Vallejo-Rucandano nevado

Hoy toca conocer el fondo de valle de la ladera sur de la sierra del Escudo, y el arroyo de Vallejo Rucandano, que se encuentra entre el embalse de Alsa o Torina y el Embalse del Ebro, recorriendo sus pistas y caminos entre bosques de robles y hayas.

El punto de partida es Lanchares, un pueblo de Campoo de Yuso situado en la zona más norteña del Embalse del Ebro, en uno de sus ramales. En el pueblo podremos encontrar dos Robles centenarios en la entrada y al final del pueblo una casona con una puerta de gran magnitud.

Dicha ruta es un sendero de pequeño recorrido homologado, el PR-S 32 y lo podéis encontrar en el libro Las Mejores Excursiones por Cantabria .

Salimos de Lanchares, de la plaza donde se sitúan los dos robles centenarios, saliendo por la izquierda de dicha plaza donde un poste nos indica la ruta del PR-S 32, señalizada con las marcas amarillas y blancas de PR. Tomaremos dicha calle, pasando junto a la iglesia y la casa portalada, ya mencionada.

Ascenderemos por la pista sin desviarnos, pasando junto a un depósito de aguas, seguiremos por la pista acercándonos a bosque de robles y hayas, donde nos mantendremos por el fondo del valle, siguiendo la pista que en ocasiones se convierte en senda y tras un claro y pasar una alambrada llegaremos al cauce del Vallejo Rucandano.

Seguiremos dicho cauce (En verano totalmente seco) sorteando los tramos anegados y manteniendo lo todo lo que sea posible la senda balizada que se interna entre el bosque de avellanos que tapiza dichos arroyos.

En poco más de un kilómetro llegaremos a las campas de El Plantío que rodean el sur del embalse de Alsa o Torina, frente a nosotros encontramos el altivo Pico Jano, y a su derecha acompañándole el Pico Ureño.

Aconsejo acercarse hasta las orillas del embalse y realizar un pequeño descanso contemplando las vistas y disfrutando de la tranquilidad del lugar antes de proseguir la marcha.

Para continuar debemos regresar al inicio de las praderas y, mirando hacia el pico Jano, tomar una pista que asciende a mano derecha, girando completamente. Esta pista va tomando altura progresivamente y girando hacia la izquierda, en el paraje llamado Campo de los Tablones, acercándonos a un hayedo que nos queda frente a nosotros.

Al pasar el hayedo comenzará la subida más dura de la ruta, dejando el Caserío de Braulio a nuestra derecha. Seguiremos ascendiendo hacia un collado cercano por la pista que va a la vera de un muro de piedra (en nuestro caso nos salimos de la pista ya que debido a la nieve no veíamos el camino y ascendimos a través de la ladera).

En este collado tendremos la mejor panorámica de la ruta, viendo los cercanos Jano y Ureño, también Peña Sagra y Sierra de Cordel e Híjar a lo lejos y el cercano Otero:

Desde el collado y en dirección a Mediajo Frio tomamos una pista que llanea en las laderas del embalse de Alsa. Siguiendo por ese camino llegaremos a una portilla, que nos invita a internarnos entre el bosque de hayas, descendiendo hacia el collado de Gualateja.

Este descenso a Gualateja estará posiblemente embarrado debido a su posición de sombría. Una vez en el collado un poste nos señaliza el descenso a Lanchares, por las laderas de la cima de El Mojón.

Descenderemos por un camino a lo largo del arroyo Agualateja que tendremos que vadear y continuar bajo el hayedo hasta salir a una pista principal, con vistas ya al pantano del Ebro y Lanchares. Hasta donde nos acercaremos llaneando entre parcelas.

Esta ruta, que claramente no es del estilo que suelo realizar, ya que no asciende a ninguna cima, me sorprendió por los parajes que visita, partiendo de las orillas del Embalse del Ebro y realizando un cómodo recorrido hasta llegar al Embalse de Alsa.

El entorno del Embalse del Alsa, con el Pico Jano al frente, me sorprendió y la tranquilidad que se respiraba me agradó bastante, no descarto volver en algún momento.

La ruta es fácil y se puede realizar en cualquier época del año, aunque es recomendable en otoño o primavera cuando los bosques están en su esplendor. Hay que tener cuidado con seguir bien el recorrido y fijarse en las señalizaciones.