Vilanova de Prades - Punta del Curull

Fecha: 10/10/2020

Climatología: unos 10°C por la mañana y nublado, que evoluciona hasta despejarse, subiendo las temperaturas hasta unos 20-22 °C.

Descripción de la ruta:

La ruta parte desde Vilanova de Prades en la carretera principal, al lado del camping.

Se trata de una ruta de casi 15 km que incluye varias salidas fuera del recorrido para conocer la zona, por lo que si se sigue estrictamente la ruta circular, podrían quedarse en unos 13 km.

Comienza ganando altura con unas vistas (hasta donde la niebla permite ver), del entorno de la comarca. Destacan las formaciones geológicas que se ven en las fotos, así como la variedad de árboles y arbustos.

El camino, por lo general, resulta cómodo para andar, en ocasiones hay partes hormigonadas y en ocasiones se discurre al lado de zanjas para la canalización del agua.

Existen varias variantes que pueden inducir a error, por lo que es recomendable que, en cada cruce, se consulte por dónde va la ruta.

Primeramente, se llega a la Cim del Curull, que resulta ser muy asequible con unas vistas muy agradables del entorno. Tras ello, se baja hasta un cruce con una pista hormigonada, en la que en el track giramos a la izquierda y subimos, para más adelante dar la vuelta. Este trozo se puede obviar.

Continuamos bajando hasta llegar a una bifurcación que permite ir hacia El Crucifici, una ermita que, como se ve en la imagen, se encuentra debajo de una peña.

Volviendo por el mismo camino, se recupera la senda por la que veníamos. Continuamos bajando por un camino angosto en medio de bosque hasta encontrar la ermita de Sant Miquel de Tosca, que data del siglo XV.

En esa zona existe una fuente, y es la única que recuerdo durante todo el camino.

A partir de este punto, discurrimos por una pista amplia hasta encontrar un desvío hacia la ruta de Transllena. Mirando hacia el poste se observa que al camino no le queda más remedio que ir ganando altura para superar la cordillera de la que hemos venido.

Nos metemos en un terreno boscoso que en ocasiones no permite tener referencia de lo que queda por subir. A veces, mirando hacia atrás, se ven unas vistas impresionantes del entorno.

Tras una subida fuerte, que en ocasiones hace dudar del camino (sobre todo en bosque cerrado), se llega al collado, desde donde ya todo es bajada hacia Vilanova de Prades, uniéndonos al final con el camino que hicimos de subida.