Valle de San Pedro - junta ríos Cega y Ceguilla - Arte Románico de la zona de la Vega del Cega

Extremar la precaución en días calurosos pues es importante la falta de protección para la sombra.

Para seguir el track es mejor usar la capa de google maps. Se ajustan mejor los caminos que en cualquier otra capa GIS.

Iniciamos la ruta en San Pedro del Valle junto a un pequeño parque. Curioso y bonito pueblo segoviano que en este sábado de primavera tiene bastante murmullo por sus pequeñas y estrechas calles.

Callejeamos y salimos del mismo buscando el camino de Los Corchos, pero después de varias centenas de pasos nos volvemos porque nos encontramos una cancela que indica estar electrificada. Ni lo comprobamos porque lo este o no, el mensaje de prohibido pasar es claro. El paisano se sale con la suya y tiene bloqueado un ancho y transitable camino publico.

Así pues, decidimos dar marcha atrás y coger otro camino ancho conocido como “via cicloturista de La Bareda”la por el que avanzamos entre prados con vacas hasta bajar a un lugar próximo al de la junta de los ríos Ceguilla y Cega, punto más bajo de nuestra marcha. La junta es difícil de observar dada la espesa vegetación de la zona tan agradecida con el flujo de ambas aguas. Encontramos un camino señalizado como Camino de San Frutos. Cruzamos ambos ríos por puentes antiguos de arcos de dovelas.

Desde el fondo del valle ascendemos al páramo para volver por el mismo camino y poco antes de llegar al pueblo, ir a encontrarnos con la iglesia de San Pedro. Su estupendo juego de volúmenes es de corte barroco, aunque austero.

Desde aquí subimos de nuevo al páramo, caminando por los anchos caminos de arena hasta encontrarnos en un altozano un juego de antenas sobre un mástil rojo y blanco

Desde aquí, recuperamos camino para bajar a un arroyo y subir otra vez al páramo a visitar las ruinas de la iglesia románica de San Justo y Pastor, aislada en un alto cerca del pueblo de Mata.

Como ejemplar del románico, lo que queda de la iglesia, ábside y torre, tampoco es muy relevante; pero su condición de ruina le otorga un atrayente aire de misterio.

En el regreso bajamos al pueblo de Valle de San Roque haciendo una parada previa en la ermita de San Justo en el extremo opuesto del pueblo respecto al de la iglesia.

De aquí, al punto de inicio de la ruta hay pocos metros por un camino que se esta comiendo la vegetación, pero que todavía se vislumbra.