Villa de Bares a Puerto de Bares

La batería del teléfono me jugó una mala pasada y lo que iba a ser documentar una ruta más larga se quedó en esto. No obstante, valió la pena.

Se coiienza en la iglesia de la Villa de Bares (o Vares). Callejeamos un poco por el pueblo para acabar tomando la AC-100 en dirección NE hacia el puerto de Bares. Al poco de salir de la villa, giramos a la izquierda en dirección al faro de la Estaca.

Caminamos por la pista asfaltada hasta alcanzar el aparcamiento de vehículos, cruzar la puerta para peatones, donde se llega a esta faro, el más septentrional de España. Disfrutamos un rato de las impresionantes vistas, incluido el Cabo Ortegal.

Desandamos ese trecho y giramos a la izquierda por otra pista asfaltada. En primer lugar encontraremos los edificios abandonados de lo que fue la “base americana”, una estación de señales de la US Navy. Unos metros más allá está un puesto de observación ornitológica y la sorpresa de encontrar seis molinos de agua, toda una reliquia etnográfica de un pasado no tan lejano.

Desde ahí volvemos a la pista asfaltada para afrontar la parte más exigente de la caminata, que nos llevará hasta el Semáforo de Bares, que alojaba la antigua baliza para la navegación y hoy es un hotel. Vale la pena recrearse un rato allí para disfrutar de la panorámica y de la posibilidad de contemplar las dos rías (Barqueiro y Ortigueira).

Bajamos parte del trecho subido y dejamos a la derecha la pista que nos trajo desee la Estaca. Tomamos la senda que nos bajará directamente a la entrada del Puerto de Bares. Este tramo es exigente con las rodillas.

El plan inicial era seguir por la playa, bordear Punta do Almeiro hasta Punta de Campelo, llegar a playa Vilela y regresar a la Villa de Bares por las pistas en torno a la AC-100, pero finalmente subí desde La Concha hasta la Villa por la AC-100. Gajes de la tecnología y la imprevisión.