Valle de Ricote (Blanca - Ojós - Ulea - Villanueva del Río Segura - Archena)
near Blanca, Murcia (España)
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Itinerary description
Un día radiante de otoño ha propiciado que esta larga ruta de hoy haya sido, probablemente, la mejor de las que he realizado por el siempre hermoso Valle de Ricote.
A la ida he seguido la ruta 1 del coleccionable de La Opinión VUELTA CICLOTURÍSTICA POR VÍAS PECUARIAS, por J. F. Cerezo. La vuelta ha sido casi igual, pero con algunas variaciones para visitar más sitios.
Empiezo a caminar desde la Fundación Pedro Cano, en Blanca. Me agrada ver que, en general, el entorno está bastante cuidado. El inicio junto al río Segura es inmejorable. Enseguida entramos al Parque de las Cuevas, yendo por el carril pegado al agua, entre palmeras y ardillas, hasta llegar al final del parque, bajo el inconfundible Mirador del Alto de Bayna, nuestro siguiente destino.
Para ello cruzaremos un puente y giraremos a la derecha para ascender por una empinada cuesta marcada como PR (PR-MU 24 Sendero de la Hoya de San Roque) y GR (el GR 127 Sendero del Río Segura). Tras unos peldaños salimos a la Ermita de la Sagrada Familia, y a la derecha está indicado el mirador, de obligada visita para admirar el Embalse de Ojós, que se abre a escasos metros.
De vuelta a la ermita giramos a la derecha para bajar por suelo de cemento a las Casas de Toledo, siguiendo aún las marcas blancas, amarillas y rojas, aunque lo abandonaremos tras pasar entre las casas, y cuando el camino gira a la izquierda debemos seguir de frente por un sendero menor, hacia unas casas tradicionales, tras las cuales saldremos a un camino y parque junto al Embalse de Ojós.
Buscamos la orilla y caminamos junto a ella, siempre aguas abajo, hasta una desembocadura que salvamos por un puente cercano, para volver a la orilla hasta que poco después el camino sube a la izquierda y nos saca a una carretera casi sin tráfico. Vamos a la derecha, y pronto veremos La Favorita, una singular casa señorial.
De nuevo estamos en el PR y GR, pero el pequeño recorrido nos abandona definitivamente, pues se dirige a la Sierra de la Navela. El GR baja a la derecha, y nosotros con él. Es una carretera de servicio de la CHS (Confederación Hidrográfica del Segura) que lleva a las instalaciones del Embalse de Ojós, pasando por un corto túnel en curva.
A su salida giramos por la carretera a la izquierda, en dirección a Ojós y Ricote y en subida. Cuidado aquí, hay arcén, pero estrecho, aunque hay buena visibilidad.
A la izquierda vemos las singulares paredes de la Sierra del Chinte. El paraje es conocido como El Solvente, y no dejará indiferente su contemplación. Mientras, el río baja alegre tras el empuje del embalse y el Azud de Ojós. Lo buscamos al descender por la carretera, tras el Mirador del Solvente. En la curva, junto a una casa, baja a la izquierda un camino de tierra que tomamos.
Visitamos el azud, y de vuelta, por donde se supone que debe haber un paso, lo encuentro todo tapado por la vegetación y el acceso entre las terrazas de limoneros no es fácil. Para colmo, está todo lleno de poda que dificulta el tránsito. Al final llego a los escalones de salida con menos problemas de los que parecía, y retomo la carretera, pero a la vuelta evitaré este tramo y no dejaré la carretera.
Ahora sí conviene ir atentos: el arcén sigue siendo estrecho y las curvas quitan visibilidad. Además, a la izquierda vamos a varios metros sobre los bancales, así que lo dicho, mucha precaución aquí. Lo bueno es que es un tramo corto, y cuando estamos a punto de llegar al cruce con Ricote, donde hay un gran cartel de Ojós, bajamos a la izquierda por un estrecho camino de cemento entre muros.
Estamos rodeados de limoneros, muros y puertas, palmeras, y con el río a pocos metros: es el corazón mismo del Valle de Ricote. Esta senda nos va a llevar a Ojós en pocos minutos. Decido no entrar ahora y seguir con la ruta, así que busco el río, y en lugar de cruzar el puente continúo por la margen derecha unos cientos de metros, a la altura del Jardín de las Tres Culturas, donde hay otro puente: el Puente Colgante de Ojós, construido en 1988 tras la destrucción del anterior en la riada de 1986.
