Valle del Palomo, desde Arrieta 26052022

De nuevo saliendo de mi pueblo para dar un paseo, esta vez por el Valle del Palomo. La idea original era transitar por el Valle buscando caminitos pocos transitados (al menos por mi), bien planificado desde casa para no deambular y procurando disfrutar de la jornada y del entorno regresando a casa encantado del día.
Salí desde Arrieta por la Playa de la Garita y desde ella hacia la zona de El Lajero para cruzar la carretera bajo el puente que salva el Barranco de Seña Luciana. Por el cauce del barranco hasta la granja de gallinas para luego ascender por la finca que hay en su trasera hacia Trujillo al encuentro del camino que me dejará en Tabayesco.
Alcanzada la carretera (LZ-207) y en las inmediaciones del hotel rural que hay a la entrada del pueblo me desvié por el camino que se adentra en el barranco de Seña Luciana y que se inicia en la parada de guaguas.
Antes de llegar al deposito de agua y a la altura de una finca con perro ladrador (amarrado) inicie el ascenso, un poco mas arriba estaba el supuesto sendero que había divisado en el Maps. El caso es que él susodicho sendero no apareció y continué la subida como pude. Es una ladera sin mucha pendiente y la subida no presenta muchas dificultades y como es la segunda vez que me “aupo” por este lomo (Lomo del Perenquen, según me contaron) y con las referencias del Maps inicié la subida arrimándome al lado derecho (según se sube) de la ladera; decisión acertada porque la subida fue mas suave y sin tantos contratiempos como la vez anterior.
Con calma, afianzando la pisada y con la ayuda de los bastones fui ascendiendo sin muchas dificultades y ya próximo a Suerte de Los Negros (la meseta a la que tenia que llegar) aparece un sendero clarito que me acogió con cierta ternura.
Ya en lo alto, Suerte de los Negros, me fui por el borde para apreciar las vistas de Arrieta y de la costa. Encontré una vereda que me acercó al Lomo de la Camellita, y de nuevo contemplé ahora las vistas de Mala y de Guatiza.
Por el sendero del Lomo de la Camellita me adentré en Suerte de Los Negros, ahora en busca de la segunda etapa de la jornada.
En la zona donde se juntan esta meseta, con nombre tan singular, con la de la Pequena, y justo donde nace el barranco de Curbelo, aminoré la marcha en busca del desvío a la izquierda con el que iniciar esta segunda etapa.
Al principio la vereda no aparece muy clara pero con una mirada a lo lejos se ve su huella en la distancia. Con ese referente empecé a descender hasta que pude pillar el sendero y ya no me baje de él hasta llegar a la Rofera que hay en este lado de el barranco. Antes, y mientras descendía, localice otra vereda que me tenia que servir en la última etapa del dia.
Ya en la rofera, y hecha la visita correspondiente, baje al barranco y me fui por la vereda hasta salir y alcanzar el camino del Valle.
La siguiente etapa fue más sencilla por conocida, alcanzar “La Catedral”. Este tramo lo he hecho muchas veces y aunque es en ascenso no presenta dificultades.
Llegué a la rofera, cumplí con la visita e inicié la subida hasta los alrededores de la Peña de Matamoros. Allí hay una especie de cuarto de apero hecho con ladrillos “esculpidos” en la rofera que me servía de referencia para la cuarta etapa.
Me habían comentado que hay un sendero entre las peñas de Matamoros y la de la Iglesia que descendía por la ladera hasta el camino del Valle, esta cuarta etapa consistía en localizarlo y afrontarlo.
Siguiendo las instrucciones que me habían dado, partí de este cuarto de apero por las fincas (abandonadas) que ladean bajo la Peña de Matamoros y me fui a la aventura. En principio aparecen varias veredas y, como sabia que esta es zona de caza, supuse que eran de cazadores en busca de sus presas, anduve por los nateros pasando de uno otro esperando encontrar alguna señal que me indicara el camino pero no vi nada. Me resigne y busque el camino por mi cuenta, seguí la senda de los balconcitos teniendo como referente el camino del Valle, algo mas abajo. Cuando ya casi pisaba el cauce del barranco localice una vereda que bajaba de una zona mas próxima a la Peña de La Iglesia y continué por ella. Deduzco que la bajada la debería de haber iniciado un poco más próxima a esta Peña y que transita siguiendo el cauce de un baranquillo que desciende desde Los Tablones.
Ya en el cauce seguí por el sendero con la idea de acabar la jornada regresando a casa. Esta vereda me sirvió para transitar por el cauce, que no había pisado antes, y de poder aproximarme a las construcciones que hay en él mismo y próximas a las palmeras que había visto desde el camino en ocasiones anteriores.
Desde el cauce ascendí (por la vereda) al camino y ya me fui a por la última etapa del día. Llegué de nuevo a las roferas que están en el mismo cauce y por la misma vereda que baje hacia ellas subí en busca del desvío que había localizado anteriormente.
Localizada la vereda surqué la misma por la ladera bajo Suerte de Los Negros y sobre el Barranco del Valle del Palomo; ahora la vereda va descendiendo por la ladera y entre barranquillos que bajan desde la meseta. A medida que me voy acercando al Lomo de la Camellita el suelo se vuelve mas irregular, muchos surcos y hay que ir buscando vías para avanzar. Al final, como siempre, aparece un sendero que me dejó en la Presa de Mala y me dispuse a descender hacia Matos Pardos. Esta vez, para variar un poco, escogí la vereda que va descendiendo próxima al “hueco” donde está la presa. Esta vereda es mas larga pero más “segura” ya que tiene menos pendiente y hay menos guijarros que puedan provocar resbalones. No me alcanzaron los Waypoint y no pude añadir fotos.
Se llega al pie de la montaña, en Matos Pardos, y por el camino que recorre el lugar me fui en dirección a Tabayesco. Me desvié por el camino que cruza Trujillo en dirección a la granja y por donde mismo inicié la ruta me volví a casa.