VIII-Mugarriz Mugarri Galdakao 2018

Ruta 20.

Los km recorridos son 51.2, aunque en la ruta figuren 48. Ello es debido a que en la bajada de Upo se debió perder la conexión del móvil y me ha trazado una línea recta durante unos 3 km.

El inicio de la ruta consiste en subir a Upo por Arkotxa. Lugo se baja a Segismuno y se vuelve a subir el Tontorrandi por la cara más vertical.
Se sigue por el cresterio hasta IRUMUGARRIETA, mugarri que separa Bedia, Zeberio y Galdakao.
De Irumugarrieta se baja a Lekubaso hasta Usansolo, y desde ahí se sube el Burtotza por Gorosibai.

Estas primeras rampas a la salida de Gorosibai son muy duras, y al mirar el móvil y ver que aún no se ha realizado si quiera la mitad de la ruta, a uno le empieza a temblar el ojo, como a la ardilla de la Edad de Hielo.

De ahí se va hasta Kortederra y luego se sube al Arrizurigane. Después se baja a Artola, y vuelta a subir, hasta Elorritxueta (Vivero) pasando por el Kuzkuburu.
Del vivero se asciende al Ganguren.

Del Ganguren se baja a Gudabikolanda, otro limite entre varios municipios, y se llega a JUGO, que es el barrio mas occidental de Galdakao, pegando a Etxebarri.
Despues de Jugo, una nueva ascensión, al Axpuru, encima de Aperribai, y por media ladera, se pasa por encima del pantano de Aranzelai. Bordeando el campo de golf se baja a Basabe para llegar a Errekalde y de aqui a la meta.

La ruta es larga y ..., dura, por las muchas ascensiones, así que cuando ví la meta...., uy!, cuando vi la meta ..., me puse más contento que Pocholo en Ibiza!.

El riesgo de volverse con ampollas es alto (descensos pronunciados). Yo, tengo que reconocer, poseo cierta habilidad natural, creo que es un don, para generar ampollas con gran facilidad y desenvoltura. Nunca me ha gustado presumir de ello pero ..., es una realidad que tengo que admitir, aunque a veces percibo que despierto ciertas envidias y no menos recelos. De hecho, volví con una ampolla de tal magnitud ..., que dudé si tal vez debería inscribirla en el Registro Civil.
Luego ya fui preguntando y eso..., me fui informando, y me dijeron que no, que no era necesario.
Valiosa información para evitar tediosos papeleos.

Ya en el último descenso por Errekalde, a cada paso descendente, uno siente algo parecido a como si llevara un badajo de campana detrás de cada rótula dando las campanadas de fin de año. Pero ya, la cercanía del final te empuja sola.

Quisiera además dar las gracias a la organización por la excelente señalización del trazado y por el ambiente cordial y de buen humor que se creó en los controles de dorsal y en los avituallamientos.
Gracias y...., hasta otra!