Vallvidriera, Carretera de les Aigües, Font del Mont, Ideal Pavillón, Torre Collserola

Torre de comunicaciones avanzada a su tiempo con un mirador a 560 metros de altura sobre el nivel del mar. Se inauguró con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, gran obra arquitectónica y un símbolo tecnológico de la ciudad.
Así como es vista desde una gran distancia por su situación en la parte superior del Turó de la Vilana al lado del turó del Mont en días de máxima visibilidad, la torre permite ver a una distancia de más de setenta kilómetros, por desgracia ahora el mirador está cerrado al público.1
Diseñada en 1992 por el arquitecto inglés Norman Foster con la intención de que marcara un antes y un después de los Juegos del 92, la torre de telecomunicaciones de Collserola es uno de los iconos de la Barcelona olímpica. Se construyó para asegurar las telecomunicaciones de la ciudad y es la torre que efectúa la mayoría de enlaces audiovisuales del área metropolitana y la provincia.
Se trata de una gran torre de hormigón y acero con un diámetro de tan solo 4,5 metros, que minimiza el impacto en la montaña de Collserola elegida para acogerla. Lo que más llama la atención son sus 288 metros de altitud y el mirador de la décima planta, que ofrece unas vistas de 360 grados sobre Barcelona y su área metropolitana hasta Montserrat y la sierra prepirenaica del Cadí-Moixeró.
La salida es desde el inicio del Funicular, (FGC) 'Estaciò del Peu del Funicular', una carretera de hormigón marcado, con gran pendiente hasta la Font del Mont, entrada en la carretera de les Aigües y un sendero que sube verticalmente a través de un bosque de pinos y lleno de pinaza, no está marcada pero se pueden seguir las trazas fácilmente, en un momento determinado hay unos puntos de pintura azul, se sale a un gran edificio de base octogonal, la verja está cerrada pero unos metros mas allá hay un acceso sin ninguna dificultad.
Como he dicho antes el mirador en el interior de la Torre está temporalmente cerrado, de modo que solo queda maravillarse de esta obra de ingeniería de casi 300 metros de altura.
Carretera de les aigües
Es la pista idónea para disfrutar de un buen recorrido con vistas a Barcelona sin desniveles, popular y con fáciles accesos desde diversos puntos de la ciudad, este camino se transforma en un mirador espléndido desde la sierra de Collserola.
Debe su nombre al antiguo recorrido de una conducción de agua, del cual se mantiene el trazado horizontal de unos 10 kilómetros de longitud y una cota máxima de 450 metros. De Sant Pere Màrtir a la carretera de la Rabassada, el mirador del lado barcelonés de Collserola se convierte en un paseo perfecto para disfrutar de espectaculares vistas.