Vía Verde del Río Eo: Ruta del Ferrocarril de A Pontenova a O Chao (San Tirso de Abres).

Los Hornos de A Pontenova se construyeron a principios del siglo pasado para explotar las minas de hierro de Vilaoudriz y Boulloso. Para transportar el mineral hasta la costa y ser exportado a diversos países europeos se construyó la línea de ferrocarril hasta Ribadeo, aprovechando el valle del Eo. En la ruta de hoy recorreremos el camino que seguían las antiguas vías del tren y que se ha rehabilitado para deleite de caminantes y ciclistas. Nosotros dejamos un coche en O Chao (cabecera del municipio de San Tirso de Abres) y comenzamos la ruta en A Pontenova, aunque se puede realizar perfectamente el revés y dado que no es muy exigente, podemos aprovechar para combinarla con la ruta de la minería, circular que también se inicia al pie de las chimeneas.

Después de tomar un café en A Pontenova comenzamos a andar el grupo que hoy estaba formado por Trini, Martín, Celia (mi mujer e hijos), Suni y Jorge (mi cuñada y sobrino). Comentar que la ruta se reparte la mitad en Galicia y la mitad en Asturias, discurriendo la parte gallega por un carril asfaltado y la asturiana por uno terrizo. La primera parte no deja de ser un paseo que va por la parte alta de la orilla de un río; el lado del río tiene la típica vegetación de un bosque de ribera donde predominan los robles, alisos, sauces, fresnos y castaños, y en la otra parte del carril veremos principalmente una plantación de eucaliptus. Hacía el río la vegetación es muy frondosa, por lo que no disfrutaremos de su vista más que en contadas ocasiones. Durante el recorrido pasamos por dos agradables merenderos con mesas de granito y barbacoas y por una serie de casetos que también se han rehabitado y que tuvieron distintos usos, desde almacén de carbón para las locomotoras, hasta aparcadero de bicicletas y motocicletas de los viajeros, cuando la línea férrea pasó a tener un uso comercial.

Tras el Apeadero del Cairo nos encontramos una carretera que sirve de linde entre Galicia y Asturias; allí entramos en la parte más interesante del recorrido, en el que cruzaremos por 6 túneles del ferrocarril que cuentan con la particularidad de tener una iluminación que se activa por movimiento. Lógicamente los apartaderos que hay en las paredes sirven para tender una serie de "emboscadas" ante las que cada cual reacciona a su manera. Pasaremos también por un refugio de pescadores que cuenta con una escala de salmones, para facilitar el ascenso hacia el curso alto del río a estos peces cuando se encuentran con los saltos de agua construidos para abastecer a las centrales eléctricas. Precisamente, tras cruzar un elevado puente metálico sobre el río Eo, podremos visitar las ruinas de una mini central hidroeléctrica. Y una vez en O Chao, ¡qué mejor que acabar la jornada con un buen cachopo!.