- Vértice Geodésico Peñón del Pez. (Capilla)

-Aunque la ruta discurre en su mayor parte por el término municipal de Capilla, tiene su salida y su final en el pueblo vecino de Peñalsordo. Diré también que hace unos años la realizamos y la colgué aquí en Wikiloc, solo que entonces no subimos al Peñón del Pez. Es por ello por lo que ahora vuelvo a colocarla creo yo que más completa, pues la subida a dicho punto va a merecer la pena.
Partimos como ya he dicho del pueblo de Peñalsordo; villa que según cuenta la leyenda debe su nombre a un cabrero llamado Pedro Peña más conocido como Peña el Sordo, el cual allá por el siglo XIV se estableció allí para cuidar sus cabras; y posteriormente se le fueron uniendo más personas hasta formar un caserío entorno a la ermita de Santa Brígida. Sea como fuere el poblado alcanzó la condición de villa externa en 1631.
-Seguimos nuestra marcha por el llamado camino de la Fuente del Maestro o como aquí dicen los lugareños del "Maestre", nombre por el que me inclino, pues dicha vereda nos lleva directamente al castillo de Capilla. Fortaleza que una vez conquistada a los musulmanes pasó a manos de la Orden del Temple hasta la desaparición de esta en 1309 y a partir de esta fecha al Maestre de Alcántara, Gonzalo Pérez.
-Dejando a un lado la historia, la ruta en sí es una maravilla para los amantes de esta afición, en todo momento y sobre todo en estas fechas el campo se ofrece al caminante en todo su apogeo, si además tenemos la suerte de contar con una amiga bióloga que nos acompaña y nos instruye como es el caso ya ni os cuento.
-La subida al Vértice Geodésico, otra gozada. Una vez que se logra el objetivo, las vistas son impresionantes. Peñalsordo y el castillo a nuestros pies. Bañando sus tierras el embalse de la Serena que llega a perderse en el horizonte allá por los cerros de La Puebla de Alcocer con su castillo en la cima llamándonos la atención. Si dirigimos la mirada hacia el Este alcanzamos a ver la Virgen del Castillo de Chillón y agua, más agua en todas direcciones, el embalse está a tope.
- Toca ya bajar hacia el Collado del Palenque, deshaciendo nuestros pasos, rodeados de olivos centenarios salpicados entre peñones. Tomamos de nuevo nuestra vereda, ahora ya inmersos entre jaras, aulagas, brezos y un sin fin de plantas todas ellas rebosantes de salud, hasta dar con el camino de regreso el cual nos llevará sin remedio a nuestro punto de partida. Una vez más la ruta ha terminado.