VALLE DE LAGO (1.210)-LAGO EL VALLE (1.568)-PICOS DE LA MORTERA (2.024) (Circuito) (Parque Natural de Somiedo)

VALLE DE LAGO (1.210)-LAGO EL VALLE (1.568)-PICOS DE LA MORTERA (2.024) (Circuito) (Parque Natural de Somiedo)

DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 15,30 k.
ALTURA MÁXIMA: 2.024 m.
ALTURA MÍNIMA: 1.210 m.
ASCENSO TOTAL: 770 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 5,15 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Octubre de 2021.

VALLE DE LAGO (1.210) es un núcleo de población dentro del Parque Natural de Somiedo, al que se accede por carretera comarcal, rumbo este, desde POLA DE SOMIEDO (AS-227, K 39, Puente de San Martín-Puerto de Somiedo), capital del Concejo, de la que dista unos 7,5 kilómetros. Hasta muy avanzado el siglo XX se conservaron en este lugar varias casas con teitos de escoba, al igual que en las cabañas dispersas por las diferentes majadas del municipio.

A su vez, LAGO EL VALLE (1.568), situado a unos 5 k. al este de Valle de Lago, es el de mayor extensión de Asturias, con una superficie de 230.000 metros cuadrados y profundidad máxima de 45 metros, alimentándose de varios manantiales, y como atributo distintivo una coqueta isla en medio de sus aguas. A su alrededor se forma un circo de montañas de impresionantes paredones, vestigio de un antiguo glaciar, destacando los picos ALBO OCCIDENTAL (2.066) y RUBIO (2.043), atalayas privilegiadas para contemplarlo desde las alturas.

PEÑA LA MORTERA (2.024), en la sierra homónima, también conocida como PICOS DE LA MORTERA, se alza al suroeste del lago el Valle, atalaya privilegiada con una panorámica vertical seductora sobre el mismo, en la divisoria entre Somiedo y León. Se halla cerca del COLLADO DE LA PAREDINA (1.734), lugar por el que se transita hacia Cebolléu, zona de pastos de la Cueta (1.442) (León), población asimismo punto de partida para ruta de acceso a la sierra. Al este se encuentra la Mortera del Valle, asimismo extensa zona pastoril, bellísimo y exótico paisaje que contemplaremos extasiados en un tramo del recorrido.

El declarado PARQUE NATURAL DE SOMIEDO desde 1988, con numerosas cimas que sobrepasan los 2.000 metros, se ubica en el área central de la Cordillera Cantábrica con una extensión de 29.122 hectáreas. Es también “Lugar de Importancia Comunitaria” y “Zona de Especial Protección para las Aves”, así como “Reserva de la Biosfera” según resolución de la Unesco en el 2000.

Los bosques ocupan casi la cuarta parte del parque, con predomino de las hayas en zonas de Saliencia y Valle, y abundancia de robles, fresnos, arces, tilos, acebos, tejos, abedules, castaños, encina carrasca y el quejigo o roble carrasqueño, “Quercus Faginea”, especie mediterránea esta última sólo existente en Somiedo y el Cares dentro de Asturias.

Significativas son también las zonas de pastos que ocupan una quinta parte del territorio y asimismo el matorral con representación de brezales, arándanos, enebros… Singularmente llamativos son sus lagos de origen glaciar, que se concentran sobre todo en el entorno de Saliencia y Valle –este último en nuestro itinerario de hoy-, más lagunas y turberas. Entre los mamíferos salvajes especial relevancia ha adquirido el oso pardo, pues según algunos estudios puebla el parque aproximadamente el 40 ó 50 por ciento del total de ejemplares asentados en la Cordillera Cantábrica.

Llegamos con el vehículo al comienzo del pueblo, en el barrio de RIBACHUENGA, junto al Embalse del Valle –Casa Compuerta-, escoltados al norte por los verticales paredones de PEÑA DE LA VILLA (1.529). Dicho embalse abastece de agua a la Central de la Malva a través del Canal General. Continuamos el recorrido hacia el este por la calle principal, atravesando el barrio de LA QUINTANA, con viviendas habilitadas para el turismo rural, algunas flanqueadas por jóvenes tejos, y dejando a la derecha, a la vera del río, un camping de teitos.

Recalamos en el último de los barrios, EL AUTEIRU, en cuyo aparcamiento dejamos el coche, con la señalización del PR AS-15.1, RUTA al LAGO EL VALLE. . A nuestras espaldas, suroeste, emerge tras la ermita PEÑA FURADA o CASTIECHU (1.924). Tomamos la pista, transitable para vehículos autorizados, que discurre paralela al RÍO DEL VALLE, entre fértiles praderas y el hayedo al otro lado del cauce, adentrándonos por VEGA CAMPRIONDO (1.300-K. 1,8), a la vez que asoman por el este PICOS ALBOS (2.066).

Poco después el PR nos lleva a una encrucijada, CORBA (1.347-K. 2,6), donde un ramal se desvía a la derecha, cruza el río, pasa junto a BRAÑA EL GABITÓN (1.377), escoltada al mediodía por los picos DEL ARCO (1.698) y CANALÓN (1.899), y continúa hacia BRAÑAS MURIAS CHONGAS (1.650), antesala de PEÑA CHANA (2.068) y PICOS DE LA MORTERA (2.024). En parte coincide con nuestro recorrido de vuelta.

