casa a la derecha se continua por la calle de la derecha hasta el final donde nos encontramos con un doble cartel. A la izquierda señala hacia Covarrubias, hacia la derecha hacia Castro (Castroceniza). De todas formas la ruta no tiene perdida porque de vez en cuando hay estacas de madera clavadas en el suelo señalizando el sendero.
El sendero es fácil de caminar, alguna zona de piedra, pero sin problemas. Vas pasando junto a riscos por el interior del desfiladero donde habitan los buitres que puedes ver sobrevolando. A la derecha está el rio Mataviejas, en la zona cercana a Ura mas embalsado y con poco caudal, llegando a Castroceniza mas caudal.
Las primeras casas que te encuentras al aproximarte a Castroceniza están semiderruidas, algunos pajares con los techos caídos, parece otro pueblo más abandonado. Te sorprende el relativo buen estado de la iglesia de Santa María de la Asunción y continuando llegas al cruce de dos calles donde hay una fuente y un banco. En este es donde nos encontrariamos a uno de los pocos habitantes que quedan en el pueblo. Sentado a la sombra. Aprovechamos y nos pusimos a hablar con él. Al rato aparecrieron los otros dos habitantes. Personas sencillas, ya de una cierta edad. Estuvimos un rato hablando con ellos y nos contaron parte de la historia de este pequeño pueblo del Arlanza y los problemas con las tejas de la iglesia. El regreso, ya con el sol alto, la subida final se hacia un poco pesada, pero cuando menos te lo esperas ves al fondo Ura, lugar de inicio de esta ruta, por un paraje castellano y muy poco transitado.