Vía Verde del Aceite
near Jaén, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
120 km de Vía Verde del Aceite y de las Subbéticas
Que adopta las siguientes denominaciones:
Llámese Vía Verde del Aceite en los 55 km que transita por provincia de Jaén.
Pasa a llamarse Vía Verde de la Subbética en los siguientes 65,25 km correspondientes a la provincia de Córdoba.
Aún así, los últimos 8 km vienen protagonizados por las señales de los Caminos Naturales Vía del Aceite.
Los 44 km del track hasta llenar mis 164 km son los andorreos de la etapa 4, la de Zuheros (que no forma parte de la Vía Verde), los 3 km hasta llegar al inicio de la Vía Verde desde la estación de bus de Jaén, el abandono de la Vía Verde en Campo Real recorriendo 6 km por pista local hasta Puente Genil, (muy bien señalizada por el ayuntamiento) y los vericuetos hasta encontrar alojamiento en Torredongimeno, Lucena y Alcaudete (dormir en Alcaudete cuesta más de 9 km hasta retornar a la Vía Verde).
1.- Jaén – Torredelcampo – Torredongimeno 19,58 km, 267 m subiendo y 161 m bajando en 5 horas 30 minutos después de salir de Almería a las 9:00 h en bus, para empezar a caminar a las 13.30 h
2.- Torredongimeno – Martos – Alcaudete: 37,87 km, 299 m subiendo, 298 m bajando en 10 horas
3.- Alcaudete – Luque - Zuheros: 31 km, 294 m subiendo y 287 m bajando en 10 horas.
4.- Zuheros – Cueva de los Murciélagos – Fuenfría – Cañón del Arroyo Bailón: 16,32 km, 625 m subiendo y 625 m bajando en 9 horas (visita a la cueva incluida)
5.- Zuheros – Doña Mencía – Cabra – Lucena: 28,66 km, 87 m subiendo y 231 bajando en 8 horas.
6.- Lucena – Moriles (Navas del Selpillar) - Puente Genil: 30,76 km, 204 m subiendo y 204 m bajando en 9 horas.
Una caminata interesante para añadirla en la lista de nuestras medallas pero con poca aventura.
Desde el primer paso vemos quien será el protagonista: el olivar.
Olivos desde el primer al ultimo día en todo lo que la vista llegaba a alcanzar.
Olivos alineados, muy bien cuidados, limpios y escamondados, sin una mala hierba a sus pies, preñados de aceituna, preparados para la cosecha, ya recogiendo las de verdeo. Muy curioso es ver la gran variedad de aceituna que nos muestran en en el Jardín de Variedades del Olivo en la estación de Alcaudete.
Protagonista secundario es el tren que pudo haber sido y no fue, con sus estaciones en proceso dudoso de rehabilitación y algún que otro vagón olvidado en la estación de Luque y un par de máquinas en la estación de Cabra.
Pese a que el orden de prioridad de la vía sean disminuidos, peatones y ciclistas, por este orden y excluyendo a todo vehículo a motor no autorizado, esta es una ruta ciclista, está demasiado asfaltada para nosotros, los caminantes; la planta de los pies nos pedía abandonar vía y tirar por el olivar.
A la dureza del asfalto se une otra sicológica, no menos dura, de ver esas rectas interminables, todas las horas y todos los días la misma recta, sin otra cosa que contar sino olivos; a Paqui le deba, a veces, por batir récord de marcha rápida hasta los 3,3 km en 33 minutos!
De vez en cuando pasar un viaducto del año1890, de los muchos que hay, nos alegraba el ánimo y nos sobrecogía la altura sobre el barranco y el poderío de los ingenieros del hierro. Otras veces nos conformamos con pasar un túnel con viento fresco, o bajo un puente, todos iguales, o por pasarela sobre A-316, cosas de poca importancia con tal de aliviar la monotonía del camino.
Otra cosa bien distinta fue la jornada empleada en Zuheros, apartándonos de la Vía Verde, de la campiña y del olivar para entrar en el mundo de la caliza y del encinar, en visitar el patrimonio natural de la Cueva de los Murciélagos, adentrándonos en la Subbética por caminos entre cortijos derruidos hasta la fuente de la Fuenfría; regresamos a Zuheros por el sendero local del Cañón del Arroyo Bailón; disfrutar de la belleza del Bailón (pese a que no llevaba agua) es un privilegio amenizado, ademas, por un pequeño rebaño de cabras salvajes que cabrioleaban por la pared vertical del otro lado de donde nosotros las contemplábamos en silencio.
Mención especial de esta historia tiene Paqui Gallardo, mi compañera de caminos, cada día más mayor, más fuerte y más rápida.
