VIA DE LA PLATA - DAY 1 - Sevilla - Guillena - Castilblanco de los Arroyos

VIA DE LA PLATA - DAY 1 - Sevilla - Guillena - Castilblanco de los Arroyos

Nos levantamos a las 5 y salimos poco después de las 5:30. Vamos caminando hasta la catedral que es donde está la primera concha y el inicio del camino. Una vez localizada empezamos a seguir las indicaciones. En la cuidad no hay muchas, la verdad, es de noche, no hay gente en la calle. Menos mal que llevamos la guía en el iPhone que nos va indicando.

Salimos de la cuidad y empezamos a recorrer los campos y alrededores. Vamos animados y a buen ritmo. No se ve a nadie, al poco rato vemos a una peregrina, la única que vimos en todo el día, esto no es como el Camino Francés.

Va lentamente amaneciendo, pasamos por debajo de la autovia. Al salir de la ciudad aparecen ya las flechas amarillas típicas y ya vemos que no va a haber problemas con las indicaciones. No hay pérdida.

Manteniendo un ritmo rápido y alegre, sin calor aún, completamos la primera etapa en Guillena a las 10 de la mañana, hemos hecho 24 km. Es muy pronto y queremos hacer la segunda hasta Castilblanco de unos 17 km. Hasta aquí parecía fácil, nada hacia presagiar lo que nos iba a costar terminar el día.

En Guillena buscamos una oficina de correos y hacemos un paquete con algunas cosas que hemos pensado que van a ser superfluas, nos quitamos unos 2 kg de peso de las mochilas, que nunca esta mal. Ahora quedan en unos 6 kg la de Nete y unos 7 kg la mía. Después bebemos algo en un bar, descansamos un poco y empezamos la segunda parte, a eso de las 11:30.

Esta segunda etapa recorre campos de olivares, muy bonitos y también vemos algunos frutales, empezamos a disfrutar de lo que nos ofrece el camino comiendo unas ciruelas cogidas directamente de un árbol y que son más ricas que las que habíamos comprado en Guillena. Ya no caminamos tan rápido como por la mañana, hace bastante calor y aunque hay cierta brisa tenemos que parar dos veces a la sombra de los olivos. Un tiempo después se acaban los frutales y empieza el bosque Mediterráneo de la sierra norte de Sevilla, que es como se llama esta zona.

Los km y el calor, este sobre todo, van pesando y nos cuesta avanzar, durante varios km vemos que tenemos que parar casi cada km, llevamos agua pero no mucha y nos damos cuenta de que no hemos bebido todo lo necesario. Seguimos avanzando, no sin cierta dificultad, el paisaje es muy bonito, caminamos por un sendero entre encinares, pero cada vez nos cuesta más disfrutar de su belleza. La zona es muy solitaria, no pasa nadie, hay vallados para contener al ganado y poco más. Y de repente vemos un cartel que pone AGUA en varios idiomas, no lo podíamos creer, parecía un espejismo, pero vimos que era real, un pozo a 30 metros del cartel, con una bomba manual de extracción de agua, de esas antiguas. Bebimos unos 2 litros de agua cada uno en media hora, ahí nos dimos cuenta de lo deshidratados que estábamos y no nos habíamos enterado. Cargamos las botellas y tras descansar un rato seguimos adelante, quedaban unos 8 km.

De esto sacamos varias conclusiones: la primera que aunque seas nefrólogo te puedes deshidratar y la segunda que hay que beber el doble de lo que te pida el cuerpo, porque a veces no te das cuenta de las pérdidas hasta ser demasiado tarde.

Después de esta parada seguimos a buen ritmo otros 3 km pero luego volvió el bajón, a pesar del agua no nos habíamos recuperado bien y los últimos km fueron muy duros hasta llegar al albergue a eso de las 7 de la tarde. Mañana no nos pasará lo mismo. Compramos 2 botellas de agua de litro y medio más las dos de medio litro que teníamos, para poder llevar cada uno 2 litros cada día.

El albergue municipal de Castilblanco está muy bien dotado y el hospitalero voluntario que lo atendía era un murciano muy simpático y hablador. Cena opípara para reponer fuerzas y a dormir a las 10.