Urnieta-Barrio de Goiburu-Barrio de Besadegi-Arlegor-Adarra-Oindo-Vía Verde de Plazaola-Andoain
near Urnieta, País Vasco (España)
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Itinerary description
Preciosa y sencilla ruta la de hoy, a pesar de la larga distancia, ya que los senderos son muy cómodos y llevaderos de principio a fin (excepto un corto tramo de bajada seguido de coronar el monte Oindo, pero sin dificultad).
Esta travesía es una variante de otra que hice hace casi 3 años, que va de Hernani a Andoain, pasando también por el monte Adarra.
Hernani-Adarra-Andoain
Comienzo en la parada del cercanías de la localidad guipuzcoana de Urnieta. Recorro de lado a lado el pueblo, y luego asciendo por una pista asfaltada que me lleva al barrio de Goiburu.
Avanzo así durante varios km (excepto un breve tramo por tierra/piedra), hasta llegar a un punto clave, el barrio de Besadegi. Aquí se haya un parking, hoy completamente lleno. Es cierto que al lado se encuentra el restaurante de Besabi, pero estoy seguro de que la mayoría de los que aparcaron allí, sino todos, era para patear por el monte.
Desde este lugar, asciendo al principio por una corta aunque empinada pista de cemento, hasta llegar a un caserío. Aquí surgen 2 caminos, ambos señalizados con marcas PR amarilla y blanca. La de la derecha asciende directamente en dirección al monte Adarra, por tanto el sendero a buen seguro es más corto pero más empinado. El otro, por la izquierda, hace un rodeo al cercano monte Arlegor, siendo el camino muy llevadero al inicio, aunque luego hay que subir un repecho igualmente cañero.
Yo decido ir por la izquierda.
Excelentes vistas por el lado izquierdo, pudiendo observar el macizo de Hernio, Erlo, Buruntza, Hernani, y numerosos barrios colindantes a la ciudad de San Sebastián.
A medida que asciendo, veo también de frente el cercano monte Oindi, monte que lo he incluido para ascender en la etapa anterior. Hoy toca ir a 3: Arlegor, Adarra y Oindo.
Para llegar al primero de ellos, en un cruce, giro a la derecha, para abandonar el sendero principal y ascender por una durísima ladera herbosa. Hay que tomárselo con calma, ya que las rampas superan fácilmente el 40% de inclinación. El firme está algo roto por el constante paso de gente, aunque teniendo en cuenta que hay zonas que estaban algo embarradas y con una fina capa de hielo por las heladas de anoche, esos agujeros me venían de perlas para poder meter el calzado y avanzar con mayor seguridad y comodidad.
Una vez superado el repecho, llego al collado de Arleor. Para llegar al monte Arlegor, he de girar a la derecha. Para ir al Adarra, seguiría recto.
Ya que lo tenía cerca, al alcance de la mano, decidí desviarme a la derecha un instante y ascender así al Arlegor.
Enseguida alcanzo la rocosa cumbre del monte Arlegor (545m). Espléndidas vistas, observando montes como el Aizkorri, Hernio, Erlo, Pagoeta, Buruntza, Zorrotzarri, Oindi, Jaizkibel, Peñas de Aia, Larhún, y muchos más. Además, se ven localidades como Urnieta, Lasarte-Oria, Hernani y San Sebastián. Por supuesto, se puede ver también el mar Cantábrico.
Vuelvo al collado, y ahora si, pongo rumbo al monte Adarra.
Los primeros cientos de metros son bastante sucios, yendo por una zona arboleda con abundante presencia de barro. Hoy he tenido suerte ya que a primeras horas de la mañana, el terreno aún seguía duro, semicongelado, y he podido pisar sobre el barro sin tener que ensuciarme nada. Otra cosa son los charcos, eso ya no tiene remedio, aunque se podían esquivar.
Mas adelante, salgo a cielo abierto, y disfruto de un primer plano de la cara Norte del Adarra. Se distingue perfectamente el vértice geodésico cimero, y eso asusta, ya que también se aprecia la descomunal rampa que tengo que ascender para llegar a lo alto.
