VALDEDO (440)-PICO PRAO ROQUE (1.117)-PICO GARGALOIS (1.166) (Sierra de Prao Roque) (Villayón-Boal-Illano)

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VALDEDO (440)-PICO PRAO ROQUE (1.117)-PICO GARGALOIS (1.166) (Sierra de Prao Roque) (Villayón-Boal-Illano)

RECORRIDO: 15 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.166 m.
ALTURA MÍNIMA: 440 m.
ASCENSO TOTAL: 750 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 4 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Febrero de 2.012.

VALDEDO (440) es un pueblo a 16 kilómetros de VILLAYÓN, situado en la AS-35, que une la capital del concejo homónimo con BOAL. En él se encuentra alguna casa solariega con escudo de armas y pertenece a la Parroquia de PONTICIELLA, con registros documentales ya desde el Siglo XIV y muy ligada a la Casa de Anleo. Según referencias del XIX, la “parroquia es de patronato laical, está servida por un Cura de Ingreso… y tiene unas veinte ermitas de propiedad particular distribuidas por los distintos barrios de la parroquia” (Pascual Madoz, 1845).

Durante muchos años funcionaron en la misma las “Escuelas de San Antonio y la Caridad de VALDEDO”, régimen mixto, con una Cátedra de Latín para futuros seminaristas. Fue fundada en 1876 por D. Manuel García Junceda (1800-1877), natural de Valdedo y vecino de Madrid. Se conserva aún el recinto con el edificio de dichas escuelas y una estatua dedicada al citado benefactor, erigida en 1924 por suscripción de los alumnos residentes en Cuba.

A su vez, la cumbrera de la SIERRA DE PRAO ROQUE marca la línea divisoria de los concejos de ILLANO por el oeste, ALLANDE por el sureste, VILLAYÓN por el este y BOAL por el noroeste. La integran de sur a norte, como picos más representativos, GARGALOIS (1.166) -techo de Illano-, las GROVAS (1.159) a escasos metros del anterior, PRAO ROQUE (1.117) -techo de BOAL- y LA CRISTALEIRA (1.039), el único de los mencionados que no visitaremos.

Aparcamos el vehículo a la salida de la población en el recinto de las escuelas mencionadas. Iniciamos la ruta dirección sur por pista, que se abre entre la VY-6 al este y carretera secundaria hacia Candanosa de Solares al oeste. Comienza una subida muy ligera entre fincas con abundante arbolado y predominio de eucaliptos y pinos. A medida que ascendemos, poco después rumbo suroeste, dirección que se mantendrá aproximadamente durante 4 kilómetros hasta la collada, siguiendo el CARRIL LOS MULOS, escasea la zona boscosa para dar paso al matorral y monte bajo.

Lo más notable de este tramo serían las cumbres de la SIERRA DE CARONDIO, con el pico AGUDO (1.144) al este –en finca de propiedad particular- y el pico CARONDIO (1.222) al sur, cordal separado de la SIERRA DE PRAO ROQUE por la honda depresión que marca el RÍO CABORNEL desde el Collado de Entrerríos (925), famoso por su dolmen, hasta las proximidades de Valdedo. La subida culmina en un estrecho collado, EL PALOXIAR (1.008), separado por apenas dos protuberancias del terreno con el nombre de LA VEIGA RAPOSA (1.019) al sur y LA GUBIA (1.027) al norte.

La pista continuará para descender a las poblaciones de la CUENCA DEL NAVIA, con sus múltiples afluentes, marcando el más profundo barranco al poniente de la sierra. Nosotros giramos rumbo sur, por senderos no muy visibles entre matorrales, sorteando VEIGA RAPOSA para desembocar en COLLADA LA GUBIA (1.009), base del pico PRAO ROQUE (1.117) por su cara norte. Con un poco de esfuerzo para superar ese repecho final de monte bajo alcanzaremos la cima en pocos minutos, cumbre salpicada de peñascos entre brezo.

