Urdon-Tresviso
near La Hermida, Cantabria (España)
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Trail photos
Itinerary description
Para iniciar la ruta hay que llegar a la Central de Urdon, que está un poco pasada La Hermida viniendo desde Potes, justo en el límite entre Cantabria y Asturias. Hay poco sitio para aparcar, y también se puede llegar andando por un sendero señalizado de 2 kms desde La Hermida.
Tresviso es un pueblo cántabro que pertenece a la comarca de la Liebana, aunque su acceso en coche es por Asturias (Sotres). En esta ruta se accede a él por un camino abierto en el siglo XIX por una empresa minera. Además del paisaje, el interés de la ruta reside en el propio camino, una impresionante obra de ingeniería. Hay que destacar que, aunque el camino es bastante aéreo, no da sensación de peligro ni de exposición en ningún momento, siempre que se esté habituado a caminar por este tipo de trazados de montaña y se vaya bien calzado. Indispensable esto último, puesto que el firme es en la mayor parte del camino piedra suelta, de menor o mayor tamaño, que compromete seriamente la estabilidad de nuestros tobillos.
También tengo que decir que al guardar la ruta el desnivel, obviamente, ha salido erróneo, puesto que los datos de altitud mínima y máxima son correctos. El desnivel son aproximadamente 800 metros.
Dejamos la Central a mano izquierda y cruzamos el río Urdon detrás de ella por un puente de hormigón. Continuamos por un bonito bosque remontando el curso del río, hasta que llegamos a una zona con dos puentes sucesivos donde volvemos a cruzar el cauce. El camino describe un primer tramo de tornos, como dicen por aquí, elevándose sobre el cauce. Sombreado por higueras cuajadas de fruto. Luego llanea un tramo, hasta que, para superar la Canal de Cerros, continúa describiendo empinadas zetas. Superada la canal, se pasa un rústico portillo de alambre y la pendiente se suaviza algo, aunque se continúa subiendo. Al finalizar este tramo vemos que la subida es prácticamente vertical, porque allí abajo se encuentran los puentes sobre el Urdon.
Ahora, a los 2,600 kms, el camino cambia de orientación hacia la derecha, las vistas se abren e intuimos el final del estrecho, aunque aún queda mucho.
De hecho, vemos las próximas lazadas, que se retuercen trepando una imposible pared en la zona del Balcón de Pilatos.
La vegetación se ha terminado, sólo hay cambriones rastreros y algunas encinillas y madroños desafiando al vacío, por lo que agradecemos que el día esté nublado. Superar este paredón nos llevó 45 minutos.
Después aparecen las primeras casetas de los invernales de Prias, la pendiente se suaviza bastante y al fondo asoma Tresviso, aunque queda un rato. Pasada una fuente que corre a borbotones vemos que queda una última pendiente que superar, esta vez una ladera herbosa, el Cotero Cruz. Superada ésta hay un mirador con bancos. En 30 minutos desde la última referencia alcanzamos la senda pavimentada que nos lleva a Tresviso. Hemos tardado 2,30 horas desde la Central. El recorrido incluye después los dos bares del pueblo, El Redondal y La Taberna, donde tomamos unas cervezas, unos cafés, arroz con leche y compramos queso. Los bocadillos los comimos en un techado con mesas que hay junto a la iglesia.
La vuelta, por el mismo camino, nos llevó 1'45 minutos desde el mirador.
Tresviso es un pueblo cántabro que pertenece a la comarca de la Liebana, aunque su acceso en coche es por Asturias (Sotres). En esta ruta se accede a él por un camino abierto en el siglo XIX por una empresa minera. Además del paisaje, el interés de la ruta reside en el propio camino, una impresionante obra de ingeniería. Hay que destacar que, aunque el camino es bastante aéreo, no da sensación de peligro ni de exposición en ningún momento, siempre que se esté habituado a caminar por este tipo de trazados de montaña y se vaya bien calzado. Indispensable esto último, puesto que el firme es en la mayor parte del camino piedra suelta, de menor o mayor tamaño, que compromete seriamente la estabilidad de nuestros tobillos.
También tengo que decir que al guardar la ruta el desnivel, obviamente, ha salido erróneo, puesto que los datos de altitud mínima y máxima son correctos. El desnivel son aproximadamente 800 metros.
Dejamos la Central a mano izquierda y cruzamos el río Urdon detrás de ella por un puente de hormigón. Continuamos por un bonito bosque remontando el curso del río, hasta que llegamos a una zona con dos puentes sucesivos donde volvemos a cruzar el cauce. El camino describe un primer tramo de tornos, como dicen por aquí, elevándose sobre el cauce. Sombreado por higueras cuajadas de fruto. Luego llanea un tramo, hasta que, para superar la Canal de Cerros, continúa describiendo empinadas zetas. Superada la canal, se pasa un rústico portillo de alambre y la pendiente se suaviza algo, aunque se continúa subiendo. Al finalizar este tramo vemos que la subida es prácticamente vertical, porque allí abajo se encuentran los puentes sobre el Urdon.
Ahora, a los 2,600 kms, el camino cambia de orientación hacia la derecha, las vistas se abren e intuimos el final del estrecho, aunque aún queda mucho.
De hecho, vemos las próximas lazadas, que se retuercen trepando una imposible pared en la zona del Balcón de Pilatos.
La vegetación se ha terminado, sólo hay cambriones rastreros y algunas encinillas y madroños desafiando al vacío, por lo que agradecemos que el día esté nublado. Superar este paredón nos llevó 45 minutos.
Después aparecen las primeras casetas de los invernales de Prias, la pendiente se suaviza bastante y al fondo asoma Tresviso, aunque queda un rato. Pasada una fuente que corre a borbotones vemos que queda una última pendiente que superar, esta vez una ladera herbosa, el Cotero Cruz. Superada ésta hay un mirador con bancos. En 30 minutos desde la última referencia alcanzamos la senda pavimentada que nos lleva a Tresviso. Hemos tardado 2,30 horas desde la Central. El recorrido incluye después los dos bares del pueblo, El Redondal y La Taberna, donde tomamos unas cervezas, unos cafés, arroz con leche y compramos queso. Los bocadillos los comimos en un techado con mesas que hay junto a la iglesia.
La vuelta, por el mismo camino, nos llevó 1'45 minutos desde el mirador.
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