160. Valle de Zamanzas y Aledaños
near Villanueva-Rampalay, Castilla y León (España)
Viewed 147 times, downloaded 3 times
Trail photos
Itinerary description
📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 64 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 511 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Crees que ya has estado ‘allí’ porque antes has recorrido parajes a muy pocos kilómetros. Pero, cuando vas, te das cuenta de que no es así: No has estado; este ‘allí’ es otro diferente. Es lo que tiene la provincia de Burgos, con tanta variedad de paisajes, más allá de las llanuras y cerros de la zona central.
En alguna fuente informativa (no consigo re-localizarla) he leído que, según la UNESCO, en Burgos hay ‘ciento-y-muchas’ categorías de paisajes distintos; con identidad propia. Entiendo que para esto se utilizan criterios objetivos; que no es ‘hablar por hablar’. Puedes comprobarlo; haciendo rutas, quiero decir.
Ese micro-cosmos diverso se extiende sobre todo por el amplio norte y el dilatado este (pero no sólo). Esa sensación se me acentúa en la zona de las revueltas del Ebro y sus colindantes. Son tantos los hondos y escondidos valles que el río y las presiones geológicas han creado…. Allí tocaba ir hoy.
El día estaba nublado, pero el sol quería abrir el cielo por oriente, evaporar las densas nubes. Vana ilusión efímera. Los claros duraron poco y aparecieron a cuentagotas. En algún momento pensé que llovería de tan oscuro como se puso. Estuvo en un tris. Las previsiones meteorológicas se excedieron en optimismo.
Ese contratiempo sí importó algo; pero no mucho. Los colores de la vegetación se mostraban apagados bajo un techo plomizo. Sin duda, habrían mejorado con el sol y el cielo azul. Aun así, al parecer, yo no quería que la ruta terminase. Larga de por sí, la alargué todavía más.
LA RUTA
Seguí el trazado de ‘Manu Arroyo’ https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/villanueva-rampalay-valle-de-zamanzas-turzo-y-pesquera-de-ebro-117666391. Lo hice en su mismo sentido circular: Desde Villanueva-Rampalay a Turzo a Pesquera de Ebro, y regreso al origen. Queda así la parte con más desnivel al principio y la llana después.
Partiendo de Villanueva-Rampalay, ascendemos por un bosque de robles hasta el portillo de San Roque (km 2,8). Se nos despliega allí el páramo, en manso descenso hasta Turzo (km 4,5); pueblo tan retirado como primoroso. Su tienda de velas dio para una agradable anécdota (ver debajo); para llevarse en la mochila, literal y metafóricamente.
Desde Turzo descendemos plácidamente hasta el valle del Ebro (km 8, aprox.). Cerca del río, vamos anadeando hasta Pesquera (km 11,8). Sólo los buitres sobrevolando los riscos nos recuerdan que el mundo se mueve. Pesquera bien vale un paseo (aunque no para ver un enorme todo-terreno subido a la acera justo delante de la iglesia, tapando su visión).
En Pesquera es obligado (y obligatorio para regresar) cruzar su puente sobre el Ebro. Allí tomamos el sendero de vuelta a Villanueva-Rampalay, río abajo. Cerca del paso estrecho de Las Calzadas (km 16,4) tendremos que caminar 600 m por la solitaria carretera. Finalmente, otro impresionante puente nos depositará en el destino (km 19,5).
La ruta tiene fácil orientación. Gran parte transcurre por ramales del GR-99 y el PRC-BU-2. Hay señales en los árboles (bandas blanca-amarilla o blanca-roja). El terreno es cómodo. Sólo el ascenso por el monte hasta el portillo tiene una leve exigencia. La longitud apenas puede recortarse un par de km. Entre Villanueva-Rampalay y Pesquera no hay puentes intermedios para cruzar el Ebro.
DESTACADO
Es ésta una ruta relativamente larga. Algunos segmentos en las zonas llanas podrían resultar uniformes o repetitivos; no fue mi caso. El entorno se va moviendo a tu paso. Hay notable variedad y contrastes paisajísticos, salpimentados con cultura e historia en las poblaciones.
