Vadiello, ermita San Chinés, Mallos de Los Pepes, Santa Eulalia La Mayor. Circular.

Larga y exigente circular por el entorno de Vadiello que no deja a nadie indiferente.

Se inicia en el aparcamiento de la ferrata Canal del Palomo, poco antes de llegar al pantano de Vadiello. Seguimos la misma senda que lleva a la ferrata pero antes de llegar a su base, se cruza el barranco (señalizado)
Por senda y algún trecho de pista forestal, nuestro recorrido se adentra en un pinar de repoblación muy frondoso, ascendiendo suavemente hacia la base dela Peña Foratata, donde comienza un descenso algo mas brusco hacia el cañón para alcanzar sin apenas dificultades la ermita rupestre de San Chinés, rodeada de inmensas murallas de conglomerado.

Desde la ermita, reconvertida en refugio de cabras pero sin perder su magia por localizarse en un lugar tan espectacular y recóndido, descenderemos al barranco y lo remontaremos unas decenas de metros hasta casi la base de una cascada de gran altura pero que habitualmente bajará muy escasa de caudal; Cruzamos decididamente el cauce para tomar un pequeño barranquito lateral a nuestra derecha, que nos servirá para atravesar un frondoso bosque de boj y carrascas que tapiza este lugar evitando en buena parte las duras ramas de estas densas masas vegetales.

Alejándonos de la protección de las abrumadoras paredes de la Peña Foratata, seguiremos los mojones que jalonan el pequeño cauce hasta salir de la espesura en poco tiempo, iniciando la ascensión por una larga, dura y compleja ladera de conglomerado.

Pese a que en general carece de complicaciones por su buena adherencia, esta placa salpicada de arbustos obliga a prestar máxima atención y tomar soluciones alternativas, sirviéndonos de la escasa vegetación para atravesar alguna que otra media ladera, que en todo su recorrido presenta una gran inclinación. Cuando el terreno está mojado, como nuestro caso, puede resultar algo más peligroso si bien dispondremos de numerosas alternativas para evitar los puntos más críticos o expuestos.

Alcanzada la cresta superior, de suficiente anchura para sentirse cómodos, divisaremos un panorama fabuloso: los Mallos de los Pepes al oeste, imponentes desde tan cerca; los bosques y el abismo al norte, los picos Fragineto, Borón, el Tozal de Guara al este, y el pico Ligüerri al sureste. Atrás, al Sur, habremos dejado el profundísimo barranco de Vadiello y las verticales paredes que lo circundan. Un panorama que ayuda a hacerse a la idea de lo que es Guara: un mundo salvaje, abrupto, frondoso y repleto de vida natural.

Hacemos un sinfín de fotos desde este lugar, que daría para una jornada fotográfica completa. Una vez satisfecha nuestra afición a la fotografía de naturaleza, bordearemos los Pepes por la derecha, pues en su cara norte existe una senda que no presenta ninguna dificultad. Ya acabando de bordear estos mallos, también llamados "de Aliana", ascendemos una cima sin nombre que apodaré "Mallo de Aliana", y que por lo menos desde su cima se observa algo mas alto que los Mallos Pepes (El GPS me marca 1230 m. aprox.). Su cara norte presenta otra cortada al vacío, una más de tantas y tantas que hay por aquí.

Retrocedemos hasta la base del Mallo de Aliana y entre éste y Los Pepes descubrimos una brecha que nos permite seguir al Oeste en busca de una senda que posiblemente enlaza Cuello Baíl con el núcleo de Nocito, al norte de Guara. Carece de marcas de PR o GR, pero denota ser más transitada y limpia.

La soledad de este lugar queda reflejada por los rebaños de cabras asilvestradas, las rapaces que constantemente nos sobrevuelan y por el jabalí que nos sorprendió entre una de las muchas masas de boj que jalonan el sendero, haciendo crujir amenazadoramente sus mandíbulas. Vaya susto, por momentos los crujidos de mandíbula asemejaban los de un lobo devorando una presa.

La senda desciende poco a poco hasta la pista de Cuello Baíl - Matapaños, y por ella nos dirigiremos a los Campos de Ciano y Santa Eulalia La Mayor, visitando la Ermita de Sescún, la torre de su Castillo, la Iglesia parroquial y el núcleo urbano más próximo.

Salimos de Santa Eulalia y tomamos el sendero de los lavaderos, otro punto de interés junto a una fuente.
Continuaremos por la misma senda sin dejarla para atravesar una vbarrera rocosa con la senda colgada a modo de faja, y finalmente descenderemos hasta la carretera, que solamente habrá que seguir en dirección al embalse de Vadiello donde está el coche aparcado.