Urkiola-Urkiolamendi-Anboto (⬆⬇ por la normal)-Andasto-Arrazola

"De romería por el Anboto, un clásico entre los clásicos". Así definiría esta ruta, y bueno, cualquiera que se realice al Anboto entre el puerto de Urkiola y la localidad de Arrazola. Lo mas habitual es subir y bajar por la vía normal, y hacer ida y vuelta por Urkiola, que me imagino eso habrá hecho al menos el 90% de la inmensa multitud que hoy han coronado el Anboto, que lo incluiría en el top 5 de los montes vascos mas importantes.

Y es que los montes top atraen y mucho, pero es que lo de hoy ha sido exagerado, parecía una auténtica romería!! En cierto modo me recordó al lamentable y polémico momento en el que Nirmal Purja hizo la foto del atasco en el famoso y complicado "Escalón Hillary" del Everest.
En este caso también coincidió que el embotellamiento de gente se formó en el paso mas complejo de la vía normal del Anboto, un pequeño y estrecho tramo aéreo donde es difícil pasar 2 personas a la vez, y a la hora de bajar hay que echar el culo para no caerse.

Dejando de lado la multitud, ésta es una ruta que a pesar de su corta longitud (12,5Km) es tan cañera, tanto en lo físico como en lo técnico, que hace aparentar que la distancia total sea de 25Km. Pero realizar dicho esfuerzo tiene su recompensa, las vistas cimeras desde la cima del Anboto, todo el entorno que le rodea y la curiosa posibilidad de poder observar las 4 caras de éste monte, hace que merezca mucho la pena pasarse por aquí, y justifique el hecho de ver tanta peña en un mismo momento del día.

PD: En realidad hoy no tendría que haber subido al Anboto, sino a otro top 5, el Txindoki, pero físicamente no estaba en condiciones de hacer lo que pretendía. Opté por lo fácil, irme lo mas cerca de casa y hacer la que es la segunda etapa mas corta de las 163 (por ahora) que forman mi Vuelta a Euskadi.
Casualidades de la vida, caprichos del destino, en Urkiola coincidí con uno de mis seguidores de Wikiloc, Echegaray65, que rápidamente me reconoció al verme.
Un saludo fenómeno, ha sido un autentico honor y placer haberte conocido. Éxito en lo que sea que hagas en el futuro, y haber si coincidimos en algún otro lugar.


Comienzo en la parada de bus del puerto de Urkiola junto con el mencionado compañero. Tras una charla, cada uno vamos por libre y nos separamos. Yo me dirijo en primer lugar al cercano santuario para verlo una vez mas de cerca y sacar unas fotos.
Ahora si, avanzo de lleno con el punto de mira en mi primer objetivo, el monte de Urkiolamendi o Urkiolagirre.

Un poco mas adelante de los 2 amplios parkings que hay al lado del santuario, se hayan 2 caminos. Una es una ancha pista de piedras que conduce hasta las campas de Pol-Pol, pero sin pasar por Urkiolamendi. El otro, por el lado izquierdo, es un estrecho camino de tierra, y después una amplia ladera herbosa que, a través de unas rampas exigentes pero fáciles de ascender, me permitiría subir directo hasta el mencionado monte.

Así pues giro a la izquierda y tras varios minutos de lento pero constante ascenso, alcanzo el buzón y geodésico de la herbosa cumbre del monte Urkiolamendi (1008m), donde volví a coincidir con mi compañero, que es una bala y me dio alcance una vez llegué a la cima.
Es una cumbre bastante modesta pero que aun así posee unas vistas excepcionales. Se puede observar montes como el Gorbea, Errialtabaso, Leungane, Mugarra, Untxillatx, Alluitz, el cresterío y la cara Oeste del Anboto, Ipizte/Iruatxeta y Orixol entre otros. También se distingue la localidad de Otxandio y, a lo lejos, algún monte y valle perteneciente a la provincia de Álava.

Tras las fotos de rigor, bajamos por la vertiente opuesta hasta llegar enseguida a las campas de Pol-Pol. Aquí nos separamos definitivamente ya que él subiría al Anboto por el cresterío mientras yo lo haría por la vía normal.
Camino ahora por una ancha pista de piedras que, en suave pendiente, me lleva hasta un punto clave, el collado de Pagozelai. Aquí tengo 2 opciones, o seguir recto y descender al collado de Zabalandi, o girar a la izquierda para subir al Anboto. Obviamente giro a la izquierda, y a Zabalandi iré después de haber hecho cumbre y volver hasta aquí.

Tal y como indica un letrero, estoy a "solo" 900m de hacer cumbre al Anboto. Pero claro, antes hay que subir unos respetables 360m de desnivel, así que echad cuentas de cuanta es la inclinación media que hay que superar. Por si fuera poco, el terreno transcurre de principio a fin por un caos de rocas, así que solo de pensar lo que tenía por delante ya me asustaba. Solo 900m...

