Valle de Los Castillos - Valle del Rincón: Paseo botánico 24022021

Después del entusiasmo con el que terminé ayer el paseo por el Valle de Máguez, casi no pude reprimir o posponer la visita al Valle de los Castillos. Así que con mi mochila al hombro volví a coger la guagua en Arrieta y cogí destino a la parada de La Cruz de Haria.
Empecé la andadura en esta parada que está a la salida de Haria en dirección Máguez, me fui por la calle Casa Atrás en dirección a los Valles de Haría y Máguez y en vez de continuar por ella me adentro por el desvío a la izquierda que se encuentra un poco después del antiguo restaurante Los Cascajos.
Por este camino, que transcurre por la ladera sur del valle, me adentré sin salirme del mismo y, como ayer, admirando los colores que alfombran toda el valle. No hay tanta variedad pero el recorrido es cómodo y agradable porque el sendero es ancho y transitable.
El camino se interrumpe, como siempre, por una cadenita que impide continuar en coche pero que no evita que la saltemos y sigamos. Se llega al final del trayecto de ida y como ayer, se observa el océano Atlántico esta vez parapetado tras un muro de piedras que actúa como borde del precipicio que se presume y que no compruebo. A la izquierda se ve La Caleta y la costa próxima a Soo y a la derecha sólo el risco y el extremo mas al sur de La Graciosa, no se ve como ayer El Archipiélago de Las Chinijas. Después de un rato de contemplación busco salida por la ladera sur pero fuera del camino desde el que accedí. Me voy hacia "el castillo" en la zona de Matos Verdes, por ahí sé que hay una vereda algo complicada que permite el paso al otro lado, al valle del Rincón, pero el deambular por las alturas no es mi fuerte.
Voy descendiendo por la ladera rodeado por un manto de colores precioso. La idea es alcanzar la matas de margaritas de Famara que había visualizado en la subida. Al alcanzar la vivienda de la cadenita observo un caminó de subida hacia la parte alta de la ladera y decido subir para fisgonear; el camino esta resguardado por una hilera de arbustos que lo acompaña hasta lo alto. Llego a la parte alta del lomo y desde él se observa el valle del Rincón, un camino que sube hasta la peña que acabo de dejar atrás y que desciende, parece, hasta Haria e igualmente se observa la montaña de Aganada.
Decido cambiar los planes y continuar por el sendero hasta la otra peña que a modo de torre otea todo el castillo. Ya veré que hago después. El sendero esta bien definido y parece que la peña acoge en su seno un vergel, luce muy verde. Alcanzo el pie de la Peña, todo cubierto de verde y observo una mata grande de las Margaritas de Famara. El sendero continua por todo el lomo de la montaña y en dirección a Haria. Decido continuar por él a ver a donde me lleva, tiempo de dar la vuelta siempre hay. El verde sigue siendo el color predominante, veroles, tabaybas, bejeques y demás tejidos conforman la alfombra por donde voy pasando. Alcanzo la última peña y continuo por el sendero. En un momento dado el sendero se divide en dos, uno que continua al frente y el otro que gira a la derecha en dirección del Valle del Rincón. Decido coger este último. El sendero es claramente en descenso y pierde con el paso la belleza de lo andado, ahora es mas seco. Después de un rato de descenso alcanzo el camino que recorre el Valle del Rincón y cojo dirección Haria. Siguiendo el cauce del barranco desemboco en la plaza de Haria y de ahí a por la guagua que me lleve a casa. Fin de trayecto, otra jornada feliz.