Veredas de los Ladrones y de los Leñadores. GR48. Sierrezuela (circular desde Piedra de las Ventillas)
near Villafranca de Córdoba, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
La ruta tenía por objetivo investigar si había alguna opción de llegar al camino público de Obejo a Villafranca de Córdoba en su tramo cercano a los riscos de los Conventos. Partiendo desde Piedra de la Ventillas, a la que se accede por una pista terriza en muy buen estado para turismos, cojo el Cordel Córdoba-Villanueva en su tramo conocido por Vereda de los Ladrones cuya pendiente le dio nombre al camino y al arroyo anexo, pues se cuenta que los carros eran asaltados al disminuir su velocidad.
Justo cuando el camino corona el cerro que sube, nos sale a la izquierda el público Camino de los Leñadores, del que yo no tenía constancia hasta que un agente de medio ambiente me puso en conocimiento de su existencia y de su libre paso. El camino es en sube y baja, y alterna tramos de pista amplia con tramos de veredas. Me pasé de la entrada de la primera, y di con ella tras unos minutos de monte a través. A partir de ahí, no le vi pérdida. Al salir de nuevo a la pista, dejando a la izquierda un cortijo, se me aparece un sendero estrecho pero claro, que asciende un cerrillo jalonado de riscos. El sendero no tiene pérdida y creo que es de uso habitual de cazadores (¿furtivos?) pues había cientos de casquillos abandonados. Me entra la duda de si este fue el camino original por ello, pero muere desgraciadamente en una malla de más de dos metros de altura, en la que no vi puerta ni siquiera debilidad. Por tanto, al menos esta opción es imposible para acceder a la parte del Camino de Obejo a Villafranca que yo buscaba.
Vuelvo sobre mis pasos hasta la pista, la sigo unos metros y me aparece una veredilla en descenso a la izquierda, a pocos metros de la que anduve arriba y abajo sin salida. Esta, sin embargo, busca el Arroyo Calderuela. Es bastante estrecha, pero tampoco tiene pérdida. Sea o no, es la salida natural del Camino de los Leñadores que traía, ya que muere en la carretera de la presa del Guadalmellato, que en este tramo coincide con el GR48. Continúo la carretera, más bien pista asfaltada, durante varios km, siempre cuesta abajo, hasta llegar, de nuevo, al Cordel de Córdoba a Villanueva, que sucede metros antes del cruce con el Arroyo Tamujoso. Había previsto volver por el cordel hasta el punto de inicio, pero aproveche unas señales de una carrera de bicicletas reciente, y que había visto al inicio. Siguiendo estas señales entro en la Sierrezuela para subir una señora cuesta que muere en un cortafuegos, que acompaño hasta el Arroyo de la Calderuela, unos metros antes del Puente Carolino que no cruzamos. La vereda nos lleva de nuevo al Cordel, al tramo de la Vereda de los Ladrones, que nos devuelve a la Piedra de las Ventillas.
Justo cuando el camino corona el cerro que sube, nos sale a la izquierda el público Camino de los Leñadores, del que yo no tenía constancia hasta que un agente de medio ambiente me puso en conocimiento de su existencia y de su libre paso. El camino es en sube y baja, y alterna tramos de pista amplia con tramos de veredas. Me pasé de la entrada de la primera, y di con ella tras unos minutos de monte a través. A partir de ahí, no le vi pérdida. Al salir de nuevo a la pista, dejando a la izquierda un cortijo, se me aparece un sendero estrecho pero claro, que asciende un cerrillo jalonado de riscos. El sendero no tiene pérdida y creo que es de uso habitual de cazadores (¿furtivos?) pues había cientos de casquillos abandonados. Me entra la duda de si este fue el camino original por ello, pero muere desgraciadamente en una malla de más de dos metros de altura, en la que no vi puerta ni siquiera debilidad. Por tanto, al menos esta opción es imposible para acceder a la parte del Camino de Obejo a Villafranca que yo buscaba.
Vuelvo sobre mis pasos hasta la pista, la sigo unos metros y me aparece una veredilla en descenso a la izquierda, a pocos metros de la que anduve arriba y abajo sin salida. Esta, sin embargo, busca el Arroyo Calderuela. Es bastante estrecha, pero tampoco tiene pérdida. Sea o no, es la salida natural del Camino de los Leñadores que traía, ya que muere en la carretera de la presa del Guadalmellato, que en este tramo coincide con el GR48. Continúo la carretera, más bien pista asfaltada, durante varios km, siempre cuesta abajo, hasta llegar, de nuevo, al Cordel de Córdoba a Villanueva, que sucede metros antes del cruce con el Arroyo Tamujoso. Había previsto volver por el cordel hasta el punto de inicio, pero aproveche unas señales de una carrera de bicicletas reciente, y que había visto al inicio. Siguiendo estas señales entro en la Sierrezuela para subir una señora cuesta que muere en un cortafuegos, que acompaño hasta el Arroyo de la Calderuela, unos metros antes del Puente Carolino que no cruzamos. La vereda nos lleva de nuevo al Cordel, al tramo de la Vereda de los Ladrones, que nos devuelve a la Piedra de las Ventillas.
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