Pero antes, me desvío brevemente para visitar los restos del cromlech de Erlurzulo.
Ahora, si, voy directo a la cima.
Sin prisa pero sin pausa, voy ganándole terreno a la ladera Norte, siguiendo en todo momento las marcas roja y blanca de un GR, que están pintadas en las rocas.
Ya caso he llegado. He alcanzado la cresta, que está repleta de gigantescas rocas que tengo que sortear con cuidado (aunque no ofrece dificultades alguna) para llegar al fin a la cima del monte Adarra (819m), máxima elevación de esta sierra de Adarra/Mandoegi.
Que decir de las vistas, magníficas. Se ven montes y macizos como Oindo, Zaburu, Aralar, Altzania, Aizkorri, Hernio, Erlo, Buruntza, Pagoeta, Oindi, Jaizkibel, Peñas de Aia, Larhún, y un montón de picos del prepirineo. Puede que alguno del Pirineo Occidental también, aunque no conozco bien la zona, no sabría identificarlos.
Por abajo, San Sebastián y los barrios colindantes, Urnieta, Lasarte-Oria, Hernani, Oiartzun, Hendaia y la bahía de Chingudi... y el mar Cantábrico, incluyendo la costa francesa. Una pasada de vistas.
Tras la fotos de rigor, desciendo por la ladera contraria, rumbo al monte Oindo.
Al principio la bajada es empinada pero cómoda, yendo por hierba en todo momento. Luego el camino se allana, hasta llegar a otros 2 cromlech, ambos con el nombre de Eteneta. Preciosa vista desde aquí de la ladera Sur del Adarra.
Encaro una última rampa, bastante empinada por cierto, hasta llegar a la cima del monte Oindo (785m). Vistas limitadas por la arboleda hacia el Sureste y al Noroeste, por lo demás vistas similares al Adarra.
Desde esta cima so girais a la derecha, hacia el Oeste, tenéis la posibilidad de ir hacia mi destino, la localidad de Andoain. Existen varias alternativas, múltiples caminos, aunque uno de los más cortos y directos aparece en el track de la variante que he añadido arriba. Como dije antes, mi intención era recorrer la mayor distancia posible de la Vía Verde de Plazaola, así que sigo recto, hacia el Sur, al ras del bosque.
Se acabaron las subidas, ahora toca bajar. Justo ahora viene el tramo más complejo de toda la ruta. Hay que pasar por un corto pero empinado tramo, yendo siempre por la izquierda de una alambrada. Dicho camino alterna la tierra, hierba y alguna rama caída. Aquí ya no hay hielo, por lo tanto la tierra y el barro patina un montón. Hay que avanzar despacio, asegurando cada paso.
Luego, llego a otro nuevo collado. Aquí tengo opción a atacar una cuarta cumbre, el Zaburu. No lo hago porque veo que el terreno me va a dar algún que otro quebradero de cabeza, y entre el esfuerzo realizado y todo el kilometraje que me restaba por realizar, decidí ponerle fin a nuevas subidas e iniciar ya el descenso.
Para ello, atravieso la alambrada por la derecha, y acto seguido, me encuentro con un ancho sendero, el cual continúo por la izquierda.
El sendero está señalizado en todo momento con marcas GR pintadas en los numerosos árboles que hay a lo largo de la bajada. El camino es ancho y cómodo, de muy rápido andar. No obstante, durante los primeros cientos de metros, me obliga a ir despacio, ya que he de sortear numerosas "piscinas". Luego, afortunadamente, los charcos son anecdóticos, y puedo avanzar con más rapidez.
Tras varios km de bajada, alcanzo otro punto importante del recorrido, la Vía Verde de Plazaola. Se trata de un recorrido que aprovecha el trazado de un antiguo ferrocarril de vía estrecha, el Ferrocarril de Plazaola, que unía las ciudades de San Sebastián y Pamplona.