(1) Variedad y contrastes paisajísticos:
Siguiendo el orden del itinerario,
(a) Primero atravesamos en diagonal y en ascenso un apretado bosque de robles. Por un estrecho sendero, de los de ‘fila india’, vas sumergido entre la frondosidad. En las zonas medias y altas, más rocosas, los claros dejan ver el valle de Zamanzas al norte, con el pueblo de Gallejones estirado debajo.
(b) En el portillo de San Roque se amplían las vistas y se añade una perspectiva nueva, la del otro lado, en dirección sur: El páramo y los lomos y jorobas que resguardan los cañones del Ebro. Esta parte, hasta Turzo, me encantó. Al llegar, dos caballos se me acercaron curiosos.
(*) Digamos ‘caballos’ genéricamente. No les pregunté ni indagué visualmente sobre su sexo biológico. (En estas circunstancias, el redicho circunloquio ‘animales de raza equina’ sería tan ‘inclusivo’ como tristemente cómico). …Habría al respecto una secuela reveladora (y sorprendente) 16 días después.
(c) Desde Turzo hasta el valle del Ebro, descendemos por el barranco de La Rad. Una larga y profunda hendidura lo rasga, tupida de vegetación. Por encima, desde el sendero vamos contemplando los empinados ribazos laterales del barranco. A cámara lenta, se aproximan los murallones torturados que caen a Las Calzadas, al fondo. Espectacular.
(d) Llegados al final del barranco, en el valle, las moles del lado oriental se muestran vivaces y cambiantes. En el occidental, las imponentes elevaciones parecen más apáticas; más distantes, aunque estén más cerca. Estamos dentro del cañón, aquí amplio, que conforma el Ebro. En la lejanía va emergiendo Pesquera, despacio. De postal.
(e) Tras virar en Pesquera, el Ebro (antes más alejado) se pone ahora al lado durante el trayecto restante. Vamos por un apacible, beatífico sendero; a trechos, abovedado como un túnel vegetal, con el suelo cubierto de hojas secas. El río, a tramos, calmoso; en otros, brioso. Como contrapunto, a nuestra derecha se engallan verticales muros pétreos.
(f) La serenidad se rompe en la angostura de Las Calzadas. Allí sólo caben el río y la estrecha carretera. Ambos han tenido que robar espacio a las rocas. Impresiona el corte y el retorcimiento de éstas, sus pliegues aristados y su inclinación. En contraste, el Ebro se exhibe allí flemático. Como sabiendo que ha ganado la batalla (por ahora…).
Complementariamente, a lo largo de todo el camino, aún persistía el colorido otoñal. Se encontraba bastante amortiguado por la grisura y escasa luminosidad del día. Pero la cámara de fotos notó esa deficiencia más que el cerebro. Éste, más creativo, reconstruía y acentuaba los colores internamente, imaginando su original.
(2) Las construcciones arquitectónicas civiles y religiosas:
Aparte de las exquisiteces de la naturaleza, la ruta proporciona excelencias culturales de creación humana. Destacaré algunas de tipo arquitectónico, de uso civil (dos puentes sobre el Ebro) o con finalidad religiosa (iglesias y ermitas; elegiré tres).
(a) Tanto el puente de Pesquera de Ebro como el de Villanueva-Rampalay tienen origen medieval (siglo XIII). Si bien ambos fueron reformados muy posteriormente, en sus fundamentos constituyeron obras magníficas de ingeniería.
Téngase en cuenta que el puente de Pesquera alcanza una altura de 13,20 metros y una longitud de 50 metros; el de Villanueva-Rampalay, de 11,80 y 91 metros, respectivamente. Todo en piedra de sillería y con arcos abovedados. Admirable.