Nosotros continuamos de frente, superando un repecho entre peñas de formas caprichosas y frondoso arbolado, hasta desembocar en nuevo espacio despejado, la PRADERA DEL VALLE (1.438-K. 3,8), con alguna cabaña a nuestra izquierda, BRAÑA LA CORBA (1.473), y el río al fondo sur. Nos acercamos a las proximidades del lago, LA PINIELLA (1.577-K. 4,8), donde la pista se empina por terreno ondulado, apareciendo las aguas del río del Valle, que ahí nace en forma de cascada controlada por una compuerta tras la presa de contención, que configura el contorno del lecho de origen glaciar, donde reposan las tranquilas aguas.

Nos asomamos al perímetro del recinto, LAGO EL VALLE (1.568-K. 5), contemplando una panorámica singular: isleta en el centro del lago, variaciones cromáticas en la superficie, dependiendo de la incidencia e intensidad de la luz, y reflejo en las aguas de las sombras que proyectan las estribaciones circundantes. Siguiendo el muro de contención, recalamos en la orilla occidental, justo enfrente de la pequeña isla.

Estamos viendo la amplia y pindia canal al mediodía con diversos marcas de paso, que habremos de remontar, en la denominada zona de LA BÁRCENA (1.600-K. 6,5), a la vez que admiramos los verticales recuestos de las Morteras a nuestra derecha, a cuyos pies nos encontramos. Un ligero requiebro al oeste para encontrar la franja de paso hacia la citada Bárcena. Procuramos seguir las huellas centrales, subiendo con calma y no sin esfuerzo por terreno no excesivamente incómodo, pero con desnivel pronunciado que requiere cierta atención.

Llegaremos a una especie de collado, por el que continuamos en ligero ascenso encajonados, para poco después dar un GIRO AL OESTE (1.804-K. 7,3) con la vista puesta en los recuestos de la sierra. Continuamos la pindia subida buscando la vía menos penosa hasta alcanzar estribaciones meridionales del CORDAL (1.999-K.7,7). El esfuerzo mereció la pena. Entre las estribaciones meridionales del RUBIO (2043) y ALBO ORIENTAL (2.066), más las orientales de Sierra de la Mortera, y los paredones septentrionales de PEÑA ORNIZ (2.191) junto al CUETALBO (2.074) se extienden las Morteras del Valle y del Coto.

Es todo un seductor espectáculo. Se trata de una amplia zona de pasto, paisaje lunar por su relieve geológico con sucesivos pequeños jous, que crean ondulaciones sobre el terreno de un inmenso valle de montaña, donde los rayos solares generan cautivadores claroscuros. A estos pastos subían merinas durante el estío. Hoy día sólo se ven campar a sus anchas rebaños de rebecos ajenos a la curiosidad del montañero.

Continuamos la marcha rumbo norte por la planicie, siguiendo una vereda y, tras sortear una valla de alambre de espino, en seguida alcanzamos fácilmente la cima de PEÑA LA MORTERA (2.024-K. 8,1), marcada con buzón de cumbre, figura metálica en forma de cuervo y minúsculo belén. Impresiona sobremanera la caída vertical al este de casi 500 metros y la visión de las aguas del lago el Valle, más su isleta a nuestros pies. Sin comentarios. A la panorámica de cumbres ya mencionadas añadimos por el este el MACIZO UBIÑAS (2.417) más allá de los Albos. Al poniente, PICOS BLANCOS (2.064) y PEÑA CHANA o CHAGÜEZOS (2.068) con el CORNÓN (2.188) en el horizonte lejano.

Regresamos bajando hacia la amplia y herbosa CANAL (1.860-K. 8,4) con algún pequeño pedrero, que enfoca rumbo norte, encontrando algunos jitos en su lecho. Al final de la misma, GIRO AL NOROESTE (1.698-K. 9,1) descendiendo por estrecho sendero que desemboca en EL VENEIRU (1.556-K. 10), núcleo de cabaña y caseta con manchas boscosas, donde abundan hermosos ejemplares de tejo, algunos de ellos centenarios. Aquí tomamos la pista que baja de la braña Murias Llongas (1.650). Descendemos hasta el valle, continuando rumbo noroeste por nueva pista y, dejando a nuestra derecha BRAÑA EL GABITÓN (1.377-K. 11,9) con sus teitos, cruzamos el río del Valle para enlazar poco después con el trayecto de ida en la CORBA.

Generalmente hemos confiado en el sugerente poder de la palabra para describir y recrear la realidad, resistiéndonos a aceptar, por principio, el tópico de que “una imagen vale más que mil palabras”. Pero en esta ocasión las imágenes hablan por sí solas. Contemplémoslas, pues, deleitándonos con ellas: un sinfín de contrastes cromáticos por el juego de luces y sombras entre camperas, bosques, montañas y lagos, junto a mágicos y sorprendentes claroscuros, generados por los rayos solares que reflejan los matices del otoño sobre el paisaje y la superficie de las aguas. A este respecto nos hemos servido de imágenes tomadas en anteriores ocasiones con mayor colorido. Una ruta cómoda en los primeros cinco kilómetros, que requiere cierto esfuerzo en el ascenso a la cumbre. Un mítico valle de la geografía asturiana y una atalaya privilegiada para la contemplación del lago, que no deberían faltar en el “curriculum” del senderista.