VALENCIA DEL MOMBUEY: LAS FUENTES DEL ZAOS

Conocida como Valencita, en realidad, el nombre popular completo sería Valencita la Quemada y proviene de las guerras contra Portugal. Se trata de un pueblo extremeño que ha sufrido lo indecible las guerras con Portugal. Está a dos kilómetros de la frontera y el pueblo más cercano no es Oliva, a 21 kilómetros, ni Villanueva del Fresno, a 16, sino la portuguesa Amareleja, que queda a 9 kilómetros. Esta inmediatez fronteriza ha provocado que Valencita fuera destruida y despoblada por efecto de la saña belicosa portuguesa ya en el siglo XIV, cuando no quedó en el lugar ni un solo vecino. En 1641 y 1704 fue de nuevo arrasada e incendiada. La última destrucción fue tan brutal que hubo que cambiar el pueblo de sitio, levantándolo a dos kilómetros de su anterior emplazamiento y tomando el nombre para los restos de Valencita "la Quemada".
Durante la Guerra Civil, muchos valencianos huyeron de la represión franquista hacia Portugal, cruzando el vecino río Ardila y refugiándose en los campos de concentración barranqueños de Russianas y Coitadinhas bajo la protección del teniente Seixas, el Schindler portugués. El final de esta historia de vecindad es, pues, feliz. Hoy, el tránsito entre los dos países es festivo y pacífico.
Ruta circular que parte y regresa a la calle Mesones (junto a calle San Benito) de Valencia del Mombuey. Como su nombre indica, es una ruta para "ver agua", incluso a finales de verano, en sus innumerables fuentes.
De estas fuentes, se destacan en el recorrido: en primer lugar, se encuentra la Fuente del Higo. Pasamos seguidamente por una gran charca que se ubica junto a una granja solar. Después cruzaremos por un puente el arroyo del arenal. Veremos a continuación una fuente sin nombre, nosotros habida cuenta que hemos visto beber de la misma a una piara de cabras, hemos acordado llamarla la Fuente de la Cabra; de bella factura de piedra de pizarra, es una de las que mejor se conservan. Posteriormente veremos las Fuentes de la Serafina y la del Capitán. El arroyo Zaos habrá que cruzarlo dos veces, la primera sobre un vado de hormigón y la segunda igual, pero con unas pasarelas para personas. En época de lluvias exigirá descalzarnos.
Verdaderamente esta ruta es llamativa a finales de verano, porque es cuando se aprecia la abundancia de agua de los distintos manantiales que constituyen sus fuentes.
La ruta está señalizada, pero convendrá llevar gps o dispositivo análogo porque el ángulo de algunas señales es erróneo y nos envían al interior de fincas privadas. En cuanto al sentido de realización, nosotros la hemos realizado al contrario de las agujas del reloj que, valga la redundancia, es el contrario al propuesto por la Diputación, pero nos ha parecido más útil terminar por caminos de herraduras y afrontar al principio la monotonía de la pista de Valencia-Zahínos.
Animales que veremos en el recorrido: cabras, ovejas, vacas, cerdos, gallinas, perros, palomas, tórtolas, mirlos, estorninos, gorriones, cogutas, trigueras...
Tiempo de realización: 3 h. 45 minutos.