Villafranca de Córdoba: La Ventilla. Ladrones por el Cordel de Villanueva. Sierrezuela. Vereda de los Rafaeles (circular)

Todo el track transcurre, según los mapas topográficos, por camino público.

Partimos del recinto ferial de Villafranca cogiendo la Colada de la Ventilla que atraviesa diversas fincas como Los Mugrones, Almendrillos, Castellares y Rincón antes de llegar a la finca que le da nombre. Por la finca de la Ventilla pasa el público Cordel de Córdoba a Villanueva viniendo desde el Puente Mocho de Alcolea, llegando aquí por el Cerro Gomero. Si alguna vez lo cogen, no lo hagan desde el camino ancho que sale a la izquierda cerca de las ruinas del cortijo (a pesar de que así lo marca el mapa IGN ¿por error?), sino desde el waipoint que les dejo en esta ruta, justo al cruzar el Arroyo del Cañal, siempre dejando el arroyo a la izquierda en dirección al Cerro Gomero. Últimamente la propietaria de la finca (y diversos eventuales) no aceptan que por su propiedad pasa un cordel público y han de dar servidumbre de paso, e intentan enredar al caminante para que se dé la vuelta.

Dicho cordel se une a la colada por la que pasamos. Poco después del Cerro del Palo (del Pelo erróneamente en los mapas), el cordel se desvía a la derecha en la llamada Vereda de los Ladrones. Si se continúa esta vereda sin soltarla se llega a la pista principal de la Sierrezuela en las cercanías del vértice Madroñal, pero en esta ocasión seguimos religiosamente el cordel que se desvía a la izquierda, cerrándose en un tramo muy bonito y que bordea los cerros adyacentes. Se me cruzaron un par de liebres y perdices en este tramo. Poco después de una balsa que queda a la izquierda, el camino se abre pues sirve de paso de vehículos para llegar a unas dependencias de la Finca de la Calderuela. Tuve un mal rato pues me encontré una portera cerrada que tuve que saltar sin demasiada dificultad. No obstante, lo hablé al poco con unos amigos que se conocen muy bien estos terrenos y me aseguran que hay paso a pocos metros a la derecha, a la vera del arroyo. Lo comprobaremos la próxima vez.

Justo antes de doblar a la derecha por la Vereda del Carpio que me introduce en los montes públicos de la Sierrezuela, paso otra portera abierta, esta sí. En la Sierrezuela siempre apetece perderse y es una alegría no encontrar más mallas que las dispuestas por la administración para la cría de conejos, supongo, por el tema del lince. En estos montes solo es necesaria una poca de orientación para coger todas las veredas que te salgan, porque todas son bellas. La Vereda del Carpio, en realidad, son una miriada de caminos. Termino subiendo a la pista principal de la Sierrezuela por una veredilla que me deja en unas trincheras que el ejército franquista dispuso para evitar una posible invasión (que nunca se produjo) del ejército republicano desde Adamuz.

Para bajar al pueblo elijo la Vereda de los Rafaeles, que me deja en el Camino de Fuente Agria y este, a su vez, en el pueblo. Solo queda andar poco más de un km para llegar al punto de partida de esta ruta circular.