Veredas de Ojós y del Salto de La Novia-Huerta de Ricote-Senda de los Moriscos-Rambla de Carcelín o del Arco. Anthercas

Accedemos desde Archena por la carretera MU-522 a Ojós, girando desde la Av. Generalisimo por Carretera Nueva, a la zona de barbacoas, antes de pasar el puente sobre el río Segura.

Salimos 12 Andarin@s cruzando la carretera para tomar la Vereda de Ojós, sendero con valla de protección, que enlaza en ascenso con la Vereda del Salto de La Novia en el Rincón; por carril bici, nos introduce por la fértil Huerta de Ricote, itinerario señalizado como Tramo Ojós-Ricote; entre floridos almendros, abundante agrillo en los suelos plagados de limoneros con algunas palmeras, olivos, almendros, higueras, granados y naranjos.

Pasamos junto a la Sierra del Salitre por Ricote, pueblo de marcado historial morisco, además de haber sido los últimos en salir de España; los moriscos ricoteños consiguieron alegando su cristianismo, evitar el decreto de expulsión de 1609, pero el interés económico que la oligarquía local tenía sobre sus bienes, propició el que en 1613 se promulgase un nuevo decreto dirigido contra ellos; fueron expulsados desde el puerto de Cartagena con destino a Berbería.

En clara alusión al legado histórico de aquel pasado árabe que dejó su huella en estas tierras, realizaremos un buen tramo de la Senda de los Moriscos, PR-MU 8.
Desde la calle Av Juan Carlos I atravesando parte del casco antiguo de la villa, de origen y trazado medieval, por la Plaza Santiago continuamos en suave ascenso a la calle Cañadas, un cartel nos recuerda que estamos en un área de yeseras (Cabezo del Aljezar lo denominaban los árabes y significa “lugar rico en yesos”), llegamos al AR Mirador de Solvente, en el límite con la Sierra del Salitre, vemos al fondo la Sierra de La Navela y la del Chinte, además del Castillo de Ricote y el canal del trasvase Tajo-Segura.

Por ancho sendero nos recreamos en el paisaje desde el Mirador Natural del Azud de Ojós, distinguimos en la Vega Media del Segura las poblaciones de Blanca, Abarán e incluso Cieza, también una curiosa formación en lo Alto de La Umbría conocida como la Ventanica de Ojós. Pasamos por un tramo de sendero aéreo de mampostería, antes de llegamos hasta la pequeña explanada de "Los Llanicos", donde tomamos el mantente.

A partir de aquí enlazamos con una pista forestal que, bordeando el Alto de La Umbría a media ladera, entre la Loma de La Fuente y el Carrerón, nos llevará hasta el Albergue de la Calera.

Descendemos por la pista de la casa forestal La Calera hacia Collado Blanco, hasta enlazar con una bajada hormigonada señalizada, desde donde ya se distingue el restaurado lavadero público “Los Molinos”, el cual se sitúa sobre un molino de cubo, en su origen las instalaciones estaban compuestas por las conducciones hidráulicas, un abrevadero, un cuarto de baño para las mujeres, dos molinos harineros, el propio lavadero y la balsa que recoge el agua durante la noche para poder ser regada durante el día.

Todo el conjunto se alimentaba del manantial de la Fuente Grande, un caudal de 12 litros por segundo que fue la principal fuente de aprovisionamiento de agua que tuvo la huerta de Ricote hasta la segunda mitad del siglo XX, aunque el manantial principal es Fuente Caputa; Las aguas que hoy pertenecen al Sindicato de Regantes fueron en su día aprovechadas por los árabes para después pasar a ser propiedad de las Órdenes de Santiago y Calatrava. Hasta el lavadero hay entre 1,5 y 2 km, que las mujeres tenían que subir cargadas con el barreño, la ropa de toda la semana, azulete, lejía y jabón (según recuerdo de crio).

Seguimos descendiendo hasta el Partidor de la Romana, tomando la senda que parte a la derecha, seguimos las flechas un tiempo, pero hay que llevar el track al desviarnos del recorrido propuesto por el ayuntamiento; vemos unos agujeros en una vieja canalización, cuyo fin pudo ser empalmar la tubería de goma que transcurre por su interior; entre pasos de senda por la Huerta de Abajo, salimos a la pista asfaltada en los Pies de Cristo; por la izquierda transitamos hacia la pista del acueducto postrasvase (infraestructura de aprovechamiento de los caudales del trasvase Tajo-Segura) y el puente sobre la Rambla de Mezquita.

Desde el final del camino, hay una caída de fuerte pendiente junto a los enormes tubos, por donde extremar las precauciones, al principio por terreno suelto de escombrera (bombona de butano, ruedas de coche y tractor, esqueleto de jabalí, cajas de plástico, etc.), después, la cementación que soporta la obra ayuda al agarre de las botas.
Descubrimos la pérdida que experimente la tubería junto a unos carrizos, origen del hilo continuo de agua que discurre por la Rambla de Carcelín.

La topografía del Valle del Río Segura con su cuenca sedienta, se halla encajado en el tramo alto murciano con un ramillete de huertas del fondo del valle, aprovechando terrazas y depresiones entre los corredores montañosos, en los que han labrado sus cauces barrancos y ramblas como las del Judío, Moro, Tinajón en la margen izquierda y las de la Cuna, Benito, Mayés y Carcelín en la margen derecha, esta última salva en sus 8 km hacia el Segura un desnivel de 430 m, en un serpenteante recorrido de paredes margosas, flujo constante de aguas salinas, terreno acarcavado, con profusión de fósiles y escasa vegetación de matorral, tarays y pinar.

Cruzamos el Barranco del Socavón, ascendemos por su lateral para bajar a la Rambla de Carcelín o del Arco, llegamos a Los Terreros y por el cauce ramblero a su túnel horadado, encajonado en un estrecho; a su salida vamos a la bella cascada, ahora casi colmatada por los últimos arrastres. Después al cercano Arco, abierto por las avenidas de agua, de uno de tantos barrancos que convergen en el lecho de la rambla; pasamos bajo el arco a las antiguas salinas de Ojós y la casa cueva donde comemos lo bocadillos.

En el Valle de Ricote, hasta los años noventa del siglo XX se estuvieron explotando las Salinas de Ojos, o de San Antonio de Padua; el agua se captaba desde una mina, canalizada hacia una balsa, se distribuían a cada una de las 24 eras rectangulares con una canaleta en la parte central; de mayo a septiembre se regaban, y cada diez días se recogía la cosecha de sal. Unos 75.000 kg de sal anuales se vendían el Valle de Ricote, para el salado de jamones, arreglo de aceitunas, preparado de salmueras, aderezos, etc.

Seguimos por la rambla, salimos a la carretera junto a las instalaciones de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla; aquí hay que llevar mucho cuidado durante trescientos metros de carretera por arcén minimalista; sin pasar por debajo del túnel (Mirador del Salto de la Novia), enlazamos con la pista del área recreativa del Soto, reacondicionada con puente nuevo y burrito como portero de la finca. Continuamos paralelos al río Segura hasta el puente colgante de Ojós, accedemos a él por el jardín de las Tres Culturas; una vez cruzado el río Segura, entramos por el puente del embalse al aparcamiento. Cerramos track y dejamos las mochilas, para tomarnos unos borrachitos, cruzando por el lavadero y las callejuelas floridas de Ojós.

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