La parte positiva es que ya sabía a lo que me enfrentaba. He subido en 3 ocasiones al Anboto, todas ellas por vías distintas (Km vertical, cresterío y Zabalandi) y en todas ellas he bajado por la vía normal, pero curiosamente lo que se dice subir, nunca lo he hecho por aquí. En la parte alta se distinguía la presencia de mucha gente, pero nada comparado con lo que me encontraría después.

Al lío, la primera parte del ascenso se realiza yendo por un denso hayedo situado en medio de una caótica y empinadísima ladera de rocas y arenilla, un cóctel "mortal" de cara a la bajada.
La subida se puede realizar por diferentes itinerarios, aunque como dice el dicho, todos los caminos llevan a Roma. Inicialmente fui siguiendo los numerosos hitos o cairns que hay por el suelo, pero luego llegó un momento en que perdí la senda y las marcas, y subí por cualquier punto donde podía meter el pie en condiciones para avanzar. Lo bueno fue que con tanta gente subiendo y bajando, tenía una referencia a seguir, así que fuera por donde fuese, entre la línea a seguir de mi track y el gentío, no me podía equivocar.

Mas adelante, aproximadamente a mitad de camino, salgo del hayedo para ir ya al aire libre, así hasta el final. En este tramo la arenilla desaparece, aunque por otra parte el camino poco a poco empieza a estrecharse, y a tener cada vez mas cerca el precipicio por el lado derecho. Giro la cabeza hacia arriba y veo que tengo la cumbre casi al alcance de la mano, pero fue aquí donde me llevé la mayor sorpresa. Que ostias fue aquello? Lo que dije al inicio, una romería made in Bizkaia, nunca en mi vida he visto nada igual.
En el tramo mas estrecho, expuesto y peligroso, se concentraba una gran multitud que hacia cola para subir y bajar, entre ellos niños. Y perros también, llegué a ver unos cuantos, todos ellos de tamaño medio.

Yo no quería meterme de lleno entre la muchedumbre, así que aproveché para desviarme momentáneamente y "hacer cumbre" a una ¿cota secundaria? ¿Anboto Txiki?. Así parecían llamar algunos a aquel lugar donde había un buzón, pero que no tenía pinta de ser ni cima ni nada parecido. Mas bien creo que se trata del collado de Agindi, un lugar que separa la vía normal con el cresterío que culmina en el Alluitz. Eso si, no se puede negar que las vistas desde este punto son acojonantes, pero obviamente son mejores desde la cima, así que luego las nombraré.

Una vez el tráfico fue disminuyendo, aproveché para subir el mencionado tramo expuesto. Está formado por un paso bastante estrecho con placas de roca donde los apoyos para los pies son muy escasos. Eso sumado a que la roca está totalmente pulida, a que hay caída al precipicio por la derecha y a la alta inclinación, hace que el ascenso haya que realizarlo muy lentamente, apoyando las manos en la pared izquierda si fuese necesario, mirando y asegurando cada paso en todo momento.

Una vez concluido el tramo, un poco mas adelante queda otro que también es algo aéreo pero mas sencillo, y ya por último, avanzo unos metros mas entre las rocas hasta llegar al fin, tras 1h de durísimo ascenso, al buzón y geodésico cimero del grandioso monte Anboto (1331m). De nuevo había otra romería en la cima aunque por fortuna la cumbre es lo suficientemente amplia y espaciosa para estar dicha multitud y unos cuantos mas.

Que decir de las vistas, absolutamente maravillosas, de ensueño. Así a modo de resumen, destacar pueblos y sierras como el Ipizte/Iruatxeta, Orixol, Gorbea, Itxina, todas las cumbres de esta sierra de Anboto, hacia el norte a lo lejos se distingue parte de la zona del Gran Bilbao, el monte Ouz y buena parte del Duranguesado, desde Amorebieta hasta Elorrio y abajo mi destino, Arrazola. Por Gipuzkoa el Udalatx, la localidad de Arrasate, Erlo, Hernio, Txindoki-Aralar, y ya en la provincia de Navarra el San Donato/Beriain. El Aratz, Aizkorri, Aloña, Kurutzeberri, Elgea y por último ya en territorio alavés la ciudad de Vitoria, el pueblo de Legutio y el embalse de Urrinaga. ES-PEC-TA-CU-LAR!!!

Tras las mas que obligadas fotos de rigor y hacer un largo parón para descansar y disfrutar de las vistas, vuelvo sobre mis pasos para ir hacia el collado de Pagozelai. Muchísimo cuidado en todo el descenso, no hay que bajar la guardia en ningún momento, porque un resbalón o caída al precipicio puede ser fatal, y el tipo de terreno y orografía que tiene el Anboto facilita el que esto pueda producirse.

Especial atención al tramo expuesto, donde bajando si o si hay que ir en algún momento apoyando el culo en el suelo. No os hagáis los héroes e intentéis hacer todo el tramo de pie, porque la vais a liar parda.
Una vez superado el tramo, el resto de la bajada se puede hacer a un ritmo un pelín mayor, pero siempre asegurando cada paso. Todo esto lo estoy diciendo habiendo estado el terreno completamente seco, no hace falta que os comente que pasaría de estar mojado o de haber niebla.

