VALTAJEROS-RODADERO- TURQUILLA-REFUGIO VALDELAYA-CALTILFRIO DE LA SIERRA-DOLMEN ALTO DE LA TEJERA-RÍO MONTES Y MERDANCHO 23/9/16

El único tramo con algo de vegetación, es la bajada al río Montes por senderos de animales, se puede evitar por el camino que que va hasta el río y pasa por la Majada Mostajo.

Salida desde Valtajeros por la iglesia fortaleza, para coger un camino que va hacia la sierra de Rodadero, aunque algún tramo lo hemos acortado por senderos.
Al poco de cruzar la unión de dos barrancos, dejamos el camino para subir por el cordal a la sierra donde encontramos la primer puerta. Continuamos por la cresta pasando por el alto Sierra Mostajera de 1.522 metros y Peña Turquilla de 1.598 metros.
Aquí pasamos una alambrada para empezar la bajada al Castilfrío, Al principio seguimos la cuenca del río Merdancho que esta completamente seco y al cerrarse algo de maleza, vamos por un camino entre robles hasta un abrevadero seco.
Al lado encontramos sin saberlo, un pequeño refugio o cabaña abierta y recién restaurada, donde se puede pasar muy bien una noche.
Desde la cabaña sale un camino que baja hasta Castilfrío, pasando al lado de una antigua era de trillar.
En castilfrío de la Sierra merece la pena recorrer TODAS sus calles, por la cantidad de casa bien conservada, con sus escudos y fachadas de piedra.
Junto a al iglesia vive Ferrnado Sánchez Dragó y tienen junto a la puerta de casa varias cerámicas con textos muy curiosos.
A la salida se encuentra el lavadero y la Ermita de la virgen del Carrascal.
Después de cruzar el río Merdancho se coge un camino que va hasta el Dolmen Alto de la Tejera y continuando la subida, se pasa por la Dehesilla de Aldealices con vacas pastando.
Al coronar la sierra de Valdelaya, empezamos la bajada hacia el río Montes, que se puede hacer toda por un camino, pero nosotros hemos ido por el cordal por senderos de las vacas.
Al llegar al río se cruza por un pequeño puente de dos arcos de piedra y se continua por sendero hasta Valtajeros, donde se puede ver el lavadero con la fuente y la Casa de la Villa con su Picota.
Nosotros tuvimos suerte que se encontraba abierta para tomar unas cervezas y conversar con la persona que nos atendió.