Desde ella contemplamos al norte LA CRISTALEIRA (1.039), al este el pico AGUDO (1.144) en todo su esplendor y tras él, al fondo, el pico MULLEIROSO (1.253); al sur LAS GROVAS (1.159) y LOS GARGALOIS (1.117), y al oeste el EMBALSE DE DOIRAS. Descendemos por la cara sur, nada que ver con la norte, entre rocas y peñascos sueltos, para reposar en la COLLADA PRADO (1.100). Divisamos al fondo GROVAS (1.159) y GARGALOIS (1.117) cercanos.

Llaneando entre matorral y alguna mancha de pinos aislada llegamos primero a este último, cumbre irrelevante marcada con vértice geodésico, placa y buzón. A la panorámica ya apuntada hemos de añadir al fondo sureste el pico CUETO DE ARBAS (2.008), nevado por entonces en Leitariegos, y en las proximidades el COLLADO DE ENTRERRÍOS (925), otra alternativa de acceso al Gargalois desde el ALTO DE BUSTANTIGO (1.010), pasando por el CARONDIO (1.222).

En esta sierra alta de CARONDIO y en la de MURIELLOS –paralela y al este de la primera- se concentran hasta 34 yacimientos neolíticos, megalitos en forma de túmulos y dólmenes, que se suceden a lo largo de 10 kilómetros desde el DOLMEN DE ENTRERRÍOS o LLASTRA DA FILADOIRA (925) hasta el PTO. DE LA MARTA (1.117) (Armando Granda García, 1983, “El conjunto tumular de la Carreiriega de los Gallegos”).

Son los primeros testimonios de ocupación del territorio por gentes de la cultura megalítica, siendo toda la zona rica en restos funerarios, destacando especialmente el mencionado Dolmen de Entrerríos y PENAS MALAS (1.034), conjunto de cuatro túmulos al oeste del pico homónimo en las proximidades del Alto de Bustantigo (1.010). El túmulo, montón de tierra y piedras en las Edades de Piedra y Bronce, es una forma de reivindicación de derechos sobre los terrenos en que se ubicaba.

En el reiteradamente citado COLLADO ENTRERRÍOS (925) se ubica el también mencionado DOLMEN homónimo –del bretón, mesa de piedra- o LLASTRA DA FILADOIRA, porque según la leyenda una vieja hilandera transportó sobre su cabeza esta losa hasta su lugar actual mientras hilaba. Es uno de los mejores ejemplos de construcción megalítica de la región con unos 5.000 años de antigüedad, de finales del Neolítico o comienzos de la Edad de Bronce, sobre terreno pizarroso con penedos de cuarcita.

Fue Aurelio del Llano y Roza de Ampudia (1.868-1936), “Bellezas de Asturias: de Oriente a Occidente” (1.927), quien lo reconoció por primera vez. Lugar de culto o de enterramiento, el dolmen presenta una cámara de planta poligonal con una gran laja o lastra de piedra que reposa sobre varios pilares u ortostatos también de piedra, careciendo en este caso de los que se supone cerraban el lateral septentrional. El acceso se realizaba a través de dos bloques paralelos en forma de corredor por su parte oriental que terminaban en la amplia cámara. En la lastra que cubre el conjunto hay cuatro orificios a modo de pocillos donde se depositaban las ofrendas funerarias.

Volviendo a nuestro itinerario, unos pasos hacia el este y coronamos cómodamente LAS GROVAS (1.159), de nimia relevancia, pues viene a ser un apéndice separado por escasos metros de su compañero más famoso Los Gargalois. Retornamos rumbo a la COLLADA PRADO (1.100). Como variante del camino de ida se puede rodear el PRAO ROQUE (1.117) por la base de su cara este para desembocar nuevamente en COLLADA LA GUBIA (1.009). Pero la vegetación de monte bajo era muy espesa con mayor desarrollo en altura. A partir de aquí el resto ya es conocido.

Ruta de recorrido mediano, sin dificultades técnicas, con algún tramo incómodo entre tupido matorral por la cumbrera de la sierra. La orografía del Cordal de Prao Roque se caracteriza por sus perfiles suaves y contornos ondulados, en contraste con la altivez agresiva de los picos y agujas de la sierra caliza de otras rutas, que acentúan el componente dionisíaco de los abismos. Pero tuvo su encanto particular para nosotros y pudimos apreciar la simetría y belleza apolínea de sus delicadas formas, que conllevan la placidez del sosiego.