Valdecabras, Serranía Alta de Cuenca, PR 49

Siguiendo el track de "Guadarramista" con alguna variante.

A tener en cuenta:
La senda de bajada es muy técnica, aconsejable hacerla al revés.

La ruta la empezamos y acabamos en el mismo pueblo de Valdecabras, se puede aparcar en la plaza del Pueblo donde está la Iglesia, de Nuestra Sra de la Asunción, caben 8 o 9 coches.

Atravesamos este pequeño pueblo de 20 habitantes en invierno y cogemos el PR 49 dirección a Bonache, por un camino asfaltado, a los 800 m giramos a la izquierda por el sendero GR 66.

A 1km del pueblo atravesamos el arroyo de la Canaleja y seguimos el GR 66, pasamos por una fuente, un minipuente, un área de descanso y empezamos a subir por el margen izquierdo del arroyo, la senda es pedregosa, conviene hacer zig-zag y no dejarse llevar por las falsas sendas hechas por las lluvias que son más empinadas.

La senda llega a la carretera CM 2104, que cruzamos hasta la fuente de la Canaleja, a partir de aquí tomamos otra senda de subida siguiendo el GR 66, más difuso que nos llevará a tramos sin senda, sin señalizar y a veces campo a través, hasta la cueva de los Morceguillos.

La cueva es algo profunda, con una amplia entrada, de origen kárstico y gran valor geomorfológico. A nivel europeo es considerado un importante refugio para la cría de murciélagos cavernícolas (quirópteros) de la provincia de Cuenca. Entramos con mucho cuidado pero no vimos ni uno.

Después seguimos por el GR 66, no hay senda, buscamos los mejores pasos (la orografía es parecida a la de la Ciudad Encantada) es preciso GPS , llegamos al camino de los Rasos que tomamos a la derecha, un camino muy agradable que va entre bosque de pinos y en esta época del año se agradece.

A terminar el camino vamos por la senda de los Cortados, nos detenemos en el gran Mirador de la Cornisa para contemplar las vistas al Valle del río Valdecabras.

Pasamos por unas balmas que se utilizan para ganado, encontramos un manantial que surge de una roca debajo de una balma, hay un hilo muy pequeño de agua que alimenta un abrevadero.

Empezamos a bajar por una senda escabrosa con bastante pendiente, hay que ir con cuidado por la piedra suelta y los cantos, la senda está deteriorada.

Enlazamos con el PR-49 por una senda limpia, sin desnivel y llegamos al pueblo después de coger el camino de la mañana.

Decidimos visitar el restaurante El Rincón de Valdecabras, vale la pena.