El denominado Ferrocarril del Plazaola (también "El Plazaola" y "tren-txiki") tiene su origen en el transporte de mineral de hierro desde las minas de Bizkotx (cerca de Plazaola, paraje guipuzcoano muy próximo a Navarra) hasta Andoáin, para lo que en 1904 se puso en marcha un ferrocarril de vía métrica. Posteriormente la línea fue ampliada por ambos extremos, llegando por un lado hasta Pamplona y por el otro hasta Lasarte, donde empalmaba con la línea de los Ferrocarriles Vascongados para llegar hasta San Sebastián. Esta línea ampliada, con licencia para el transporte de pasajeros, fue inaugurada en 1914. Funcionó hasta 1953, año en el que las riadas de octubre destruyeron parte de la infraestructura. Posteriormente soportó algún tráfico local de mercancías (en el valle del Leitzaran), hasta que en 1957 las vías fueron definitivamente desmanteladas.
Se han habilitado casi 44 kilómetros del trazado, entre las localidades de Andoáin y Lekunberri. El tramo guipuzcoano transcurre en su totalidad por el valle del Leitzaran, de gran valor naturalístico (está declarado Biotopo Protegido), y el navarro por el mismo valle y por el del río Larraun.
El recorrido atraviesa numerosos túneles, de los que la gran mayoría son transitables. Los túneles no practicables disponen de algún camino alternativo para sortearlos. El más notable es el de Huici, de 2.630 metros de longitud. Comunica los valles del Leitzaran (que pertenece a la vertiente cantábrica) y del Larraun (a la mediterránea). Durante años fue el más largo de la red de ferrocarriles de vía estrecha de la península.
Tras recorrer unos 6km y pasar por un total de 6 túneles, accedo a mi destino, la localidad de Andoain. Lo recorro en buena parte, hasta llegar a la estación del cercanías, donde pongo punto y final a esta preciosa ruta. Muy recomendable.
Esta travesía es una variante de otra que hice hace casi 3 años, que va de Hernani a Andoain, pasando también por el monte Adarra.
Hernani-Adarra-Andoain
Comienzo en la parada del cercanías de la localidad guipuzcoana de Urnieta. Recorro de lado a lado el pueblo, y luego asciendo por una pista asfaltada que me lleva al barrio de Goiburu.
Avanzo así durante varios km (excepto un breve tramo por tierra/piedra), hasta llegar a un punto clave, el barrio de Besadegi. Aquí se haya un parking, hoy completamente lleno. Es cierto que al lado se encuentra el restaurante de Besabi, pero estoy seguro de que la mayoría de los que aparcaron allí, sino todos, era para patear por el monte.
Desde este lugar, asciendo al principio por una corta aunque empinada pista de cemento, hasta llegar a un caserío. Aquí surgen 2 caminos, ambos señalizados con marcas PR amarilla y blanca. La de la derecha asciende directamente en dirección al monte Adarra, por tanto el sendero a buen seguro es más corto pero más empinado. El otro, por la izquierda, hace un rodeo al cercano monte Arlegor, siendo el camino muy llevadero al inicio, aunque luego hay que subir un repecho igualmente cañero.
Yo decido ir por la izquierda.
Excelentes vistas por el lado izquierdo, pudiendo observar el macizo de Hernio, Erlo, Buruntza, Hernani, y numerosos barrios colindantes a la ciudad de San Sebastián.
A medida que asciendo, veo también de frente el cercano monte Oindi, monte que lo he incluido para ascender en la etapa anterior. Hoy toca ir a 3: Arlegor, Adarra y Oindo.
Para llegar al primero de ellos, en un cruce, giro a la derecha, para abandonar el sendero principal y ascender por una durísima ladera herbosa. Hay que tomárselo con calma, ya que las rampas superan fácilmente el 40% de inclinación. El firme está algo roto por el constante paso de gente, aunque teniendo en cuenta que hay zonas que estaban algo embarradas y con una fina capa de hielo por las heladas de anoche, esos agujeros me venían de perlas para poder meter el calzado y avanzar con mayor seguridad y comodidad.
