Visita Arqueológica. Estrecho de las Cuevas y Complejo de la Encarnación. Caravaca.

NOTA IMPORTANTE: LA DIFICULTAD CON LA QUE CATALOGO MIS RUTAS ESTÁ REFERIDA PARA MONTAÑEROS HABITUADOS A CAMINAR, QUE SE DESENVUELVEN CON SOLTURA POR TODOS LOS TERRENOS, NO PARA SENDERISTAS OCASIONALES. SI TIENES POCA EXPERIENCIA, AÑÁDELE UN GRADO MÁS A LA DIFICULTAD DE MIS RUTAS PARA NO LLEVARTE SORPRESAS.

Toda esta información que escribo a continuación está copiada de turismocaravaca.wordpress:

"Uno de los lugares arqueológicamente más ricos de la Región es Caravaca de la Cruz y dentro de él un emplazamiento llamado Estrecho de las Cuevas, pequeño valle atravesado por el río Quípar próximo a la pedanía de La Encarnación, interesante por su ininterrumpida ocupación desde la Prehistoria y el número de recursos patrimoniales que acoge.

La Placica: (Poblado del Bronce Medio): Situado en el complejo arqueológico de La Encarnación es el más importante yacimiento de este período (1800-1200 a.C.) de la comarca. Protegido por una muralla defensiva ocupa la planicie superior de una colina con escarpes laterales y rodeada, en su flanco izquierdo, por el río Quípar. Sin excavar.

Cueva Negra (Paleolítico Medio): Situado en el complejo arqueológico de La Encarnación. Este yacimiento tiene aproximadamente 800.000 años de antigüedad. En él se han obtenido piezas dentarias y fragmentos de huesos del hombre fósil europeo del tipo preneandertal así como restos óseos de animales de aquel periodo. Los restos paleolíticos de este yacimiento conforman un singular conjunto “achelense-levaloisomusteroide” que es el más antiguo de semejante clasificación en Europa.

Cerro de la Ermita (Santuario Íbero-Romano): Situado en un cerro al sur del complejo arqueológico de La Encarnación, delimitado por los barrancos de la Ermita y el de los Canteros y bajo las actuales estructuras de la Ermita y en sus inmediaciones. Consiste en dos templos romanos de orden jónico que sustituyeron al inicio del siglo II a. C. las frágiles edificaciones de un santuario ibérico anterior. A lo largo de tres fases constructivas sucesivas los templos fueron agrandados y monumentalizados. En su fase inicial son hasta el momento los templos romanos más antiguos de la península ibérica.

Los Villares (Poblado Ibérico): Igualmente situado en el complejo arqueológico de La Encarnación. Este poblado está ubicado en el margen derecho del río Quípar sobre una amplia meseta protegida por una muralla con torres rectangulares en los sectores sur y este. Dentro del poblado, en su extremo noroeste, aparece un sector ligeramente sobreelevado a modo de acrópolis. Pudo ser habitado entre los siglos VI y III a. C. Sin excavar."

Para la descripción de la Cueva del Rey Moro copio de caravacadelacruz.es:
"Cueva del Rey Moro (Musulmán)
Situada en el abrupto cantil de Villares que se desploma hacia el río, presenta un espectacular lienzo de tapial medieval que sella toda la boca de un grandioso abrigo pétreo. El interior, en origen, presentaba un piso superior hoy desaparecido. Puede interpretarse como un portazgo; es decir, el lugar donde se habían de pagar determinados derechos para poder pasar por el desfiladero que hoy conocemos como Estrecho de las Cuevas".

Vayamos con la descripción del paseo. Primero he de advertir que nosotros alargamos la ruta para intentar acercarnos a la Fuente de las Lavadores, a corta distancia del río Quipar, la cual no llegamos a visitar por estar desafortunadamente obrando con varias palas en la zona. En interés de acercarnos a ese rincón no era ni más ni menos que ver si seguía vivo el único tejo de porte arbóreo que habitaba la región. Me temo que pueda haber desaparecido si están justo haciendo obras en la zona. Se puede acceder a este rincón o bien cruzando el río antes de llegar (para no tener que entrar en la finca de albaricoqueros en donde se encuentra dicha fuente, que es privada) o, como hicimos nosotros, internándonos en la finca de pleno. En cualquier caso si eliminamos esta extensión (en esta ocasión infructuosa) la ruta perdería unos 5kms, por lo que la longitud se quedaría en torno a unos 6,5kms de agradable paseo para visitar el que sin duda es una de las mayores concentraciones de patrimonio arqueológico de toda la Región de Murcia. Es obvio que esta zona ha sido habitada desde tiempos memoriales como atestiguan la gran cantidad de poblados y asentamientos que vamos a encontrar por la zona.
Nosotros comenzamos subiendo al conjunto de la Placica, sobre una pequeña muela que domina la entrada del río Quipar, junto a la carretera de acceso. No hay camino alguno, aunque sí múltiples trazas del ganado que habita actualmente la zona. De hecho vimos dos jóvenes cabras montesas pastando plácidamente los verdes prados. Esta zona ribereña es un paraíso para los amantes de la botánica ya que hay multitud de árboles de ribera, como chopos, álamos, sauces, almeces (no creo que haya otro lugar en Murcia en donde encontremos más ejemplares), olmos, plátanos, etc.
Después de bajar de nuevo a la pista que se adentra aguas arriba del río, nos desviamos un poco para acercarnos a unas interesantes covachas que hay a derecha en el sentido de la marcha. Bajamos de nuevo al camino y nos desviamos para subir primero a la Cueva del Rey Moro, que podemos ya vislumbrar perfectamente desde abajo, y a su cercana y más escondida Cueva Negra, de mucha mayor importancia histórica (más bien prehistórica). Bajamos hasta el cruce, y en nuestro caso continuamos para intentar visitar la Fuente de los Lavadores (o del Tejo). Repito que este desvío no lo recomiendo, por lo que habría que retornar hasta el cruce en el que está la Ermita Vieja, justo donde arranca la pista que viene desde la carretera. Aquí tomamos una semiperdida trocha, marcada como PR, por la que cómodamente subimos hasta el Complejo del Santuario de la Encarnación, en donde hubo dos Templos Romanos, y sigue habiendo una hermosa Ermita. También están las interesantes Canteras Romanas. Dos de éstas se han acondicionado, si bien toda la zona alrededor de los templos es una cantera a poco que observemos las piedras talladas por doquier. También tenemos junto a la ermita el acceso al Poblado Ibero-romano de los Villares (vallado). Bajamos por una preciosa senda que parte desde cerca de un de las canteras acondicionadas, pero justo antes de llegar a la pista que sube al conjunto arqueológico que acabamos de visitar, nos desviaremos por el interior del Barranco de los Canteros, subiendo por un bonito camino y viendo porqué se llama así este barranco. Está lleno de canteras de diferentes épocas. Así llegaremos a a la parte posterior del Arrabal de la Encarnación, para retornar ya por el asfalto a nuestro punto de inicio junto al río Quipar, tras una completa ruta arqueológica.