(b) Justo al otro lado del puente (a la salida) de Pesquera de Ebro, se erige la ermita de San Antonio, del siglo XVII. Sorprende estéticamente la estudiada alineación que guarda con el eje del propio puente. Como puerta de acceso y como telón de fondo. Un interior austero contrasta con los barrocos blasones exteriores.
(c) La iglesia de San Martín, en Turzo, tiene origen románico (siglo XIII), que aún se conserva en su portada. Ésta se halla profusamente decorada con finos relieves labrados en sus arcos y capiteles. Nada menos que cinco arquivoltas y cuatro columnas a cada lado. El resto incluye importantes reformas tardogóticas.
(d) Las ruinas de la iglesia de San Cipriano. En el caserío de Colina, ya cerca de Villanueva-Rampalay, a duras penas se mantiene en pie la estructura del templo. También de origen románico, las reformas no la han salvado. ‘Engancha’ la visión de su torre con la perspectiva de los modernos aerogeneradores al fondo, justo por encima.
ANÉCDOTA
A nadie vi en la larga travesía. Ni siquiera en Villanueva-Rampalay, ni en Turzo (con una excepción), ni en Pesquera de Ebro (sólo dos soldados dentro de un vehículo de la U.M.E; ¿…?). A nadie más. ‘Ni un alma’ en las calles (bueno, dos caballos, un gato y algún perro).
Curiosamente, el único encuentro con personas me gratificó con una anécdota. Ocurrió en Turzo, en la tienda de velas.
Quería yo llevar un detalle a una persona que no pudo acompañarme esta vez. Un par de velas con formas caprichosas, colorido, y olor a flores estarían muy bien. Y así, además, pondríamos ‘un granito de arena’ en la economía de la zona.
Hay en Turzo una tienda vestida con distinción por fuera y por dentro. Pasé por allí al llegar. Estaba cerrada. Me di una vuelta reposada por el pueblo y los alrededores; lo merecen. Regresé. Seguía el cartel de ‘Cerrado’, pero me pareció ver una tenue luz dentro. Toqué el timbre y me abrieron.
Disponen de un gran surtido y variedad de velas, así como otros adornos. Dos personas amables me mostraron las existencias. Elegí dos velas.
--“¿Las quiere para un regalo?”, preguntaron. Las envolvieron con gusto y esmero.
Las metí en la mochila. Eran dos ‘buenas’ velas. Al colgarme la mochila, se notaba su peso. …Comprobé luego en casa que pesaban 0,888 kg (entre las dos), más el envoltorio.
--“Pesan y ocupan”, comenté con una media sonrisa.
--“Uy, pues va a tener que tirar el agua”, me contestó uno de ellos.
--“Uf, eso no. El agua es vital”, respondí.
--“Ah, pues entonces el bocadillo”, añadió como alternativa.
--“Ah, bueno, ahí no tengo problema. Eso está hecho”. Lo dije serio, primero, y luego estiré levemente las comisuras de los labios hacia arriba.
Ellos nunca supieron algo que yo sí sabía: NO llevaba bocadillo (sólo una manzana). Seguro que no les dejé preocupados (por lo de quedarme ‘sin bocadillo’).
No tiré la manzana, claro. La ‘reacomodé’. Pero la verdad es que aún me quedaban 15 km (exactos; desde el 4,5 al 19,5) de caminata. Los haría acarreando un kilo de más encima.
Se notó, pero valió la pena el ‘viacrucis’: A quien varias horas después le ofrecí las velas como un obsequio le emocionó.
RUTAS CERCANAS
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-huidobro-a-cortiguera-83300200
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-nocedo-a-cortiguera-97727617
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sendero-de-valdeahedo-hasta-el-ebro-98603895
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/desfiladero-de-los-tornos-96719509
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/canon-del-rudron-de-san-felices-a-valdelateja-99377494
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/canones-del-alto-ebro-desde-escalada-97422772
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 64 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 511 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Crees que ya has estado ‘allí’ porque antes has recorrido parajes a muy pocos kilómetros. Pero, cuando vas, te das cuenta de que no es así: No has estado; este ‘allí’ es otro diferente. Es lo que tiene la provincia de Burgos, con tanta variedad de paisajes, más allá de las llanuras y cerros de la zona central.
