Valdefuentes - Hacia la ermita de la Virgen del Carrascal

Valdefuentes de Sangusín está íntimamente ligado a su emplazamiento en el valle y junto al río que le dan nombre y la cercanía a la Ruta de la Plata y la Cañada Real que atraviesa su término municipal. Todo ello lo convirtió en un punto estratégico para el paso del ganado y el comercio, donde llegaron a celebrarse hasta dos grandes ferias que movilizaban a mucha gente del entorno, lo que ha contribuido a definir el carácter ganadero de la actividad de sus vecinos.
Como indica su nombre, la población destaca por el gran número de fuentes que hay en su término, varias de aguas sulfurosas, que usaban los pastores para curar los eczemas y erupciones del ganado. Destaca la de Fuentebuena que se conserva en excelente estado. Veldefuentes se alza a más de ochocientos metros sobre una ladera, desde la que domina el valle y ofrece espléndidas vistas sobre la Sierra de Béjar y Candelario y la Sierra de Francia.
Testigo de todo ello son los abundantes yacimientos arqueológicos que datan desde el Neolítico hasta la Alta Edad Media. De entre todos los vestigios, el más conocido es la estatua-menhir de Valdefuentes, una escultura del Bronce medio (hacia 1.500 a. C.) que representa una figura humana posiblemente con casco (o tocado), coraza, una alabarda y una espada.
Nuestro paseo nos llevará a descubrir otra de las joyas del municipio: la ermita de la Virgen del Carrascal, ubicada donde se encontró la talla, en el interior de un carrasco.
Para iniciar este camino breve, sencillo y bonito podemos partir de la otra ermita situada en la entrada del pueblo llegando desde Peromingo. Más modesta, la del Cristo del Humilladero está situada junto a un panel explicativo de la Cañada Real Soriana Occidental en la calle Las Eras. Si miramos alrededor, descubriremos la báscula para pesar vehículos de carga junto a una caseta de ladrillo. Nos encaminamos hacia ella y por esa pequeña carretera que bordea el pueblo tomamos una calle que asciende y de donde sale un camino que lleva al cementerio. Junto a una antena de telefonía parte un camino a nuestra izquierda entre prados, viñedos y robles que nacen junto a los tapiales de piedra. Avanzamos por ese camino obviando un desvío que sale a nuestra derecha que nos acercaría al río Sangusín.
Continuamos avanzando por el firme de tierra que toma una leve pendiente descendente cuando comienzan a aparecer las primeras encinas y vacas pastando en sus prados con la Sierra al frente. Es un camino que no tiene pérdida y nos lleva entre la umbría por lo que es altamente recomendable para realizarlo en verano.
Cierto olor nos advierte que pasamos junto a una granja de cerdos, lo que nos habla de la abundancia de bellotas en el entorno. Dos mastines se acercarán a ladrarnos sin peligro tras la alambrada, pues ese es su trabajo. Cuando llevemos caminando un kilómetro y medio alcanzaremos la carretera que nos lleva hasta Peromingo. Por ella continuaremos cien metros hasta alcanzar la plaza de toros cuadrada construida con sillares de granito en el siglo XVIII y adosada a la ermita. Conviene quedarse para ver atardecer desde sus gradas con la Sierra de Béjar y Candelario al fondo, un espectáculo que seguro recordará. En medio se enseñorea un gran ejemplar de moral, de gran importancia afectiva para los vecinos y que ha sido protegido por ser una de las Catedrales Vivas de la provincia de Salamanca.
La ermita del Carrascal es un pequeño templo que data del siglo XVI, con una ampliación posterior en el siglo XVIII en la que se construyó el portal de la iglesia que curiosamente permanece cerrado. En ella se alberga la Virgen del Carrascal. El paraje es una ubicación ideal para disfrutar de un día al aire libre en familia.
Podemos regresar entonces por el mismo camino o alargar la caminata y llegarnos hasta la antigua Calzada Romana de la Plata en el tramo con une Valverde de Valdelacasa con la Calzada de Béjar, donde disfrutaremos de un precioso paisaje y encontraremos varios miliarios romanos a lo largo del camino. Para ello podremos descender por la carretera que unía Valdefuentes con la ermita, pues, aunque estrecha, apenas la transitan vehículos, o tomar un camino descendente que parte de lo alto de la plaza de toros de la ermita, internándose entre carrascos y tomar un desvío a la derecha cuando llevemos caminado algo más de kilómetro y medio para dar entonces con la Calzada Romana. Desde allí, y hacia nuestra derecha atravesaremos la carretera primero y pocos metros después el pequeño río Sangusín, donde encontraremos varios miliarios con un código QR que nos dará información de su uso en el camino
Otra opción desde Valdefuentes es aprovechar la ruta BTT de doce kilómetros señalizada por los alrededores del municipio, un recorrido circular que también nos lleva a pasar por la Vía de la Plata y el Valle de Sangusín. Otro bonito paseo jalonado de encinas, robles y matorral bajo por una amplia pista de tierra.

Servicios: alojamiento, bar.
Otros puntos de interés: coso adosado, vestigios arqueológicos.

Si quieres descargarte el libro 26 Paseos Inesperados por las Sierras de Salamanca:
https://adriss.net/wp-content/uploads/2022/04/Guia-26-PASEOS-INESPERADOS.pdf

Otras propuestas en la revista Sierras de Salamanca: https://www.sierrasdesalamanca.es/revistas-electronicas/

Y para saber más de las Sierras de Salamanca: https://www.sierrasdesalamanca.es/