Valle de Zamanzas: Villanueva-Rampalay, Pesquera de Ebro, Turzo, alto S. Roque, Gallejones. PRC-BU 2. GR-99

Ruta circular tan sencilla como maravillosa.

Salimos desde Villanueva Rampalay, junto a su magnífico puente medieval.
Nos situamos en el corazón del valle de Zamanzas.

Nada más atravesar esta gran obra del siglo XIII giramos a la derecha por un camino herboso en plena ribera del Ebro dirección sur entre fincas en principio y más adelante por el soto bosque río arriba por la margen derecha.

El camino, GR-99, está perfectamente acondicionado y así, sin pérdida se llega al cruce de la carretera del valle.
Estamos muy cerca de Colina.
Pero nosotros seguimos hacia el sur por el asfalto para cruzar la espectacular hoz de las Calzadas que el Ebro ha horadado en la sierra y que perimetra este precioso valle de Zamanzas.

Nada más atravesar este paso giramos a la derecha siguiendo el camino hacia Pesquera de Ebro por el GR-99.
Este camino junto al río sigue siendo una maravilla, con vegetación de ribera y las peñas de la sierra flanqueándonos.

A medida que nos acercamos al poblado nos damos cuenta que el río se encuentra bien encajado en un desfiladero fluvial.

Así, cómodamente, y con la sensación de encontrarnos en mitad de un paisaje bucólico se llega al puente de Pesquera.
Su altura impresiona. Su estrechura delata su antigüedad.
Antes de cruzarlo para acceder al casco urbano nos detenemos en la ermita de San Antonio.

Aquí comienza el PRC-BU2 hasta Turzo.

Continuamos puente adelante y entre casonas con Hexapétalas y blasones salimos por una calle que se dirige al este.
Hoy no hemos ahondado en la totalidad de su rico patrimonio urbano y dejamos atrás sus chimeneas para continuar por la otra orilla del Ebro camino a Turzo.
Una pista de zahorra hace que la ruta sea muy cómoda, pero no menos interesante.

Así vamos hasta llegar a un mirador natural frente a la hoz de las Calzadas, que habíamos atravesado por la orilla contraria al encaminarnos hacia Pesquera.
Los riscos calcáreos son espectaculares y de ahí se comienza a subir suavemente por el gran barranco o canal que las aguas con cabecera en el poblado de Turzo han modelado.
Este espacio está densamente cubierto por bosque de encina y roble.
El sendero es lastroso.

Tras un buen trecho se nos presenta un coqueto y bien cuidado pueblo, Turzo.
Aislado de todo, el otero con cruz del Cotorro lo custodia.

Casas con muchos y bonitos detalles visten las calles.
Ahí se localiza una exquisita tienda de velas y derivados naturales extraídos con mucho mimo y gusto de la Naturaleza.

Dejamos atrás el silencio de sus calladas y bien cuidadas calles para ir pueblo arriba y girar a la derecha camino el alto de San Roque.
El pilón con sus dos caños, apenas dos hilos de vida en ellos, y un lavadero a la otra mano nos despiden con mucha atención.

Bajada a una vaguada del camino y luego de ganarla hacia el norte nos asomamos al portillo de San Roque.
El valle de Zamanzas se no presenta bajo nuestra atenta mirada.
Laderas tupidas de bosques de robles y pinos visten, cual mosaico artístico, uno de los rincones habitados más paradisíacos y atractivos de nuestro entorno.

La senda hacia Gallejones a través de un robledal se realiza sin dificultad y entre las intersecciones con la carretera vamos descendiendo hasta llegar a la entrada de Villanueva Rampalay.

Un último vistazo a los casi milenarios ojos de su puente para dar por finalizada una ruta un pelín larga pero maravillosa.

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