En alguna fuente informativa (no consigo re-localizarla) he leído que, según la UNESCO, en Burgos hay ‘ciento-y-muchas’ categorías de paisajes distintos; con identidad propia. Entiendo que para esto se utilizan criterios objetivos; que no es ‘hablar por hablar’. Puedes comprobarlo; haciendo rutas, quiero decir.
Ese micro-cosmos diverso se extiende sobre todo por el amplio norte y el dilatado este (pero no sólo). Esa sensación se me acentúa en la zona de las revueltas del Ebro y sus colindantes. Son tantos los hondos y escondidos valles que el río y las presiones geológicas han creado…. Allí tocaba ir hoy.
El día estaba nublado, pero el sol quería abrir el cielo por oriente, evaporar las densas nubes. Vana ilusión efímera. Los claros duraron poco y aparecieron a cuentagotas. En algún momento pensé que llovería de tan oscuro como se puso. Estuvo en un tris. Las previsiones meteorológicas se excedieron en optimismo.
Ese contratiempo sí importó algo; pero no mucho. Los colores de la vegetación se mostraban apagados bajo un techo plomizo. Sin duda, habrían mejorado con el sol y el cielo azul. Aun así, al parecer, yo no quería que la ruta terminase. Larga de por sí, la alargué todavía más.
LA RUTA
Seguí el trazado de ‘Manu Arroyo’ https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/villanueva-rampalay-valle-de-zamanzas-turzo-y-pesquera-de-ebro-117666391. Lo hice en su mismo sentido circular: Desde Villanueva-Rampalay a Turzo a Pesquera de Ebro, y regreso al origen. Queda así la parte con más desnivel al principio y la llana después.
Partiendo de Villanueva-Rampalay, ascendemos por un bosque de robles hasta el portillo de San Roque (km 2,8). Se nos despliega allí el páramo, en manso descenso hasta Turzo (km 4,5); pueblo tan retirado como primoroso. Su tienda de velas dio para una agradable anécdota (ver debajo); para llevarse en la mochila, literal y metafóricamente.
Desde Turzo descendemos plácidamente hasta el valle del Ebro (km 8, aprox.). Cerca del río, vamos anadeando hasta Pesquera (km 11,8). Sólo los buitres sobrevolando los riscos nos recuerdan que el mundo se mueve. Pesquera bien vale un paseo (aunque no para ver un enorme todo-terreno subido a la acera justo delante de la iglesia, tapando su visión).
En Pesquera es obligado (y obligatorio para regresar) cruzar su puente sobre el Ebro. Allí tomamos el sendero de vuelta a Villanueva-Rampalay, río abajo. Cerca del paso estrecho de Las Calzadas (km 16,4) tendremos que caminar 600 m por la solitaria carretera. Finalmente, otro impresionante puente nos depositará en el destino (km 19,5).
La ruta tiene fácil orientación. Gran parte transcurre por ramales del GR-99 y el PRC-BU-2. Hay señales en los árboles (bandas blanca-amarilla o blanca-roja). El terreno es cómodo. Sólo el ascenso por el monte hasta el portillo tiene una leve exigencia. La longitud apenas puede recortarse un par de km. Entre Villanueva-Rampalay y Pesquera no hay puentes intermedios para cruzar el Ebro.
DESTACADO
Es ésta una ruta relativamente larga. Algunos segmentos en las zonas llanas podrían resultar uniformes o repetitivos; no fue mi caso. El entorno se va moviendo a tu paso. Hay notable variedad y contrastes paisajísticos, salpimentados con cultura e historia en las poblaciones.
(1) Variedad y contrastes paisajísticos:
Siguiendo el orden del itinerario,
(a) Primero atravesamos en diagonal y en ascenso un apretado bosque de robles. Por un estrecho sendero, de los de ‘fila india’, vas sumergido entre la frondosidad. En las zonas medias y altas, más rocosas, los claros dejan ver el valle de Zamanzas al norte, con el pueblo de Gallejones estirado debajo.
