Vallehermoso - Santa Clara 26082022
near Vallehermosa, Canarias (España)
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Itinerary description
Partimos desde la Plaza de la Constitución de Vallehermoso avituallados para una jornada que se presentaba calurosa y larga y nos fuimos por la Calle Mayor para hacer una parada en la Iglesia. Vuelta a la calle Mayor y cogimos rumbo al Cementerio de la Localidad.
Desde el cementerio descendimos hacia el barranco (barrancos, aquí confluyen el Barranco del Clavo, el de Los Rosales y el de la Era Nueva), vadeamos el cauce por el sendero al uso y nos plantamos en la ladera norte del Barranco de la Era Nueva.
Empieza el ascenso de manera suave, poca pendiente y mucho colorido, las antiguas huertas en las laderas del barranco denotan un pasado agrícola donde el cereal ocupó los bancales que rellenan el cauce y donde producían el alimento esencial de la dieta, el gofio heredado de los antiguos aborígenes. Hoy todo el barranco está adornado con palmeras que en algunos lugares casi forman bosques singulares, acompañadas de Tabaibas (Euphorbia berthelotti) que casi colonizan las tierras donde antes crecían los cereales, borrando las huellas del pasado agrícola de la zona. En las laderas se pueden observar Sabinas Canarias (Juniperus phoenicea var. canariensis), un arbusto pequeño símbolo vegetal de la isla de El Hierro; en esta zona se encuentra el sabinar mas extenso y mejor conservado y uno de los pocos que queda en las islas, lo veremos al final de la jornada. En medio de esta naturaleza verde vamos ascendiendo por el barranco, pasamos por una casa abandonada en ruinas a la izquierda del camino, detrás de una gran palmera, donde se observan las huellas dejadas por los escaladores en busca del guarapo. Un poco de resuello y continuamos el camino que asciende por la ladera de forma más pronunciada por estrechos senderos serpenteantes a través de una zona boscosa.
El sendero continúa ahora con algo de pendiente hasta la parte alta, es quizás la parte mas dura de la subida y que después te recompensa con unas vistas maravillosas.
Al finalizar la ascensión tenemos una amplia vista de la zona alta de Vallehermoso. Especialmente a nuestra derecha, los bosques de Fayal brezal forman una mancha continua hasta el Parque Nacional que finaliza en Epina; frente a nosotros el barranco de Los Guanches, la isla de Tenerife con su Teide y la Meseta de Vallehermoso, enseñoreada por la laurisilva. En esta vista se comprende la importancia agrícola del Valle, los bosques de su parte alta aseguraban la captación de agua de los nacientes que alimentaban los cursos de agua que posibilitaban la agricultura en el valle.
Continuamos siguiendo el amplio sendero principal, ahora sólo es ligeramente ascendente y un rato después se convierte en un sendero de fondo que te lleva a la Ermita de Santa Clara.
Esta ermita cierra la explanada de Teselinde, balcón privilegiado desde donde vemos la costa norte de La Gomera, cerrada por las puntas del Peligro y Bejira hacia el oeste, con el caserío de Arguamul en las laderas. Bajo la advocación de Santa Clara, la leyenda dice que se fundó por una imagen encontrada por los pescadores en la playa. El templo, en otra ubicación, ya está citado en el siglo XVII; el actual es la tercera fábrica que ha acabado en esta zona donde está mas resguardado y facilita la celebración de su fiesta en el mes de agosto.
Hacemos un receso para reponer nutrientes y recuperar energía.
La ruta continua por lo alto, las cumbres de Chijeré, el contraste es espectacular. Pasamos del verde frondoso al árido paisaje de esta cresta.
Nos encontramos en las proximidades del Monumento Natural de los Órganos, una de las formaciones volcánicas más espectaculares de la isla, aunque tan solo desde el mar es posible contemplar en toda su plenitud esta curiosa formación originada por la emisión de una gran masa de lava muy viscosa que se enfrió muy lentamente, retrayéndose y fracturándose por planos que han dado lugar a unas estructuras con forma de prisma poligonal, que quedaron al descubierto tras erosionarse los materiales que los cubrían por efecto del fuerte oleaje marino de esta parte de la isla.
El roque que vemos recortado frente al mar es la espalda terrestre de Los Órganos. Este nombre se debe al parecido con los tubos de un órgano, para verlos deberemos embarcarnos, ya que no son visibles desde tierra.
La erosión ha acentuado el carácter semidesértico de esta cumbre barrida por el viento, esta parte del camino ofrece un paisaje de singular belleza ocasionado por la fuerte erosión que sufren los materiales del complejo basal que afloran en el norte de la isla, con rocas muy alteradas y descompuestas, apareciendo curiosas formaciones geológicas provenientes de erupciones muy antiguas: grandes bolos de piedra creadas por las burbujas de gas encerradas en la lava, bombas volcánicas incrustadas entre las petrificadas cenizas o estrías de diferentes colores debido a la mezcla de diferentes minerales, muy bonito todo.
