Vía Ferrata Callejomadero (K4/K5)

Inicio y final: Barrio de la Gandulina, Ramales de la Victoria (Cantabria)
Información: En el inicio de la ruta hay un panel explicativo con todos los requisitos, normas de uso y datos técnicos

*IMPORTANTE: Al tratarse de un recorrido que atraviesa paredes, recovecos de estas, etc. el track en algún momento puede no ajustarse al recorrido real. Simplemente dejamos el recorrido por aquí para que se pueda encontrar el inicio y retorno de la Vía Ferrata.

La vía ferrata Callejomadero está catalogada como K4 ( físico) y K5( psicológico) y tiene una longitud aproximada de 300 metros salvando un desnivel de unos 75 metros, siendo algo diferente ya que se desarrolla de forma integra en el interior de una torca, a la que accederemos a través de un rápel volado de 40 metros, para lo que tendremos que llevar las cuerdas apropiadas y descensores para este rápel. Primero se desciende al fondo de la torca para luego recorrerla en ascenso.

La aproximación desde el aparcamiento hasta el inicio de la vía ferrata nos llevará unos 20 minutos a través de una pista ascendente, que posteriormente se convertirá en una senda en la que iremos viendo puntos rojos que nos guiarán en nuestro recorrido hasta el inicio de la vía.

La vía ferrata comienza con un primer tramo vertical entre árboles, que nos lleva a un muro totalmente vertical equipado con grapas por el que descendemos hasta llegar a la instalación del rápel, a unos 40 metros del suelo. El lugar es incómodo, con poco espacio (más de dos personas sería especialmente incómodo), por lo que sería recomendable asegurarse que antes de llegar a la instalación tenemos todo lo necesario a mano. El rápel a excepción de la salida es totalmente volado, hasta llegar al fondo de la torca.

La torca está húmeda y su suelo embarrado, lo que hace que las grapas de salida estén embarradas también y el recorrido en general sea resbaladizo, por lo que tendremos que extremar la precaución. El primer tramo de ferrata es un tramo vertical que termina en una vira lateral que nos dará acceso a un puente tibetano. En este tramo hay un par de grapas colgantes de un cable, a modo de columpio, para poner el pie, que a pesar de ser un poco raro es bastante entretenido.

Al final de la vira hay un puente tibetano que cruza a la pared de enfrente. No tiene línea de vida por arriba, por lo que la disipadora va en los cables laterales en los que apoyamos las manos, teniendo que cambiar los mosquetones a mitad de puente debido al fraccionamiento del puente tibetano. Por la pared donde termina el puente será por la que tenemos que trepar para terminar la vía ferrata, encontrando algunas secciones desplomadas en las que tendremos que tirar de nuestra fuerza de brazos.

Una vez que salimos arriba y damos por terminada la vía ferrata, enseguida enlazaremos con el sendero que utilizamos en la ida para acceder a la torca, llegando en poco tiempo al aparcamiento.