Viana de Mondéjar: a Villaescusa de Palositos

Tres sábados hay en el año que relumbran más que el sol: Sábado Santo, la Marcha de las Flores y la víspera de La Ascensión. Este año singular han querido los astros que los últimos dos sábados coincidieran en uno solo; debe de ser un importante augurio pero no lo sabemos interpretar.

La realidad ha empezado bien. En un sábado tan luminoso como el del adagio, salimos desde Viana de Mondéjar siguiendo el mismo itinerario de “cuencamágica.com” en su marcha con id=1651459. (Y luego hacemos también la vuelta por el mismo camino; escarmentados porque hace años intentamos una ruta alternativa por el sendero sobre el cerro Mogorrón que muestra el mapa ráster 1:50.000 del IGN; pero el sendero desapareció o lo perdimos, y fue un calvario.)

El campo nos recibe engalanado de colores tan ricos que parece imposible que los pobres terrenos yesosos los puedan mantener (ver fotos). Los sembrados de cereal apuntan su mejor color “verde como el trigo verde”. Y hasta los caballos de las fincas aledañas se acercan curiosos y amables a saludarnos.

Llegamos a reunirnos con nuestros amigos de villaescusadepalositos.es, decuencaasantiago.org y dealbaceteasantiago.es para llamar la atención del extraño suceso que, como una moderna maldición tipo Bella Durmiente, mantiene cortados desde hace años los múltiples caminos ancestrales que conducen a este antiguo pueblo, que aún conserva una hermosa iglesia románica y el cementerio, al que sus hijos vienen a honrar a sus antepasados. Pero distraídos por el camino como Caperucita, llegamos un poco tarde y nos perdemos la oración en el cementerio;sólo llegamos a ver lo bien adornado que ha quedado tras la ceremonia.

La plaza de El Coso de Villaescusa de Palositos en el corazón de La Alcarria es una réplica a escala de la Puerta del Sol de Madrid en el kilómetro cero de las seis primeras carreteras nacionales. De El Coso parten otros tantos caminos: a Peralveche, Salmerón, Escamilla, Torronteras, La Puerta y Viana de Mondéjar. Pero hay una importante diferencia que no es de escala: mientras en las carreteras la Guardia Civil trabaja noche y día por mantener fluida la libre circulación de nuestro Espacio Schengen, en este escondido lugar parece trabajar en lo contrario, amparando por omisión intereses que no son los que tiene encomendados por quienes pagamos sus nóminas y pensiones.

En este día la iglesia se rodea de animación y colores, y recibe más fotos que una modelo en su pasarela; pero mañana volverá con su prestigioso título de bien de interés cultural a vivir 364 días de olvido. No mañana, hoy mismo se vuelve a quedar sola porque un rumor dice que, si no salimos a tiempo de la zona, la propia Guardia Civil cerrará de nuevo las puertas y quedaremos retenidos dentro. No creemos que el prestigioso instituto armado se prostituya al servicio de particulares, pero como el camino a desandar es largo, retrocedemos a comer bajo la encina Isabelita que ya habíamos elegido a la ida.

El recorrido total es de 18,2 km y el ascenso acumulado de 499,88 m. Más tarde lo redondearíamos visitando Viana de Mondéjar (ver fotos).