VALLE DEL RÍO MOROS (Segovia)

VALLE DEL RÍO MOROS Y EMBALSES DE EL ESPINAR (Segovia):

Caminata por el valle del río Moros o garganta de El Espinar hasta alcanzar los embalses del Espinar y del Tejo, por pinares que forman parte de la reserva de la biosfera del Real Sitio de San Ildefonso, en la provincia de Segovia. Se sale desde el área recreativa de La Panera (a unos 3 kilómetros de Espinar-Estación), donde para ingresar hay que pagar 5,50 euros por vehículo en época primaveral y estival.

Se trata de una ruta sin dificultad técnica, con un desnivel acumulado de 400 metros fácilmente salvables pues se esparcen suavemente a lo largo del recorrido: apenas hay un pequeño repecho en el kilómetro 1,6 aproximadamente. Eso sí, hay que tener en cuenta la longitud del itinerario, que se estira hasta los 20 kilómetros.

El río Moros pertenece a la cuenca del Duero: es afluente del Eresma, tributario a su vez del Adaja que, ya sí, desemboca en el Duero. El valle se encajona entre la cadena montañosa de La Mujer Muerta (al norte) y el cordal divisorio de las provincias de Madrid y Segovia que forman La Peñota, Peña El Águila y Peña Bercial (al sur), todas cumbres que acarician o superan los 2.000 metros. Otro par de dosmiles, Montón de Trigo y Cerro Minguete, se erigen en cabecera del valle.

Todo el trayecto discurre por anchas y cómodas pistas y entre pinos. El sentido de la ruta elegido es el contario a las agujas del reloj: circular de derecha a izquierda.

Una vez aparcado el vehículo en La Panera, se enfila la carretera asfaltada que, en paralelo al río Moros, llega hasta las Casas del Molino (apenas 200 metros), hoy construcciones abandonadas en la orilla contraria a la nuestra (las casas quedan a nuestra derecha, nosotros vamos por el margen izquierdo según se remonta el cauce).

Se sigue otros 600 metros hasta dar con el puente Negro (bandera 2 del track). Es en este punto cuando se ha de decidir el sentido de la caminata: continuar recto sin abandonar la orilla norte del río Moros o girar a la derecha para atravesar el puente Negro y abandonar el cauce y remontar el valle por su ladera sur (la derecha según se mira el mapa). Sea cual sea la decisión, acabaremos por volver a este punto al finalizar la ruta.

Nosotros escogemos la segunda opción, que implica subir un pelín más al inicio y hacer luego un descenso más tendido, aunque la diferencia entre una y otra opción es mínima. 300 metros después del puente Negro, surge una pista a izquierda que tomamos (bandera 3 del track). Otros 300 metros más adelante (bandera 4 del track; km 1,64), de nuevo otra pista a izquierda: más estrecha que por la que venimos y con firme menos regular, pero óptima y cómoda. Es ahora cuando toca negociar la cuesta más pronunciada del día, que no es ningún infierno: 100 metros de desnivel en un kilómetro de subida por la Loma de la Cacera.

El camino intersecciona luego con la gran pista que dejamos en la bandera 3 (ya km 3,1). Y de nuevo, disyuntiva: coger el ramal de la izquierda que se empina por terreno más irregular o permanecer en la pista principal. Ambos caminos confluyen más tarde. El de la izquierda implica un trecho más breve pero más esforzado en desnivel; la pista grande supone recorrer 800 metros más de distancia pero más tendidos. Preferimos esta última opción. A nuestra derecha, y por encima de los pinos, se divisan ocasionalmente la cara norte (la segoviana) de La Peñota y Peña El Águila.

La ancha pista, con restos de asfalto, curvea por la ladera del valle, hasta dar con el arroyo de la Gargantilla, donde se erige una pequeña presilla (km 4,9). En este punto, que es una nueva intersección, doblamos a izquierda.

La pista atraviesa dos arroyos y un tercero, el de la Vaqueriza (bandera 7 del track, km 7,75 de la ruta y 1.56 horas andando). En este cauce alcanzamos la cota máxima de la caminata (1.600 m). A partir de aquí, el perfil llanea y posteriormente ya desciende suavemente. Asoman también las primeras vistas de las cumbres del cordal de La Mujer Muerta (pico de Pasapán, Peña del Oso y La Pinareja, aunque esta última más tardíamente).

300 metros después de este último cauce, se abre a nuestra izquierda una pequeña campa en cuyo centro se ha construido un refugio (bandera 8 y km 8). Una breve parada para visitarlo, retorno a la pista y paso firme para disfrutar de las primeras vistas parciales de los dos embalses que visitaremos luego. Primero se divisa, siempre a nuestra izquierda, el del Tejo, a cota 1.519 m.

Tras salvar el arroyo del Tejo (bandera 9; km 9,8 y 2.30 horas de marcha), se alcanza el del Bercial (bandera 10 y km 11,1), donde pasta ganado vacuno de hermoso pelaje cenizo. El segundo embalse, el del Espinar (cota superior al anterior: a 1.589 m), se otea ya abajo, pues caminamos unos 20 metros por encima de su orilla sur. Bordeamos el lago y atravesamos el río Moros (bandera 11), cuyas aguas nacen ladera arriba, a 1.992 metros, en el manatial de los Ojos del Río Moros, bajo el collado Minguete que separa el cerro homónimo y la picuda cumbre de Montón de Trigo.

La pista sigue ahora por la orilla norte del embalse del Espinar, cuya presa se puede recorrer. Desde ella, vistas de la vertiente segoviana de Peña El Águila, menos abrupta que la madrieleña. Y caídas impresionantes de agua por los vertederos de la barrera hormigonada, que merecen una visita.

El segundo embalse para nosotros (el del Tejo o las Tabladillas, el más cercano a La Panera) presenta una particularidad hidráulica en su forma de desaguar, pues el agua embalsada se deriva por rebose a una especie de aljibe piscina profunda, en forma de herradura estrecha, donde el agua se precipita con fuerza, pasa bajo la presa y se canaliza, al otro lado, por una gigantesca acequia durante 250 metros que, cuando se termina, permite al río Moros recuperar la libertad de su cauce natural.

Según un cartel informativo, los dos embalses de El Espinar abastecen a los núcleos de El Espinar, Espinar-Estación y San Rafael.

La distancia que queda para completar la ruta es de 6 kilómetros. Siempre por pista cómoda y muy ancha, con el río Moros a nuestra izquierda, cuyo cauce regala, ocasionalmente, hermosas vistas, y pasa por tres refugios: el del Raso, Fuente de los Guijos y del Puente Negro. Este último se encuentra en la bifucarción del principio de la ruta (la que dijimos nos permite realizar la caminata en un sentido u otro) y a escasos 800 metros del punto de salida, donde llegamos tras 5.35 horas de marcha (incluidas paradas).

La cervecita post-ruta de rigor, en la agradable terraza del bar restaurante La Terraza, en La Estación de El Espinar.