Que adopta las siguientes denominaciones:
Llámese Vía Verde del Aceite en los 55 km que transita por provincia de Jaén.
Pasa a llamarse Vía Verde de la Subbética en los siguientes 65,25 km correspondientes a la provincia de Córdoba.
Aún así, los últimos 8 km vienen protagonizados por las señales de los Caminos Naturales Vía del Aceite.
Los 44 km del track hasta llenar mis 164 km son los andorreos de la etapa 4, la de Zuheros (que no forma parte de la Vía Verde), los 3 km hasta llegar al inicio de la Vía Verde desde la estación de bus de Jaén, el abandono de la Vía Verde en Campo Real recorriendo 6 km por pista local hasta Puente Genil, (muy bien señalizada por el ayuntamiento) y los vericuetos hasta encontrar alojamiento en Torredongimeno, Lucena y Alcaudete (dormir en Alcaudete cuesta más de 9 km hasta retornar a la Vía Verde).
1.- Jaén – Torredelcampo – Torredongimeno 19,58 km, 267 m subiendo y 161 m bajando en 5 horas 30 minutos después de salir de Almería a las 9:00 h en bus, para empezar a caminar a las 13.30 h
2.- Torredongimeno – Martos – Alcaudete: 37,87 km, 299 m subiendo, 298 m bajando en 10 horas
3.- Alcaudete – Luque - Zuheros: 31 km, 294 m subiendo y 287 m bajando en 10 horas.
4.- Zuheros – Cueva de los Murciélagos – Fuenfría – Cañón del Arroyo Bailón: 16,32 km, 625 m subiendo y 625 m bajando en 9 horas (visita a la cueva incluida)
5.- Zuheros – Doña Mencía – Cabra – Lucena: 28,66 km, 87 m subiendo y 231 bajando en 8 horas.
6.- Lucena – Moriles (Navas del Selpillar) - Puente Genil: 30,76 km, 204 m subiendo y 204 m bajando en 9 horas.
Una caminata interesante para añadirla en la lista de nuestras medallas pero con poca aventura.
Desde el primer paso vemos quien será el protagonista: el olivar.
Olivos desde el primer al ultimo día en todo lo que la vista llegaba a alcanzar.
Olivos alineados, muy bien cuidados, limpios y escamondados, sin una mala hierba a sus pies, preñados de aceituna, preparados para la cosecha, ya recogiendo las de verdeo. Muy curioso es ver la gran variedad de aceituna que nos muestran en en el Jardín de Variedades del Olivo en la estación de Alcaudete.
Protagonista secundario es el tren que pudo haber sido y no fue, con sus estaciones en proceso dudoso de rehabilitación y algún que otro vagón olvidado en la estación de Luque y un par de máquinas en la estación de Cabra.
Pese a que el orden de prioridad de la vía sean disminuidos, peatones y ciclistas, por este orden y excluyendo a todo vehículo a motor no autorizado, esta es una ruta ciclista, está demasiado asfaltada para nosotros, los caminantes; la planta de los pies nos pedía abandonar vía y tirar por el olivar.
A la dureza del asfalto se une otra sicológica, no menos dura, de ver esas rectas interminables, todas las horas y todos los días la misma recta, sin otra cosa que contar sino olivos; a Paqui le deba, a veces, por batir récord de marcha rápida hasta los 3,3 km en 33 minutos!
De vez en cuando pasar un viaducto del año1890, de los muchos que hay, nos alegraba el ánimo y nos sobrecogía la altura sobre el barranco y el poderío de los ingenieros del hierro. Otras veces nos conformamos con pasar un túnel con viento fresco, o bajo un puente, todos iguales, o por pasarela sobre A-316, cosas de poca importancia con tal de aliviar la monotonía del camino.
Otra cosa bien distinta fue la jornada empleada en Zuheros, apartándonos de la Vía Verde, de la campiña y del olivar para entrar en el mundo de la caliza y del encinar, en visitar el patrimonio natural de la Cueva de los Murciélagos, adentrándonos en la Subbética por caminos entre cortijos derruidos hasta la fuente de la Fuenfría; regresamos a Zuheros por el sendero local del Cañón del Arroyo Bailón; disfrutar de la belleza del Bailón (pese a que no llevaba agua) es un privilegio amenizado, ademas, por un pequeño rebaño de cabras salvajes que cabrioleaban por la pared vertical del otro lado de donde nosotros las contemplábamos en silencio.
Mención especial de esta historia tiene Paqui Gallardo, mi compañera de caminos, cada día más mayor, más fuerte y más rápida.
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