VALVERDE DE LOS ARROYOS-CHORRERA DE DESPAÑALAGUA-ZARZUELA DE GALVE

Marcha realizada el sábado 13 de octubre de 2012
AVISO: Se entiende, que todo aquel que quiera realizar esta misma ruta, asume la responsabilidad que conlleva una actividad no exenta de posibles riesgos o incidentes, en un entorno en el que el sentido común y las circunstancias pueden marcar la diferencia entre pasar un buen día o todo lo contrario.
Después de visitar por la mañana el bonito pueblo de Umbralejo, que desde hace cerca de veinte años se convirtió en una especie de pueblo-escuela-campamento rehabilitado de forma primorosa y en el que la labor que se hace con los chavales es digna de tener muy en cuenta, gracias al montón de talleres y actividades que allí se tienen programadas para hacer de domingo a sábado, mañana y tarde.

Después de comer aquí nos dirigimos hacia Valverde de los Arroyos, para iniciar la marcha que teníamos prevista hacia la chorrera de Despeñalagua. Nos sorprendió la cantidad de gente que había en el pueblo y la romería de ida y vuelta desde la cascada más famosa de la comarca. Empezamos la caminata a las cinco menos veinte de la tarde, con tiempo más que de sobra para llegar hasta la cascada, subir una zona rocosa que a la izquierda de la chorrera hace de mirador y de lugar ideal para poderla fotografiar y acabar con el chocolate y galletas que aún nos quedaban. Poco más de dos kilómetros y medio hasta Despeñalagua desde el hostal en el que nos alojamos, y con tiempo y luz suficientes a la vuelta, para acercarnos por un bonito camino que une el pueblo de Valverde con el de Zarzuela de Galve, al que nos acercamos con el tiempo justo de luz, y en el que charlamos un buen rato con paisanos de la zona, que estaban un poco asustados por la cantidad de gente que se había acercado a la zona, aprovechando el puente del Pilar.

A DESTACAR:

- La belleza del rincón en el que se encuentra la chorrera, a pesar de no llevar toda el agua que sería deseable.
- Se marca con un waypoint el camino que a la derecha subiría hasta el Ocejón, pasando primero justo por encima de la chorrera de Despeñalagua.

A TENER EN CUENTA:

- La gran cantidad de gente, que en fechas propicias como ésta, puede coincidir en un recorrido que con un estrecho camino, supone el tener que cederse el paso en más de una ocasión.

A DENUNCIAR:

- Al igual que el día anterior en el hayedo de la Tejera Negra, pudimos ver con más pena que gloria, como hay gente que no muestra reparo alguno en dejar pistas y señales como hacía pulgarcito, pero con la diferencia de que éstas otras “duran y duran y vuelven a durar”, haciendo daño por igual a la vista y a un entorno natural que parece no tener nada que ver con sus vidas.