Una vez superado el repecho, llego al collado de Arleor. Para llegar al monte Arlegor, he de girar a la derecha. Para ir al Adarra, seguiría recto.
Ya que lo tenía cerca, al alcance de la mano, decidí desviarme a la derecha un instante y ascender así al Arlegor.
Enseguida alcanzo la rocosa cumbre del monte Arlegor (545m). Espléndidas vistas, observando montes como el Aizkorri, Hernio, Erlo, Pagoeta, Buruntza, Zorrotzarri, Oindi, Jaizkibel, Peñas de Aia, Larhún, y muchos más. Además, se ven localidades como Urnieta, Lasarte-Oria, Hernani y San Sebastián. Por supuesto, se puede ver también el mar Cantábrico.
Vuelvo al collado, y ahora si, pongo rumbo al monte Adarra.
Los primeros cientos de metros son bastante sucios, yendo por una zona arboleda con abundante presencia de barro. Hoy he tenido suerte ya que a primeras horas de la mañana, el terreno aún seguía duro, semicongelado, y he podido pisar sobre el barro sin tener que ensuciarme nada. Otra cosa son los charcos, eso ya no tiene remedio, aunque se podían esquivar.
Mas adelante, salgo a cielo abierto, y disfruto de un primer plano de la cara Norte del Adarra. Se distingue perfectamente el vértice geodésico cimero, y eso asusta, ya que también se aprecia la descomunal rampa que tengo que ascender para llegar a lo alto.
Pero antes, me desvío brevemente para visitar los restos del cromlech de Erlurzulo.
Ahora, si, voy directo a la cima.
Sin prisa pero sin pausa, voy ganándole terreno a la ladera Norte, siguiendo en todo momento las marcas roja y blanca de un GR, que están pintadas en las rocas.
Ya caso he llegado. He alcanzado la cresta, que está repleta de gigantescas rocas que tengo que sortear con cuidado (aunque no ofrece dificultades alguna) para llegar al fin a la cima del monte Adarra (819m), máxima elevación de esta sierra de Adarra/Mandoegi.
Que decir de las vistas, magníficas. Se ven montes y macizos como Oindo, Zaburu, Aralar, Altzania, Aizkorri, Hernio, Erlo, Buruntza, Pagoeta, Oindi, Jaizkibel, Peñas de Aia, Larhún, y un montón de picos del prepirineo. Puede que alguno del Pirineo Occidental también, aunque no conozco bien la zona, no sabría identificarlos.
Por abajo, San Sebastián y los barrios colindantes, Urnieta, Lasarte-Oria, Hernani, Oiartzun, Hendaia y la bahía de Chingudi... y el mar Cantábrico, incluyendo la costa francesa. Una pasada de vistas.
Tras la fotos de rigor, desciendo por la ladera contraria, rumbo al monte Oindo.
Al principio la bajada es empinada pero cómoda, yendo por hierba en todo momento. Luego el camino se allana, hasta llegar a otros 2 cromlech, ambos con el nombre de Eteneta. Preciosa vista desde aquí de la ladera Sur del Adarra.
Encaro una última rampa, bastante empinada por cierto, hasta llegar a la cima del monte Oindo (785m). Vistas limitadas por la arboleda hacia el Sureste y al Noroeste, por lo demás vistas similares al Adarra.
Desde esta cima so girais a la derecha, hacia el Oeste, tenéis la posibilidad de ir hacia mi destino, la localidad de Andoain. Existen varias alternativas, múltiples caminos, aunque uno de los más cortos y directos aparece en el track de la variante que he añadido arriba. Como dije antes, mi intención era recorrer la mayor distancia posible de la Vía Verde de Plazaola, así que sigo recto, hacia el Sur, al ras del bosque.