Para mi quizás el peor punto, junto con el tramo expuesto, es la bajada por el hayedo. El hecho de que haya mucha arenilla facilita aun mas el riesgo de caída. Lo mejor es apoyarse en zonas planas donde quepan los pies, o en rocas donde poder meter la puntera con seguridad, o si fuera necesario también usar las manos, pero curiosamente en este caso las rocas son las aliadas, ya que ofrecen cierto agarre. La arenilla es el verdadero enemigo. Es mas, un chaval estuvo muy cerca de llevarse una buena hostia por hacer el gamba en la bajada por el bosque.

Ante todo respeto, el Anboto no es monte cualquiera, tiene mucha fama y no solo es por su altitud y belleza. Es un monte muy técnico y que físicamente también exige mucho, hay que estar bien preparado para afrontarlo con la debida seguridad. Pero es que también en montes mas pequeños y asequibles puede haber sustos e incluso fallecimientos. No importa la experiencia o nivel que se tenga, hay que andar siempre con la debida cautela y atención.

Tras un buen rato de lento, lentísimo descenso, consigo llegar al collado de Pagozelai. Ahora, giro a la izquierda para seguir cuesta abajo rumbo al collado de Zabalandi. Poco antes de llegar a dicho collado, me desvío a la izquierda para pasar por una fuente donde lleno las botellas con agua fresca y muy buena.

Ahora si, accedo al precioso collado de Zabalandi, con la excelente compañía de 2 pepinos; a un lado, la vertical pared rocosa del monte Ipizte o Iruatxeta, y al otro, la imponente y bella cara Sur del Anboto.

Prosigo la marcha bajando por una ancha pista de piedras a través de otro bonito hayedo.
Luego, vuelvo a salir a campo abierto y veo otro letrero, que me indica que si quiero ir hacia Arrazola, tengo que girar a la izquierda.

Hacia allí me dirijo, pero antes, decido hacer un breve desvío para coronar una sencilla cumbre secundaria, el Andasto. Sencilla por lo poco que hay que ascender, apenas unos 10-20m de desnivel, pero compleja en el sentido de que hay que trepar para llegar hasta la cima. La trepada hay que hacerla si o si apoyándose con las 2 manos, así que guardo primero los bastones en la mochila, me fijo bien en los puntos de apoyos para pie y manos, y avanzo lento pero seguro, directo a la cercana cumbre del Andasto (822m).
Bonitas vistas también las que hay aquí: Oiz, Udalatx, Aizkorri, Aralar, Elgea, Kurutzeberri, Ipizte... pero sobre todo, la perfecta pirámide de la cara Este del Anboto.

Ahora, tengo que recuperar el sendero que me lleva directo hacia Arrazola. La cosa es que no puedo volver sobre mis pasos, porque hacer la anterior trepada cuesta abajo es arriesgado, incluso temerario para aquellos que no estamos acostumbrados a estar colgados entre las paredes.
No me queda otra que ir por la vertiente opuesta, que tampoco es que sea coser y cantar, pero al menos se puede bajar con ciertas garantías. Eso si, como no podía ser de otra forma, yendo lento, muy atento y asegurando cada paso.

Una vez bajo el tramo mas complejo, distingo en la distancia 2 senderos muy estrechos. Tengo que ir por el segundo, el mas lejano, y luego girar a la izquierda. De este modo, llego hasta una valla que accede por el sendero normal de bajada.

Camino por otro espectacular hayedo, uno mas para la colección, realizando múltiples zig-zags, y voy siguiendo las numerosas marcas PR (amarilla y blanca) pintadas en los árboles.
Al salir del hayedo, el terreno cambia radicalmente. De nuevo el protagonista vuelve a ser la roca, ya que me toca andar por lo que se podría llamar una calzada romana. Cuidado aquí en caso de que esté mojado.

Durante casi toda la ruta el paso a seguir es el mismo; andar lento pero seguro, atento a cada pisada. El terreno es irregular y peligroso desde el propio Anboto hasta buena parte del descenso hacia Arrazola. Este intervalo del recorrido hay que hacerlo con cautela, sin prisas, y parándose el tiempo que sea necesario para disfrutar del entorno, que es de 10.

Mas adelante, la calzada finaliza, para dar paso a un cómodo sendero natural. Al fin se acabaron las rocas!! Además, puedo disfrutar de una bonita vista del monte Udalatx y de la cara Norte del Anboto. Lo dicho, he podido ver las 4 caras del Anboto en una ruta de solo 12km.

Lo que resta de recorrido es pan comido. Camino por sendas que alternan la tierra, piedra y asfalto hasta llegar finalmente a mi destino, el pequeño pueblo de Arrazola (perteneciente al municipio de Atxondo), donde pongo punto y final a esta exigente pero magnífica ruta. Muy recomendable.