Vegacervera - Ciñera

Bonita ruta la que hemos realizado en grupo, organizada por la asociación sociocultural "Dra. Nieves González" y promovida por la Asociación Leonesa del Camino Olvidado.
Además contábamos con la compañía del gran mentor de este Camino José Antonio Cuñarro, aportando sus conocimientos sobre estos temas.
Esta ruta es un tramo un poco reducido de la etapa 14-B de la guía del Camino Olvidado a Santiago.
El tramo que recorrimos fue entre las localidades de Vegacervera y Ciñera, atravesando el mítico Faedo de Ciñera.
La primera parte del recorrido la realizamos por carretera hasta la localidad de Coladilla, en ella visitamos el pórtico de su iglesia y contemplamos también la tienda de cerámica junto a la carretera.
Desde aquí nuestro camino es ya por una senda amplia y en ascenso pero disfrutando del paisaje aunque la niebla no nos permitió hacerlo en su totalidad. Aún así el camino entre los robles y el halo de misterio que proporcionaba la niebla le daban una sensación muy agradable.
En este punto es de agradecer las labores de desbroce y limpieza realizadas en el camino favoreciéndonos la caminata.
A falta de que en el futuro el camino se siga llevando por el monte, tuvimos que salir de nuevo a la carretera y recorrer los metros que nos faltan para llegar a Villar del puerto. Prada en su fuente y comenzamos el descenso hacia Ciñera.
Pasamos al lado de la Iglesia y el Cementerio de Villar. La senda es estrecha pero se camina bien por ella.
A partir del punto que encontramos el característico indicador del Camino Olvidado, el descenso se torna en algo más peligroso. Extremar más las precauciones sobre todo si está mojado, y usar las manos si es necesario.
Una vez abajo contemplamos las marmitas formadas por el agua, atravesamos la garganta y llegamos al Faedo que empieza a tomar los colores del otoño. Como siempre precioso en cualquier época del año.
Al final del bosque y del área recreativa subimos a ver el castillete del Pozo Ibarra y las ruinas que quedan en su entorno, de la actividad minera que vivió hace unos años.
Descendemos hacia el camino principal, vemos una galería que fue en su día una entrada a la mina y ahora se ha acondicionado a modo de santuario de Santa Bárbara y donde pueden verse algunos artilugios utilizados en la mina.
Desde aquí ya solo nos queda recorrer el kilómetro aproximadamente, que nos separa de Ciñera y que damos por finalizada la ruta en su plaza de la Iglesia.