Siguiendo la marcha aparece a la derecha del camino la coqueta ermita de Coromoto, erigida en 1985 por vecinos de Vallehermoso retornados de Venezuela, de donde es patrona Nuestra Señora del Coromoto. Hoy nos señala la cercana existencia del abandonado caserío de Chijeré, donde unas solitarias palmeras marcan el territorio humanizado por los bancales agrícolas que junto al ganado compusieron antiguamente una estampa de la dura vida rural del norte gomero.
Tras recorrer estas lomas, llegamos a la Punta de Alcalá, el último promontorio antes del cantil que se despeña hasta el mar. La vista nos muestra Vallehermoso en todo su esplendor; el valle adquiere su auténtica dimensión que no siempre apreciamos fácilmente desde su interior.
Toca descender lo ascendido, se trata de un “durillo” tramo de zigzagueante bajada por las escarpadas laderas del barranco. Es algo exigente por que requiere toda la atención para evitar resbalones, de vez en cuando hay que para para admirar las vistas, la vereda según va perdiendo altura ofrece unas vistas espectaculares del barranco de Vallehermoso, con su fértil fondo de valle y la inconfundible silueta del pitón volcánico del roque Cano, así como de los acantilados que ofrece la costa norte de La Gomera, modelados por el bravío oleaje del océano Atlántico en esta parte de la isla. Destaca de nuevo la formación vegetal ampliamente distribuida en esta zona de la isla, el sabinar, que aunque se encuentra empobrecida en especies y bastante aclarado, supone uno de los sabinares más extensos del archipiélago. Domina la sabina canaria (Juniperus phoenicea var. canariensis), pero se ven ejemplares de pino canario (Pinus canariensis) y acebuche (Olea cerasiformis) alternándose con las sabinas, y en las zonas más próximas a la costa se mezcla con especies como la alcanutilla (Euphorbia aphyla), tabaibas (Euphorbia berthelotti) y matorrisco (Lavandula canariensis).
Terminamos en el Parque Marítimo de Playa de Vallehermoso, justo en el lugar donde finaliza el Camino Natural Cumbres de La Gomera, que proviene de Vallehermoso, aquí nos recogio la guaugua que nos acercaría a San Sebastián.
Waypoints
Vallehermoso
Partimos desde la Plaza de la Constitución de Vallehermoso avituallados para una jornada que se presentaba calurosa y larga y nos fuimos por la Calle Mayor para hacer una parada en la Iglesia. Vuelta a la calle Mayor y cogimos rumbo al Cementerio de la Localidad.
Cementerio de Vallehermoso
Desde el cementerio descendimos hacia el barranco (barrancos, aquí confluyen el Barranco del Clavo, el de Los Rosales y el de la Era Nueva), vadeamos el cauce por el sendero al uso y nos plantamos en la ladera norte del Barranco de la Era Nueva.
Barranco de La Era Nueva
Empieza el ascenso de manera suave, poca pendiente y mucho colorido.
Barranco de La Era Nueva
Las antiguas huertas en las laderas del barranco denotan un pasado agrícola donde el cereal ocupó los bancales que rellenan el cauce.
Barranco de La Era Nueva
Hoy todo el barranco está adornado con palmeras que en algunos lugares casi forman bosques singulares, acompañadas de Tabaibas (Euphorbia berthelotti) que casi colonizan las tierras donde antes crecían los cereales, borrando las huellas del pasado agrícola de la zona y de las Sabinas Canarias
Barranco de la Era Nueva
Continuamos el camino que asciende por la ladera de forma más pronunciada por estrechos senderos serpenteantes.
Barranco de La Era Nueva
El sendero continúa ahora con algo de pendiente hasta la parte alta, es quizás la parte mas dura de la subida y que después te recompensa con unas vistas maravillosas.
Barranco de La Era Nueva
Ascendiendo por la ladera de Teselinde y a cubierto del verde, tenemos buenas vistas a la derecha.
Teselinde
Seguimos de cara al barranco del Gomero y ppor Ła ladera de Teselinde camino de la Ermita de Santa Clara
Cumbres de Chijeré
Seguimos el sendero dejando atrás el Cabezo de los Chiquerillos
Punta de Alcala
Llegamos a la Punta de Alcalá, el último promontorio antes del cantil que se despeña hasta el mar. La vista nos muestra Vallehermoso en todo su esplendor; el valle adquiere su auténtica dimensión que no siempre apreciamos fácilmente desde su interior. Empezamos a bajar hasta la Playa de Vallehermoso.
Descenso hasta la Playa
Se trata de un “durillo” tramo de zigzagueante bajada por las escarpadas laderas del barranco. Es algo exigente por que requiere toda la atención para evitar resbalones, de vez en cuando hay que parar para admirar las vistas, la vereda según va perdiendo altura ofrece unas vistas espectaculares del barranco de Vallehermoso.
Descenso hasta la Playa
De nuevo se observan las sabinas y el pino canario, cubriendo de vereda el gris de las laderas
Descenso hasta la Playa
Llegamos al Castillo y el sentido de la marcha gira a la derecha.
Playa de Vallehermoso
Alcanzamos el asfalto de la carretera que comunica con Vellehermoso.
Playa de Vallehermoso
La guagua esperaba por nosotros y nos llevo de vuelta a San Sebastián.
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