Aquí sí cambiamos de orilla, y al poco de avanzar por la izquierda del cauce salimos por una cuesta asfaltada con un comienzo bastante empinado. Es una pena dejar el río: atrás queda sin ver la Noria de La Ribera, y más adelante la pasarela que cruza el río junto al Salto de la Novia.
No importa, nuestra ruta también es muy bonita, y tiene la ventaja de mostrarnos unas vistas fenomenales del Valle de Ricote y el Río Segura. La carretera alcanza el Mirador del Salto de la Novia para descender suavemente hasta el Mirador de la Noria de Villa Felices, con acueducto. Estamos a las puertas de Ulea, pero la ruta también evita entrar a esta población, así que dejo la visita para la vuelta.
Bajamos hasta conectar nuevamente con el río en un agradable paseo. Alcanzamos el puente que une Ulea y Villanueva del Río Segura y lo cruzamos. Justo al pasarlo debe haber un camino a la izquierda, pero está cortado. Debo seguir por la carretera unos metros y en la curva la abandono para bajar junto a una casa y volver, nuevamente, al amparo del Segura. Estoy en el Paseo Fluvial El Golgo, en la margen derecha del río, y es un paseo delicioso.
Un buen rato después, ya en las inmediaciones de Archena, veremos un puente a la izquierda, pero hemos de continuar por este lado del río. Estamos a punto de salir a la carretera que accede al Balneario de Archena, donde giraremos a la izquierda. En la redonda de la entrada bajaremos a la izquierda, por camino de tierra, siempre buscando la ribera. Este camino discurre por la parte trasera de algunos establecimientos del balneario.
Llegamos casi a la salida de las instalaciones, pero antes entramos para ver la Capilla de Nuestra Señora de la Salud, muy llamativa.
La carretera de salida es otro agradable paseo entre olmos, y con el sonido del río acompañando nuestros pasos. En una curva de la carretera la dejamos para bajar a la izquierda junto a un parque para perros. Estamos en la Ruta de Vicente Medina, y este último kilómetro y pico es otra gozada: el paseo entre el río y los árboles, la playa fluvial, el Museo de Archena… todo bien cuidado, aunque no ha escapado a la vandalización, y encuentro basuras en la ribera, pintadas en algunos monolitos con poemas de Vicente Medina y algún otro signo incívico.
Cuando llego al puente de la MU 522 doy por finalizada la ida, siendo fiel a la ruta que he venido siguiendo. En la vuelta me permitiré hacer algunas variaciones.
La primera será tomar el puente que ignoré antes de llegar al balneario, así volveré a Ulea desde la margen izquierda. Y parece que no, pero el paisaje cambia. Además, paso por la antigua central hidráulica El Golgo, junto a la Torre del Gurugú o de los Henchidores, lo cual es un acierto.
Esta vez sí entro a Ulea. La Parroquia de San Bartolomé y la Casa de Eiffel, junto al Templete, son sus tres grandes atractivos. Ya he caminado antes por aquí, primero cuando hace unos cuantos años hice el PR-MU 36 Sendero de los Moriscos. La otra fue más recientemente, aunque también hace bastante, cuando realicé el Camino del Lignum Crucis entre Granja-Rocamora (Alicante) y Caravaca de la Cruz.
Vuelvo al Mirador de la Noria de Villa Felices, al del Salto de la Novia, vuelvo a cruzar el puente colgante, y ahora sí entro a Ojós. Y de haberlo sabido, habría vuelto al río para cruzar y visitar la Noria de La Ribera, siguiendo por allí hasta otro puente colgante bajo el Solvente. Pero desconocía la existencia de dicho puente, de modo que sigo por la carretera estrecha (precaución una vez más) hasta el túnel y la carretera de servicio de la CHS. Reconecto con el PR-MU 24, y ya no lo suelto.
En lugar de regresar junto al Embalse de Ojós, soy fiel a la pintura de PR y GR hasta que, tras casi 33 kilómetros y una sonrisa permanente, llego a la Fundación Pedro Cano, en Blanca, donde volveré para repetir, muchos años después, el PR-MU 24 Sendero de la Hoya de San Roque.