(b) En el portillo de San Roque se amplían las vistas y se añade una perspectiva nueva, la del otro lado, en dirección sur: El páramo y los lomos y jorobas que resguardan los cañones del Ebro. Esta parte, hasta Turzo, me encantó. Al llegar, dos caballos se me acercaron curiosos.
(*) Digamos ‘caballos’ genéricamente. No les pregunté ni indagué visualmente sobre su sexo biológico. (En estas circunstancias, el redicho circunloquio ‘animales de raza equina’ sería tan ‘inclusivo’ como tristemente cómico). …Habría al respecto una secuela reveladora (y sorprendente) 16 días después.
(c) Desde Turzo hasta el valle del Ebro, descendemos por el barranco de La Rad. Una larga y profunda hendidura lo rasga, tupida de vegetación. Por encima, desde el sendero vamos contemplando los empinados ribazos laterales del barranco. A cámara lenta, se aproximan los murallones torturados que caen a Las Calzadas, al fondo. Espectacular.
(d) Llegados al final del barranco, en el valle, las moles del lado oriental se muestran vivaces y cambiantes. En el occidental, las imponentes elevaciones parecen más apáticas; más distantes, aunque estén más cerca. Estamos dentro del cañón, aquí amplio, que conforma el Ebro. En la lejanía va emergiendo Pesquera, despacio. De postal.
(e) Tras virar en Pesquera, el Ebro (antes más alejado) se pone ahora al lado durante el trayecto restante. Vamos por un apacible, beatífico sendero; a trechos, abovedado como un túnel vegetal, con el suelo cubierto de hojas secas. El río, a tramos, calmoso; en otros, brioso. Como contrapunto, a nuestra derecha se engallan verticales muros pétreos.
(f) La serenidad se rompe en la angostura de Las Calzadas. Allí sólo caben el río y la estrecha carretera. Ambos han tenido que robar espacio a las rocas. Impresiona el corte y el retorcimiento de éstas, sus pliegues aristados y su inclinación. En contraste, el Ebro se exhibe allí flemático. Como sabiendo que ha ganado la batalla (por ahora…).
Complementariamente, a lo largo de todo el camino, aún persistía el colorido otoñal. Se encontraba bastante amortiguado por la grisura y escasa luminosidad del día. Pero la cámara de fotos notó esa deficiencia más que el cerebro. Éste, más creativo, reconstruía y acentuaba los colores internamente, imaginando su original.
(2) Las construcciones arquitectónicas civiles y religiosas:
Aparte de las exquisiteces de la naturaleza, la ruta proporciona excelencias culturales de creación humana. Destacaré algunas de tipo arquitectónico, de uso civil (dos puentes sobre el Ebro) o con finalidad religiosa (iglesias y ermitas; elegiré tres).
(a) Tanto el puente de Pesquera de Ebro como el de Villanueva-Rampalay tienen origen medieval (siglo XIII). Si bien ambos fueron reformados muy posteriormente, en sus fundamentos constituyeron obras magníficas de ingeniería.
Téngase en cuenta que el puente de Pesquera alcanza una altura de 13,20 metros y una longitud de 50 metros; el de Villanueva-Rampalay, de 11,80 y 91 metros, respectivamente. Todo en piedra de sillería y con arcos abovedados. Admirable.
(b) Justo al otro lado del puente (a la salida) de Pesquera de Ebro, se erige la ermita de San Antonio, del siglo XVII. Sorprende estéticamente la estudiada alineación que guarda con el eje del propio puente. Como puerta de acceso y como telón de fondo. Un interior austero contrasta con los barrocos blasones exteriores.
(c) La iglesia de San Martín, en Turzo, tiene origen románico (siglo XIII), que aún se conserva en su portada. Ésta se halla profusamente decorada con finos relieves labrados en sus arcos y capiteles. Nada menos que cinco arquivoltas y cuatro columnas a cada lado. El resto incluye importantes reformas tardogóticas.
