Viladecans, El Remolar; La Vidala, Riera Sant Climent, Desembocadura, Playa Can Francès

Recorrido pintoresco, circular, al nivel del mar, para fotógrafos, ornitólogos, observadores y amantes de la naturaleza en general, una experiencia muy recomendable, que no podéis dejar pasar, eso si sometido a un horario, se puede llegar en coche, hay dos aparcamientos, uno pequeño junto a los miradores cerrado los lunes y fines de semana, el otro que es inmenso está permanentemente abierto que es el que hemos empleado. Se llega hasta la desembocadura del brazo de la Vidala, donde hay una pequeña cala, han retirado el puente de madera que han dejado allí, se puede pasar al otro lado a través del mar, cuestión de descalzarse (solo 30 cm. de altura el día de la excursión).
Como introducción para el que no sea de la zona, decir que el río Llobregat forma en su desembocadura un delta de 97 km2. Se trata del segundo delta en extensión de Catalunya, situado geográficamente en el centro de la costa catalana, entre los paralelos 41º 16’ y 41º 25’ latitud N y los meridianos 1º 58’ a 22º 10’ longitud E. Pese a la proximidad de Barcelona al Delta, es una zona húmeda considerada de importancia internacional por la Unión Europea.
La Vidala
También llamada Reguera Salabrosa es un apéndice del Remolar, tiene una longitud de 1.420 metros y un ancho entre 40 y 100 metros y hasta 4 metros de profundidad, dispone de agua permanente ya que está conectada a un acuífero superficial.
Escenario muy importante para la fauna, en especial para las aves acuáticas, por el hecho de encontrarse justo en medio de la ruta migratoria de las aves que se desplazan desde el norte de Europa hacia África. Se pueden observar fácilmente Flamencos, Garzas Reales (bernat pescaire), cormoranes (corb marí), patos (ànecs), avefrías (fredelugues) o la garceta común (martinet blanc). Durante la primavera y en verano los limícolas (limícoles) llenan la marisma, la temporada de aves migratorias oscila entre finales de Agosto y la mitad de Octubre.
Podremos apreciar incluso un prado perfectamente protegido con varias especies de Orquídeas con floraciones en diversas épocas del año, Orquídeas de la Marisma, Abellera Fosca (Ophrys fusca), Abellera de la Pasión (Ophrys sphedodes), Abellera Vermella (Ophrys thenthredinífera), Abellera de mirall (Ophrys speculum), Gall Parviflor (Serapias parviflor), Flor del hombre ahorcado (aceras antropophorum), Abellera Olorosa (Orchis coriophora) Orquidea de Otoño (Spiranthes spiralis).
En estos prados las primeras orquídeas en florecer son las Abelleras Foscas en Febrero.
En 1987 con la declaración de las reservas naturales del delta del Llobregat, este escenario pasó a ser protegido. Desde entonces su fauna y vegetación han ido incrementando su valor.
Los caballos de la Marisma, ejercen su función pues al pastar permiten controlar la vegetación y mantener los prados húmedos.
La carretera de la Vidala se cierra a los vehículos motorizados todos los lunes, fines de semana, festivos y durante el verano, a la playa de Viladecans se puede acceder a pie y en bicicleta hasta las mismas desembocaduras, Riera de Sant Climent y la Vidala hay una zona restringida, con cabina de información dotada con 2 guías, con un horario establecido (hasta las 18:30), tiene unos 800 metros en el que no se puede circular en bicicleta, ni con perros, un recorrido serpenteante que permite observar fauna y flora con total tranquilidad con varios puentes y observatorios en forma de cabaña que preservan el hábitat para tranquilidad de observadores de aves y de la naturaleza en general, siempre circulando sobre una pista entre árboles y maleza, con alguna pasarela de madera que nos permite pasar por encima de los humedales, para evitar contaminar.
Atravesaremos los pinares de Can Francés y la zona protegida al lado de el canal del Remolar los acuíferos naturales del delta del Llobregat.
Podemos disfrutar de gran diversidad paisajista y biológica, aunque cueste entender esta convivencia de aves y aviones, parece ser que no es todo tan 'amigable', pues en el Aeropuerto disponen de un equipo de halcones, encargados de que las aves no invadan el espacio aéreo, en las desembocaduras, marismas, lagunas y humedales, pinares litorales y playas vírgenes con protección biológica.
Los espacios naturales del delta del Llobregat se han acondicionado para atender al público, que puede seguir varios itinerarios equipados con observatorios y torres mirador para la observación y fotografía de un paisaje muy cambiante según las estaciones.
Recorrido
En esta ruta circular saldremos del parking grande del Remolar, seguiremos la carretera de la Vidala, veremos carteles indicativos y equipados con parapetos especiales de madera especiales para observar las aves en su entorno, pueden ser torres de observación elevadas, para ver por encima de las hileras de cañas y vegetación, se pueden seguir varios itinerarios equipados con observatorios.
El Remolar y Filipinas (Viladecans)
Puedes seguir el brazo de la Vidala a lo largo de poco más de un kilómetro, hasta llegar al puente por donde se puede cruzar y llegar al interior del espacio hasta el cruce de las Marismas de Filipinas o incluso el sendero de la Baja de los Chopos. También puedes seguir la Riera de San Clemente hasta el mirador de Cal Francés que te llevará a la playa protegida de Viladecans.

Las restricciones son por un tema de tranquilidad para las aves, para que puedan nidificar sin estres, para que sigan utilizando estas Marismas como lugar de paso en la migración otoñal, hablamos de innumerables especies que se desplazan y recorren grandes distancias de un lado a otro, se rigen por el mismo patrón, vuelan en busca de tierras templadas en la temporada cálida, específicamente hacia el norte con el fin de reproducirse y por la incansable búsqueda de sus alimentos; y en su regreso tratan de buscar las zonas tranquilas del sur para invernar.
En la temporada de otoño estas aves que migran retornan a las zonas cálidas donde a pesar de los cambios de clima, consiguen los alimentos mas fácilmente. No obstante esto, el periodo de migración para estas aves representa de alguna manera grandes riesgos debido a la dificultad para encontrar alimentos y la lucha constante por preservar su vida a consecuencia de los depredadores. Tales como el halcón de Eleonora, que tiene a sus crías exactamente en la temporada de otoño aprovechando el paso de las aves migratorias que van al sur, que sirven de alimentos a sus pichones, en este caso en el mismo aeropuerto, controlando un espacio aéreo de seguridad.
Las aves migratorias se orientan de diferentes maneras; puede ser a través de campos magnéticos, guiados por las estrellas y por el sol, pero en estos momentos cuando existen tantos problemas ambientales, ellas detienen su viaje y hacen una pausa para después continuar su vuelo.
Especies endémicas

Hierba de Santiago.


Rutas Complementarias por el Delta del Llobregat
Remolar i Les Filipines
Marismas, Bunkers
Can Dimoni
Mirador Aviones
Bunyola
Playa Prat
Prat por orilla
Marismas
Parque agrario