A la ida he seguido la ruta 1 del coleccionable de La Opinión VUELTA CICLOTURÍSTICA POR VÍAS PECUARIAS, por J. F. Cerezo. La vuelta ha sido casi igual, pero con algunas variaciones para visitar más sitios.
Empiezo a caminar desde la Fundación Pedro Cano, en Blanca. Me agrada ver que, en general, el entorno está bastante cuidado. El inicio junto al río Segura es inmejorable. Enseguida entramos al Parque de las Cuevas, yendo por el carril pegado al agua, entre palmeras y ardillas, hasta llegar al final del parque, bajo el inconfundible Mirador del Alto de Bayna, nuestro siguiente destino.
Para ello cruzaremos un puente y giraremos a la derecha para ascender por una empinada cuesta marcada como PR (PR-MU 24 Sendero de la Hoya de San Roque) y GR (el GR 127 Sendero del Río Segura). Tras unos peldaños salimos a la Ermita de la Sagrada Familia, y a la derecha está indicado el mirador, de obligada visita para admirar el Embalse de Ojós, que se abre a escasos metros.
De vuelta a la ermita giramos a la derecha para bajar por suelo de cemento a las Casas de Toledo, siguiendo aún las marcas blancas, amarillas y rojas, aunque lo abandonaremos tras pasar entre las casas, y cuando el camino gira a la izquierda debemos seguir de frente por un sendero menor, hacia unas casas tradicionales, tras las cuales saldremos a un camino y parque junto al Embalse de Ojós.
Buscamos la orilla y caminamos junto a ella, siempre aguas abajo, hasta una desembocadura que salvamos por un puente cercano, para volver a la orilla hasta que poco después el camino sube a la izquierda y nos saca a una carretera casi sin tráfico. Vamos a la derecha, y pronto veremos La Favorita, una singular casa señorial.
De nuevo estamos en el PR y GR, pero el pequeño recorrido nos abandona definitivamente, pues se dirige a la Sierra de la Navela. El GR baja a la derecha, y nosotros con él. Es una carretera de servicio de la CHS (Confederación Hidrográfica del Segura) que lleva a las instalaciones del Embalse de Ojós, pasando por un corto túnel en curva.
A su salida giramos por la carretera a la izquierda, en dirección a Ojós y Ricote y en subida. Cuidado aquí, hay arcén, pero estrecho, aunque hay buena visibilidad.
A la izquierda vemos las singulares paredes de la Sierra del Chinte. El paraje es conocido como El Solvente, y no dejará indiferente su contemplación. Mientras, el río baja alegre tras el empuje del embalse y el Azud de Ojós. Lo buscamos al descender por la carretera, tras el Mirador del Solvente. En la curva, junto a una casa, baja a la izquierda un camino de tierra que tomamos.
Visitamos el azud, y de vuelta, por donde se supone que debe haber un paso, lo encuentro todo tapado por la vegetación y el acceso entre las terrazas de limoneros no es fácil. Para colmo, está todo lleno de poda que dificulta el tránsito. Al final llego a los escalones de salida con menos problemas de los que parecía, y retomo la carretera, pero a la vuelta evitaré este tramo y no dejaré la carretera.
Ahora sí conviene ir atentos: el arcén sigue siendo estrecho y las curvas quitan visibilidad. Además, a la izquierda vamos a varios metros sobre los bancales, así que lo dicho, mucha precaución aquí. Lo bueno es que es un tramo corto, y cuando estamos a punto de llegar al cruce con Ricote, donde hay un gran cartel de Ojós, bajamos a la izquierda por un estrecho camino de cemento entre muros.
Estamos rodeados de limoneros, muros y puertas, palmeras, y con el río a pocos metros: es el corazón mismo del Valle de Ricote. Esta senda nos va a llevar a Ojós en pocos minutos. Decido no entrar ahora y seguir con la ruta, así que busco el río, y en lugar de cruzar el puente continúo por la margen derecha unos cientos de metros, a la altura del Jardín de las Tres Culturas, donde hay otro puente: el Puente Colgante de Ojós, construido en 1988 tras la destrucción del anterior en la riada de 1986.
Aquí sí cambiamos de orilla, y al poco de avanzar por la izquierda del cauce salimos por una cuesta asfaltada con un comienzo bastante empinado. Es una pena dejar el río: atrás queda sin ver la Noria de La Ribera, y más adelante la pasarela que cruza el río junto al Salto de la Novia.