Se acabaron las subidas, ahora toca bajar. Justo ahora viene el tramo más complejo de toda la ruta. Hay que pasar por un corto pero empinado tramo, yendo siempre por la izquierda de una alambrada. Dicho camino alterna la tierra, hierba y alguna rama caída. Aquí ya no hay hielo, por lo tanto la tierra y el barro patina un montón. Hay que avanzar despacio, asegurando cada paso.
Luego, llego a otro nuevo collado. Aquí tengo opción a atacar una cuarta cumbre, el Zaburu. No lo hago porque veo que el terreno me va a dar algún que otro quebradero de cabeza, y entre el esfuerzo realizado y todo el kilometraje que me restaba por realizar, decidí ponerle fin a nuevas subidas e iniciar ya el descenso.
Para ello, atravieso la alambrada por la derecha, y acto seguido, me encuentro con un ancho sendero, el cual continúo por la izquierda.
El sendero está señalizado en todo momento con marcas GR pintadas en los numerosos árboles que hay a lo largo de la bajada. El camino es ancho y cómodo, de muy rápido andar. No obstante, durante los primeros cientos de metros, me obliga a ir despacio, ya que he de sortear numerosas "piscinas". Luego, afortunadamente, los charcos son anecdóticos, y puedo avanzar con más rapidez.
Tras varios km de bajada, alcanzo otro punto importante del recorrido, la Vía Verde de Plazaola. Se trata de un recorrido que aprovecha el trazado de un antiguo ferrocarril de vía estrecha, el Ferrocarril de Plazaola, que unía las ciudades de San Sebastián y Pamplona.
El denominado Ferrocarril del Plazaola (también "El Plazaola" y "tren-txiki") tiene su origen en el transporte de mineral de hierro desde las minas de Bizkotx (cerca de Plazaola, paraje guipuzcoano muy próximo a Navarra) hasta Andoáin, para lo que en 1904 se puso en marcha un ferrocarril de vía métrica. Posteriormente la línea fue ampliada por ambos extremos, llegando por un lado hasta Pamplona y por el otro hasta Lasarte, donde empalmaba con la línea de los Ferrocarriles Vascongados para llegar hasta San Sebastián. Esta línea ampliada, con licencia para el transporte de pasajeros, fue inaugurada en 1914. Funcionó hasta 1953, año en el que las riadas de octubre destruyeron parte de la infraestructura. Posteriormente soportó algún tráfico local de mercancías (en el valle del Leitzaran), hasta que en 1957 las vías fueron definitivamente desmanteladas.
Se han habilitado casi 44 kilómetros del trazado, entre las localidades de Andoáin y Lekunberri. El tramo guipuzcoano transcurre en su totalidad por el valle del Leitzaran, de gran valor naturalístico (está declarado Biotopo Protegido), y el navarro por el mismo valle y por el del río Larraun.
El recorrido atraviesa numerosos túneles, de los que la gran mayoría son transitables. Los túneles no practicables disponen de algún camino alternativo para sortearlos. El más notable es el de Huici, de 2.630 metros de longitud. Comunica los valles del Leitzaran (que pertenece a la vertiente cantábrica) y del Larraun (a la mediterránea). Durante años fue el más largo de la red de ferrocarriles de vía estrecha de la península.
Tras recorrer unos 6km y pasar por un total de 6 túneles, accedo a mi destino, la localidad de Andoain. Lo recorro en buena parte, hasta llegar a la estación del cercanías, donde pongo punto y final a esta preciosa ruta. Muy recomendable.
Waypoints
Mountain pass
1,906 ft
Collado de Arleor. Derecha hacia Arlegor, recto hacia Adarra
Collado de Arleor. Derecha hacia Arlegor, recto hacia Adarra
Information point
2,680 ft
Bajar por la izquierda de la alambrada
Bajar por la izquierda de la alambrada
Information point
2,362 ft
Derecha, superar alambrada, luego izquierda
Derecha, superar alambrada, luego izquierda
Information point
801 ft
Derecha, por la Vía Verde de Plazaola
Derecha, por la Vía Verde de Plazaola
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