Viladasens-Raset-Cervià de Ter
near Viladasens, Catalunya (España)
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Trail photos
Itinerary description
Cielos plomizos y el preciado oro líquido para los embalses, nos acompañan en el camino hacia Viladasens. Punto de encuentro con nuestros entrañables cómplices de Girona, para compartir otra gloriosa jornada de hermanamiento y disfrutar de todo aquello que nos ofrece la naturaleza y la vida. Una distentida charla sobre la actualidad y el porvenir nos anima el trayecto, y gracias a nuestro excelso y acérrimo denostador de las zonas de bajas emisiones, nuestro esforzado conductor encuentra más soportable la tarea de transportarnos al destino. Llegamos en lo que parece un breve instante al aparcamiento del Restaurante Can Lladó, donde tenemos previsto hacer el alegre ágape del fin de fiesta, aunque luego explicaré que trocó en casi tragedia. Abrazos y chascarrilos presiden el reencuentro con los aborígenes, y entre edificios de hermosos muros de piedra, iniciamos la andadura. Dejando enseguida atrás el cemento, tomamos sendero, que aunque ahora cesó, la ténue lluvia embarró hasta convertir en trampa para osos. Pisando hierba y piedra, para mantener las suelas relativamente limpias, entretenemos el caminar buscando preciados espárragos, a falta de caracoles, compitiendo por ser el de más aguzada vista y descubrirlos entre la maraña vegetal. Los canes anuncian nuestro presencia con sonoros ladridos y feroces gestos , que gracias a las vallas que los contienen, quedan en meras instantáneas sin mas consecuencias. La vegetación pone palio a nuestro paso, y los campos colorido, fragancias y hermosuras cromáticas, que aunque son plantas que conllevan aciagos recuerdos, no es culpable de ello la inocente colza, sino la manipulación humana. Avanzamos lentamente, no por ser duro el camino, sino entretenidos con las indicaciones para la caza del espárrago, por el aborigen que dirige la batida, y esperando siempre pacientes a nuestro ínclito artista, en su personal peregrinaje hacia la foto perfecta, procurando no perderle en la lejanía. Pasada la abandonada ermita de Sant Roc, entramos en Raset, donde descansando en unos bancos para desayunar, admirando su museo y luego Sant Cristófol, reanudamos la andadura. Un venerable jubilado, acompañado de su perrita Bruna, nos despide y desea suerte, departiendo con nosotros, para mostrarnos orgulloso el pozo que restauró. Animado, se ilumina su cara y le brillan los ojos, cuando describe con ilusión renovada lo que harán alrededor de la barbacoa que ahora construye. Contagiados por su energia y plenos de positividad, enredamos con nuestros propios recuerdos, y a falta de espárragos que recolectar, competimos en escaramuzas verbales, para enmendar injusticias y mejorar el mundo. Comentarios políticamente incorrectos hoy en dia, que no deben empañar lo certero del análisis, nos acompañan hasta la entrada de Cervià, donde callamos, absortos en atesorar en nuestras retinas la belleza que percibimos. El atrio de Santa María, la Torre del Reloj, les Muralles, Sant Genís, callejuelas empedradas y arcos que se antojan imperiales, desembocan en el Castell. Remozado armoniosamente, a nuestro criterio, para salvaguardar los restos de su antiguo esplendor, proporcionando al visitante la ocasión de convertirse en protagonista, gracias a las viñetas que salpican sus rincones, e imaginar que oteando el horizonte, podrá avisar de la llegada de potenciales invasores. Salimos del pueblo por sendero, toca ahora subir un largo trecho, para justificar el refrigerio y viandas que nos esperan, reemprendiendo al mismo tiempo nuestra esforzada búsqueda. Abrazamos y elucubramos junto al Pi Gros, si se debe considerar como lenguaje ofensivo semejante calificativo, y sobre si se debería decir "Lo Pi d'àmplia circumferència", para evitar suspicacias y resquemores. Finalizada la epopeya y previo cambio de muda, nos reciben manteles y cubiertos para el banquete real. Como lo prometido es deuda, comparto ahora con el esforzado lector, el funesto cierre de jornada. Han querido los hados recordarnos que somos humanos y bajarnos los humos por creernos intocables. Nos ponen en guardia nuestros compañeros fumadores, sobre que una incursión de rateros en el parquing, ha acabado con muchos cristales rotos, equipajes sustraidos y disgustos generalizados. Cabizbajos bajo la lluvia hasta la llegada dels mossos, que tras larga espera, toman fotos y notas, empatizando con nosotros, y compartiendo su desánimo por no poder darles caza. Acordamos que siendo daños materiales y como tales reparables, aunque nos podamos sentir algo impotentes, es mejor sonreir, nos abrazamos y despedimos, emplazandonos para futuras lides.
Waypoints
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Enclaves desconocidos o poco transitados de gran belleza. Gracias por compartir