No importa, nuestra ruta también es muy bonita, y tiene la ventaja de mostrarnos unas vistas fenomenales del Valle de Ricote y el Río Segura. La carretera alcanza el Mirador del Salto de la Novia para descender suavemente hasta el Mirador de la Noria de Villa Felices, con acueducto. Estamos a las puertas de Ulea, pero la ruta también evita entrar a esta población, así que dejo la visita para la vuelta.
Bajamos hasta conectar nuevamente con el río en un agradable paseo. Alcanzamos el puente que une Ulea y Villanueva del Río Segura y lo cruzamos. Justo al pasarlo debe haber un camino a la izquierda, pero está cortado. Debo seguir por la carretera unos metros y en la curva la abandono para bajar junto a una casa y volver, nuevamente, al amparo del Segura. Estoy en el Paseo Fluvial El Golgo, en la margen derecha del río, y es un paseo delicioso.
Un buen rato después, ya en las inmediaciones de Archena, veremos un puente a la izquierda, pero hemos de continuar por este lado del río. Estamos a punto de salir a la carretera que accede al Balneario de Archena, donde giraremos a la izquierda. En la redonda de la entrada bajaremos a la izquierda, por camino de tierra, siempre buscando la ribera. Este camino discurre por la parte trasera de algunos establecimientos del balneario.
Llegamos casi a la salida de las instalaciones, pero antes entramos para ver la Capilla de Nuestra Señora de la Salud, muy llamativa.
La carretera de salida es otro agradable paseo entre olmos, y con el sonido del río acompañando nuestros pasos. En una curva de la carretera la dejamos para bajar a la izquierda junto a un parque para perros. Estamos en la Ruta de Vicente Medina, y este último kilómetro y pico es otra gozada: el paseo entre el río y los árboles, la playa fluvial, el Museo de Archena… todo bien cuidado, aunque no ha escapado a la vandalización, y encuentro basuras en la ribera, pintadas en algunos monolitos con poemas de Vicente Medina y algún otro signo incívico.
Cuando llego al puente de la MU 522 doy por finalizada la ida, siendo fiel a la ruta que he venido siguiendo. En la vuelta me permitiré hacer algunas variaciones.
La primera será tomar el puente que ignoré antes de llegar al balneario, así volveré a Ulea desde la margen izquierda. Y parece que no, pero el paisaje cambia. Además, paso por la antigua central hidráulica El Golgo, junto a la Torre del Gurugú o de los Henchidores, lo cual es un acierto.
Esta vez sí entro a Ulea. La Parroquia de San Bartolomé y la Casa de Eiffel, junto al Templete, son sus tres grandes atractivos. Ya he caminado antes por aquí, primero cuando hace unos cuantos años hice el PR-MU 36 Sendero de los Moriscos. La otra fue más recientemente, aunque también hace bastante, cuando realicé el Camino del Lignum Crucis entre Granja-Rocamora (Alicante) y Caravaca de la Cruz.
Vuelvo al Mirador de la Noria de Villa Felices, al del Salto de la Novia, vuelvo a cruzar el puente colgante, y ahora sí entro a Ojós. Y de haberlo sabido, habría vuelto al río para cruzar y visitar la Noria de La Ribera, siguiendo por allí hasta otro puente colgante bajo el Solvente. Pero desconocía la existencia de dicho puente, de modo que sigo por la carretera estrecha (precaución una vez más) hasta el túnel y la carretera de servicio de la CHS. Reconecto con el PR-MU 24, y ya no lo suelto.
En lugar de regresar junto al Embalse de Ojós, soy fiel a la pintura de PR y GR hasta que, tras casi 33 kilómetros y una sonrisa permanente, llego a la Fundación Pedro Cano, en Blanca, donde volveré para repetir, muchos años después, el PR-MU 24 Sendero de la Hoya de San Roque.
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Comments (2)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Me ha encantado seguir esta ruta. Es un buen entreno de larga distancia y al tiempo disfrutas de preciosos paisajes y rincones de la Región. Gracias por compartir.
Muchas gracias, Conchial. Es un lujazo caminar por el Valle de Ricote, esta ruta tiene tramos preciosos. Saludicos.