Valdesalor-

Ruta muy fácil, incluso recomendada para niños. dejamos los vehículos en el punto de partida, donde hay un pequeño aparcamiento señalado, y siguiendo el track, bordeando el acueducto por la carretera, alcanzaremos el castillo de la Torrecilla de la Lagartera. Para ello, hay que pasar una valla cerrada, con cuerda, que cuidadosamente hay que dejar cerrada, por que en la finca a la que accedemos hay ganado vacuno. Siguiendo la ruta, podremos alcanzar fácilmente el castillo, donde hay unas vistas espectaculares de todo el campo alrededor y del propio embalse de Valdesalor.
Volveremos al camino por la misma senda por la que subimos, y alcanzaremos la antigua iglesia de Nuestra Señora de la Esclarecida. Una auténtica pena. Actualmente en ruinas, y sin embargo presenta aun la bóveda de lo que debió ser el altar mayor intacta, y parece que en un intento de preservar el monumento, se colocó tejado de uralita! en el cuerpo central de la nave. Incluso se aprecian pinturas originales en alguno de los paramentos. Abierta y accesible a cualquier tipo de personas que puedan hacer más daño, pues está repleta de mobiliarios desvencijados y más utillaje irreconocible.

Copio amablemente de nuestro colega de wikiloc "Dalits" en su ruta: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/arrabal-de-la-zamarrilla-5294714 el texto muy descriptivo y extenso que hace en referencia a este fragmento de nuestra ruta:
"La ruta parte justo de la rotonda existente delante de la cabecera del pantano para tomar, durante poco más de un kilómetro, la carretera que lleva a Valdesalor. Al llegar a la altura del acueducto existente en el lugar, veremos que existe un camino justo al otro lado.

Durante unos metros vamos por el camino, en dirección contraria al que traíamos, hasta que tenemos enfrente las Casas de la Torrecilla, donde el camino gira a la izquierda.

Ya desde antes de este punto ha comenzado a quedar a la vista, en lo alto y a nuestra derecha, las ruinas del Castillo de La Torrecilla de Lagartera, del siglo XIV, que conserva en su torre las almenas defensivas desde las que se dominaba (y aún hoy lo hace) el río Salor y los caminos de acceso de los alrededores.

Desde este punto, y mirando en dirección a Cáceres, nos quedan a la vista todo el sistema de cerros existentes en esta zona, desde el Risco de Sierra de Fuentes (a la derecha de a foto), hasta el Alcor de Santa Eulalia (en el extremo izquierdo).

Trescientos metros más allá de la Casas de la Torrecilla, una cancela en el lado izquierdo del camino nos da acceso a la finca en la que se ubica el Castillo de La Torrecilla de Lagartera, cuya origen se remonta al siglo XIV.

El Castillo, desde el lugar por el que accedemos, presenta tres grandes cuerpos: en el centro la Torre fortificada con sus almenas y a sus lados otra dos construcciones adosadas. La más próxima al repecho por el que subimos tiene la puerta de acceso y lo que debió ser una sala noble. Al otro lado de la torre, visible con más dificultad desde abajo, otra construcción de menos empaque.

Me ha resultado curioso observar que las vistas aéreas de este Castillo nos muestran unas construcciones semicirculares en el lateral que da al río. Confieso que no fui consciente de dicha forma mientras estuvimos pateándolo.

El castillo es una ruina, pero algunos detalles de lo que queda denota el buen gusto de quien lo construyó o habitó: puertas de paso, ventanas con asientos laterales, para contemplar el paisaje, estancias amplias… y no puedo dejar de citar las balconadas, de las que ahora no queda más que la base, desde las que tendría que haber, en su momento, unas estupendas vistas sobre el río.

Tras volver al camino, dejando cerrada la cancela de acceso al castillo, recorremos unos seiscientos metros antes de llegar a una gran nave, a nuestra derecha, que debió funcionar (quizá aún lo haga) como secadero. Y desde una casetilla ubicada a la izquierda, unas ovejas se resguardan del calor, que ya empieza a apretar, mientras nos miran pasar.

En el kilómetro siguiente el camino hace un zigzag: primero un giro brusco, de 90º a la derecha y quinientos metros más allá otro similar a la izquierda. Y en enseguida nos topamos, a nuestra izquierda, con lo que fue la Iglesia de Nuestra Señora de la Esclarecida, cuya construcción se mantiene, exteriormente, en bastantes buenas condiciones aunque su interior, al parecer, está ahora dedicado a labores agropecuarias.

Alfonso Callejo Carbajo tiene publicado un magnífico (como todo lo que hace) artículo sobre el arrabal de las Zamarrillas y en el que alude a esta Iglesia. A dicho artículo me remito para quien quiera tener detallada información. Como es mi amigo, me permito tomar del artículo todo lo que me apetece en referencia al arrabal y a la Iglesia para ilustrar esta crónica declarando, como hago, que todos los datos que doy son originales suyos.

La parte central del cuerpo exterior de la Iglesia conserva aún sus primitivos contrafuertes, siendo el ábside pentagonal de sillares bien labrados lo mejor conservado. Parece que el cementerio del poblado estuvo situado junto al ábside, como lo prueban los restos que han aflorado allí a consecuencia de los trabajos agropecuarios.

La Iglesia cuenta con un pórtico en el que vemos los restos del atrio sin techar, con cuatro arcos de frente por uno de fondo.

Al otro lado del camino y en lo alto, el arrabal de la Zamarrilla..."

En este punto no pudimos llegar a dicho arrabal, pues hay una valla con candado, que indica es propiedad privada y avisan de perros guardianes sueltos, por lo que decidimos volver sobre nuestros pasos unos 300 m y rodear el arrabal, hasta finalmente alcanzar el embalse.
Posteriormente paseamos por su orilla, hasta volver al punto de partida.
Una pena que nuestro patrimonio cultural termine de esta manera.