VILAMOR - FROXAN - VILAR - VILAMOR - O CAUREL - LUGO ESPAÑA

La mezcla de clima mediterráneo y eurosiberiano, hacen que el clima del lugar sea clima de montaña, produciéndose fuertes cambios de temperatura de invierno a verano. Gracias a la alternancia de los suelos y el clima húmedo de montaña hay una rica variedad floral.
Por esto mismo en las cumbres podremos encontrarnos con hayas, tejos, abedules, robles, acebos, un poco más por debajo de los 1400 metros castaños, brezos, encinas y madroños. Teniendo en cuenta esta maravillosa flora, no podrían faltan lobos, corzos, jabalíes, tejones, liebres, ardillas, martas, armiños, perdiz roja, búho real…
Hay una población de unos 1.500 habitantes, distribuidos en 9 parroquias, y a su vez en 45 pueblos.

Parroquias:
VILAMOR: O Carballal, Froxán, Mazo Santigoso, Castro Portela, Vilar, A Campa, Vidallón y Vilamor.
FOLGOSO: Sobredo, Ferreirós de Abaixo, Ferreirós de Arriba, Santa Eufemia, Eiriz, Valdomir, A Pendella, O Touzón, y Folgoso.
SECEDA: Cortes, Lousadela, y Seceda.
SEOANE: Mercurín, Ferrería Vella, Ferrería de Seoane, Moreda, Parada, Piñeira, y Seoane.
ESPERANTE: Castro de Romeor, Romeor, Millares, Mostaz, Esperante, y Campelo.
HORREOS: Horreos y Ferramulín.
VISUÑA: Visuña.
MEIRAOS: Pedrafita, Paderne, Miraz, O Mazo, Villasibil, y Meiraos.
NOCEDA: Noceda, Vilela, y Teixeira.

Esta ruta comienza desde el hermoso pueblo de Vilamor, con un encanto rústico, es circular por lo tanto puede empezarse a la entrada del pueblo, o a la salida (Casa do Comerciante).

Lo primero que nos encontramos es una pendiente de tierra y zarzas, al llegar un poco más arriba, ya nos encontramos con un camino bien definido de piedras que nos lleva poco a poco a la cima de la montaña.
Los paisajes son espléndidos, a lo largo de la mañana pudimos observar cómo se despejaban las nubes para dejarnos disfrutar de las vistas. En esta ruta tendremos que cruzar como unos tres portales que los ganaderos ponen en el camino para que los animales no pasen, ya que se encuentran sueltos en la zona alta del monte. Después de un par de kilómetros nos topamos con el bonito pueblo de Froxán el primero de nuestro recorrido y que cuenta con la antigua Fuente del Milagro de 1935.
Cruzamos entonces el pueblo y sendero abajo entre las casas de piedra de Froxán para dirigirnos a Vilar.
De camino pudimos observar zonas enormes de castaños realmente preciosos, pero antes de llegar allí visitamos el Castro de Vilar, una zona de piedra, con los antiguos castros, donde aún se pueden ver bastante bien conservados, y una cima perfecta para una panorámica, desde donde se deja ver el basto paisaje que nos rodeaba, así como la subida que acabábamos de coronar, ladera arriba, dejando atrás el río Lor y el Puente do Bao que lo cruza.

En esta zona se levanta una capilla muy rústica La Ermida de San Roque, con puerta de madera, y un pequeño altar, cuidada por único habitante del pueblo el señor Xan, donde vimos un museo conocido como Exposición de trebellos e aparellos, con todo tipo de herramientas y antigüedades, donde se ruega un donativo de 50 céntimos para la ayuda y conservación del lugar.

Vilar es un pequeño lugar muy tradicional Lucense, casas de piedra, con alpendres para guardar hierba y demás, una fragua, y una especie de herrería artesana, donde podrás comprar,
miel, orujo casero. También podremos ver antiguos carros de vacas, con enormes ruedas apiladas a modo de museo tradicional Gallego, una aldea “100% enxebre”. Dispone de una pequeña libreta de viajeros, donde puedes escribir el día y de dónde vienes, para el recuerdo.

Continuamos nuestro camino sendero abajo por mitad del pueblo

Justo a partir del Puente da Rastradeira nos encontramos con una cuesta bastante pronunciada, una vez llegamos a lo alto del camino divisamos de nuevo con una calzada ancha y asfaltada.

Esta ruta está considerada de dificultad moderada, por sus empinadas pendientes, y por la zona del castro, debido a las piedras y el sendero que conduce allí ya que no es apto para todos los públicos. Es una zona de acantilados de extrema belleza paisajística, pero donde un fallo puede ser muy peligroso.