Valle de Arán. Circular Bosque Encantado y Hayedo de Carlac

Ruta circular que cruza uno de los bosques más bellos del Valle de Arán, el Bosque Encantado de Carlac. No entraña mucha dificultad, pero hay que resaltar que hay zonas con algunas pendientes muy acusadas dentro del bosque y que con motivo del manto de hojas, sobretodo si están mojadas, puede provocar algún resbalón.

Dejaremos el coche en el parking de entrada de Bausén. No suele ser problemático dejarlo incluso en un lateral de la carretera ante la normal afluencia que esta localidad tiene, aunque hay un parking pequeño a poco más de 500 m del pueblo donde se puede dejar el coche, aumentando así el tramo total del la ruta.

Ya en el pueblo, tomaremos las escaleras que suben hacia la iglesia de San Pedro por la derecha. Siguiendo por la calle Mayor y, tras pasar por la ermita de San Roque, encontraremos un columpio colgado de la rama de un árbol. Desde este punto nos desviamos del camino principal para acceder a un mirador excepcional al valle de Toran, donde un banco estratégicamente colocado nos invita a disfrutar de las vistas.

Antes de regresar al camino y muy cerca del mirador que acabamos de visitar, nos acercaremos al cementerio de Teresa, sin duda la tumba más famosa del Valle de Arán, en el apacible lugar conocido como El Coret, y así conocer la historia de Teresa y Sisco, conocidos como los Amantes de Bausen, que protagonizaron una bonita y a la vez triste historia de amor. En los años 1920, dos jóvenes de este encantador pueblo se enamoraron tan tiernamente que su amor cautivó a todos vecinos. Cuando decidieron casarse, el párroco les exigió una gran suma de dinero como dispensa por el hecho de estar emparentados, aunque fuera un parentesco lejano, y no cedió a las súplicas de los dos enamorados. Sin embargo, ellos decidieron seguir con su amor y vivir juntos, hasta que Teresa enfermó y murió con solo 33 años. Tampoco entonces el párroco accedió a darle santa sepultura en el cementerio del pueblo. Indignados por esta decisión y ante la desesperación del desconsolado joven, todos los vecinos sin excepción, cavaron otra fosa y la enterraron con toda dignidad en el cementerio civil donde reposa y, donde cada año su hijo, fruto del amor que vivieron, deposita flores frescas. Este cementerio pagano, el más pequeño de España, acoge una única tumba y una de las más bonitas historias de amor jamás contadas.

Regresaremos al camino principal y, tomando la senda de la derecha junto a la ermita de San Roque, disfrutaremos de las magníficas vistas de Canejan y el Valle de Toran antes de adentrarnos en el bonito hayedo.

La entrada y salida del hayedo están bien marcados por un portal de ramas por el que pasaremos para introducirnos en el mismo. El follaje de los arboles que nos acompaña en el camino impiden que nos mojemos. El misterio del Bosque de Carlac es latente, como si de un cuento de hadas se tratase. Los Hayedos milenarios parecen que cobran vida con esas formas retorcidas que han adoptado por el paso del tiempo y por capricho de la naturaleza.

Seguimos caminando guiados por la luz que se filtra por las copas de los arboles. Por suerte nos vamos guiando por las señalizaciones que encontramos entre sombras y contrastes de colores.

Cruzaremos un riachuelo por un improvisado puente hecho con troncos. El paraje es mágico, muy mágico, y se acentúa todavía más con el crujir de las ramas y el manto de hojas caído.

Continuaremos ascendiendo para entrar de nuevo en un frondoso bosque de Hayas. Seguimos caminando en silencio, asustándonos con cada sonido y la visión espeluznante de estos arboles retorcidos como salidos de una película de terror. Volvemos a cruzar el riachuelo conocido como río de Carlac.

Caminaremos un poco más por el sinuoso sendero del Bosque de Carlac hasta llegar al punto más alto de toda la ruta circular, el Collado de Pan, desde donde disfrutaremos de impresionantes vistas de la vertiente norte del macizo del Aneto-Maladeta.

Desde el collado descenderemos por una zona de pastos cubiertas de helecho hacia las bordas de Sacrotz y terminar así regresando a Bausen.

Otra ruta imprescindible dentro del Valle de Arán que nos cautivará por la belleza y misterio que esconde.

Índice IBP de la ruta