Vértice geodésico Lomo desde el Nacimiento de Fuente Caputa (Mula)

Cuando oímos Fuente Caputa pensamos automáticamente en la poza donde tanta gente va a pegarse un baño, la misma a la que todo senderista murciano que se precie ha hecho en ruta. Debe haber millones de fotos de la poza azul turquesa con el acueducto del Canal del Taibilla de fondo.

Y, sin embargo, el entorno tiene otros lugares dignos de ser conocidos. Sin duda no son tan singulares, pero vale la pena explorar la zona y ver otras cosas además de la poza.

Hoy, pues, vamos a subir al vértice geodésico Lomo, situado en la cumbre del Lomo del Herrero, una modesta sierrecilla que esconde el secreto de ofrecer una buenas vistas a norte y sur.

Aparcamos en el Nacimiento de Fuente Caputa. Aquí tenemos dos opciones: o seguir por la carretera hasta la curva de noventa grados a la derecha, donde seguiremos de frente por camino de tierra, o bien bajar al cauce, aguas arriba, transitando cómodamente por una senda. Yo he escogido esta opción, por parecerme más bonita.

La senda se separa del cauce para subir levemente a la izquierda, entre pinos. Más adelante saldremos junto a un aljibe restaurado recientemente (la última vez que estuve aquí, hará dos años, estaba bastante deteriorado). En este punto hubiera llegado igualmente si viniese por el camino.

Tras las fotos al aljibe no hay más que coger el camino que se adentra en el monte y comenzar a ascender, progresiva y suavemente, con algún repecho sin importancia.

A medida que subimos mejoran las vistas hacia el norte. Y esas vistas nos muestran los inmensos campos del Cagitán de Mula. El horizonte lo cierran distintas sierras: el Molino (junto a Calasparra), la Palera, el Almorchón, la larga cuerda de la Sierra del Puerto y la Cabeza de Asno, la Sierra del Oro y, ya hacia el noreste y mucho más cercana, la Sierra de Ricote.

El camino no tiene pérdida alguna, y una vez alcanzada la parte alta llanearemos unos minutos, hasta llegar a las ruinas de un viejo corral de grandes dimensiones. La soledad del lugar (todo el mundo está en la poza) y la luz amarillenta de una soleada tarde invernal confieren al lugar un nosequé magnético. Es la segunda vez que vengo aquí, y la primera ya me pareció un sitio estimulante, que invita al sosiego.

Sólo unos metros más adelante afrontamos el incremento de la pendiente, unos doscientos metros escasos que nos dejan en el vértice geodésico Lomo, a 636 metros de altitud. Aquí las vistas son para la vertiente sur, y desde ya advierto que las fotos no hacen justicia a lo que se ve en vivo.

Lo que más destaca es la mancha azul del Pantano de la Cierva, pegado a la curva de la autovía y bajo los cortados de la Majada de las Vacas, un lugar muy frecuentado por escaladores. Más atrás se eleva el Castillo de Alcalá, inconfundible.

Seguimos mirando a la derecha para encontrar la silueta del Castillo de Mula. El cerro donde se ubica nos impide ver la Villa de Mula, pero sí tenemos a la vista gran parte de su huerta. A lo lejos distinguimos perfectamente Pliego, y al fondo, por supuesto, Sierra Espuña.

Regresamos por el mismo camino, pasando nuevamente junto al corral, pero poco más adelante encontraremos un gran hito de piedras a la derecha. Señala el sendero que seguiremos para no retornar por el mismo camino de la ida, y la senda es muy divertida, ya que es abrupta y algo escalonada. Es un tramo corto y realmente no es nada difícil, aunque habrá que llevar cuidado de no patinar con la piedra suelta que encontraremos.

En cinco minutos llegamos a una caseta y un acueducto de un ramal del Canal del Taibilla. Junto a él, una casa que supongo sería para operarios, pero que está desvencijada y vandalizada. No me resisto a entrar. Tiene incluso un sótano, pero prefiero no bajar.

El camino que lleva a la casa y el acueducto sale al camino de servicio de la MCT. Lo seguimos por la izquierda, en descenso. Obviaremos un primer camino a la izquierda que va a una pequeña casa, pero en el siguiente cruce dejaremos la pista para tomar el camino de la derecha, que va paralelo pero desemboca en la primera poza de la Rambla de Perea, es decir, la primera desde el Nacimiento de Fuente Caputa, a escasos doscientos metros.

Tras las fotos de rigor sólo queda cerrar la ruta en el aparcamiento. Queda para una próxima excursión la visita a la presa romana de Fuente Caputa, otro de los lugares interesantes de la zona fuera de la poza grande.

NOTA: Por algún error de la app, marca una altitud unos cincuenta metros por encima de la real.