(d) Las ruinas de la iglesia de San Cipriano. En el caserío de Colina, ya cerca de Villanueva-Rampalay, a duras penas se mantiene en pie la estructura del templo. También de origen románico, las reformas no la han salvado. ‘Engancha’ la visión de su torre con la perspectiva de los modernos aerogeneradores al fondo, justo por encima.
ANÉCDOTA
A nadie vi en la larga travesía. Ni siquiera en Villanueva-Rampalay, ni en Turzo (con una excepción), ni en Pesquera de Ebro (sólo dos soldados dentro de un vehículo de la U.M.E; ¿…?). A nadie más. ‘Ni un alma’ en las calles (bueno, dos caballos, un gato y algún perro).
Curiosamente, el único encuentro con personas me gratificó con una anécdota. Ocurrió en Turzo, en la tienda de velas.
Quería yo llevar un detalle a una persona que no pudo acompañarme esta vez. Un par de velas con formas caprichosas, colorido, y olor a flores estarían muy bien. Y así, además, pondríamos ‘un granito de arena’ en la economía de la zona.
Hay en Turzo una tienda vestida con distinción por fuera y por dentro. Pasé por allí al llegar. Estaba cerrada. Me di una vuelta reposada por el pueblo y los alrededores; lo merecen. Regresé. Seguía el cartel de ‘Cerrado’, pero me pareció ver una tenue luz dentro. Toqué el timbre y me abrieron.
Disponen de un gran surtido y variedad de velas, así como otros adornos. Dos personas amables me mostraron las existencias. Elegí dos velas.
--“¿Las quiere para un regalo?”, preguntaron. Las envolvieron con gusto y esmero.
Las metí en la mochila. Eran dos ‘buenas’ velas. Al colgarme la mochila, se notaba su peso. …Comprobé luego en casa que pesaban 0,888 kg (entre las dos), más el envoltorio.
--“Pesan y ocupan”, comenté con una media sonrisa.
--“Uy, pues va a tener que tirar el agua”, me contestó uno de ellos.
--“Uf, eso no. El agua es vital”, respondí.
--“Ah, pues entonces el bocadillo”, añadió como alternativa.
--“Ah, bueno, ahí no tengo problema. Eso está hecho”. Lo dije serio, primero, y luego estiré levemente las comisuras de los labios hacia arriba.
Ellos nunca supieron algo que yo sí sabía: NO llevaba bocadillo (sólo una manzana). Seguro que no les dejé preocupados (por lo de quedarme ‘sin bocadillo’).
No tiré la manzana, claro. La ‘reacomodé’. Pero la verdad es que aún me quedaban 15 km (exactos; desde el 4,5 al 19,5) de caminata. Los haría acarreando un kilo de más encima.
Se notó, pero valió la pena el ‘viacrucis’: A quien varias horas después le ofrecí las velas como un obsequio le emocionó.
RUTAS CERCANAS
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-huidobro-a-cortiguera-83300200
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-nocedo-a-cortiguera-97727617
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sendero-de-valdeahedo-hasta-el-ebro-98603895
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/desfiladero-de-los-tornos-96719509
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/canon-del-rudron-de-san-felices-a-valdelateja-99377494
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/canones-del-alto-ebro-desde-escalada-97422772
Waypoints
Comments (2)
You can add a comment or review this trail
I have followed this trail View more
Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Veo que habéis disfrutado de este recorrido tanto como lo hicimos nosotros. Y no me canso de repetir que estos perdidos valles de las Merindades son un auténtico tesoro para quienes amamos la naturaleza. ¡Felices rutas!, y un cordial saludo.
Gracias por tu guía, Manu Arroyo. Lo son, como dices bien; un tesoro de naturaleza (casi) virgen. También hay otros muchos así más al sur (en esta provincia), aunque la distancia impone sus condiciones. Saludos.