Visita guiada a la estación megalítica de Egiar y al castillo de Beloaga.
near Ergoien, País Vasco (España)
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Trail photos
Itinerary description
Un grupo de amigos nos hemos acercado a la estación megalítica de EGIAR y al castillo roqueño de Beloaga en una excursión mañanera guiada, una vez más, por Javier.
Agradecer a Sebas por las magníficas fotos aportadas.
En Oiartzun cogemos la carretera que sube al Castillo del Inglés. Pasado el km 2 dejamos los coches en un pequeño aparcamiento junto a la carretera donde hay unos paneles que explican la estación megalítica de EGIAR que vamos a visitar.
Pasamos una langa y avanzamos por una senda muy pisada que nos lleva en unos 500 m hasta una de las más bellas estaciones megalíticas de Euskal Herria. En ella encontramos unos 6-8 cromlechs en muy buen estado, con los testigos bien visibles y en uno de ellos adosado un menhir de unos 2 metros de altura (parecido al de Eteneta), cosa poco frecuente en los cromlechs.
Además están situados en un cordal desde el que se divisan unas vistas espléndidas del valle de Oiartzun, Pasaia y Donostia.
Tras disfrutar de este extraordinario emplazamiento volvemos a los coches y bajamos al barrio de Gurutze, donde aparcamos.
Por delante del bar Toki-Alai cogemos una pista cementada por la que llegamos a la réplica de una estela romana que se encontró allí mismo, con la representación de un guerrero a caballo con una lanza, cuyo original está en San Telmo.
Un poco más adelante hay un desvío señalizado que lleva, después de una subida corta pero empinada, a la base del castillo roqueño de BELOAGA, cuya historia viene a continuación.
Descripción del castillo de Beloaga.
A este castillo también se le conoce con los nombres de castillo de Feloaga o castillo de Arkale. El castillo de Beloaga situado en el término municipal de Oiartzun es uno de los principales castillos de origen medieval conservados en Gipuzkoa.
No sería descabellado suponer que por su ubicación, existiera alguna fortificación desde la época de los romanos, ya que de allí se vigila de manera inmejorable el transporte de mineral que desde las cercanas minas de arditurri se daba hasta Irún, pero claro no está confirmado.
Este castillo medieval militar de Beloaga aparece documentado en el listado de castillos conquistados en el año 1200 por el rey Alfonso VIII de Castilla al Reino de Navarra. En las crónicas “De Rebus Hispanise” se menciona Beloaga entre los castillos conquistados. En 1366, tras el acuerdo de Libourne, El Reino de Navarra recuperó las tierras perdidas en 1200. Entre ellas se nombra Oiartzun y su castillo. A los pocos años se anuló el acuerdo.
En 1466, durante la guerra entre Enrique IV y su hermanastro Alfonso, García II de Ayala se hizo fuerte en Beloaga contra Enrique IV, y éste ordenó derribar la torre, orden que no se cumplió. En 1468, la Hermandad de Gipuzkoa pidió al rey la devolución de Beloaga a los Ayala. En 1476, tras la muerte de Enrique IV, durante la guerra entre su hija y su hermanastra, Isabel la Católica, Francia se posicionó a favor de la primera, y envió a Alain de Labrit para que tomara Hondarribia. Después de algunas luchas en las cercanías, camino de Hondarribia, tomó Beloaga, dejando 200 soldados en el castillo.
No se sabe con seguridad cuándo se derribó, pero es probable que fuera en 1516 cuando el Cardenal Cisneros ordenó derribar las defensas de Navarra.
Beloaga es un castillo roquero que disponía de una torre y un patio de armas.
Se sitúa en las peñas de Arkale a 272 m. de altitud, desde este estratégico punto existe una comunicación visual con los castillos navarros de Donostia y Hondarribia.
Ha sorprendido la abundancia de material arqueológico recuperado cuya adscripción arqueológica se centra fundamentalmente en tres periodos: Edad Media, Guerras Carlistas y Guerra Civil.
Entre los materiales medievales destacan las puntas de flecha y de ballesta realizadas en hierro, los ganchos para disparar las ballestas, puntas de lanza, hojas de cuchillos, hebillas y apliques decorativos para el ropaje de los soldados, cerámicas, dados y cientos de fragmentos de fauna doméstica.
La colección numismática recuperada ha sido importante y fundamentalmente de una cronología entre los siglos XIII y XV. Todo ello está unido a las murallas y restos de la torre principal cuyos morteros serán estudiados para su datación.
Entramos en el castillo trepando por las rocas (que se llaman de Arkale), que lo sustentan y accedemos a un patio en el que quedan restos y maquinaria de la magnífica restauración que se ha hecho. Al fondo hay unas rocas que sustentan lo que pudo ser el torreón del castillo, y para subir al mismo han colocado estratégicamente una cuerda con nudos que facilita la subida.
Desde arriba se domina toda la bahía de Txingudi, la costa francesa, la cara sur de Jaizkibel y el paso de Gurutze por donde circulaba la calzada romana que unía Oiasso con las minas de Arditurri y el interior de Gipuzkoa a través de Astigarraga, Hernani y Andoain.
Desde luego que el lugar estuvo muy bien elegido ya que es un enclave muy estratégico que domina todo el paso desde Francia hacia Donostia y el interior de Gipuzkoa.
Tras sacar unas fotos del castillo y alrededores, damos por finalizada esta extraordinaria excursión en dos mesas de la terraza del Toki-Alai, brindando en agradable compañía con unas merecidas botellas de sidra y unas sabrosas croquetas.
Agradecer a Sebas por las magníficas fotos aportadas.
En Oiartzun cogemos la carretera que sube al Castillo del Inglés. Pasado el km 2 dejamos los coches en un pequeño aparcamiento junto a la carretera donde hay unos paneles que explican la estación megalítica de EGIAR que vamos a visitar.
Pasamos una langa y avanzamos por una senda muy pisada que nos lleva en unos 500 m hasta una de las más bellas estaciones megalíticas de Euskal Herria. En ella encontramos unos 6-8 cromlechs en muy buen estado, con los testigos bien visibles y en uno de ellos adosado un menhir de unos 2 metros de altura (parecido al de Eteneta), cosa poco frecuente en los cromlechs.
Además están situados en un cordal desde el que se divisan unas vistas espléndidas del valle de Oiartzun, Pasaia y Donostia.
Tras disfrutar de este extraordinario emplazamiento volvemos a los coches y bajamos al barrio de Gurutze, donde aparcamos.
Por delante del bar Toki-Alai cogemos una pista cementada por la que llegamos a la réplica de una estela romana que se encontró allí mismo, con la representación de un guerrero a caballo con una lanza, cuyo original está en San Telmo.
Un poco más adelante hay un desvío señalizado que lleva, después de una subida corta pero empinada, a la base del castillo roqueño de BELOAGA, cuya historia viene a continuación.
Descripción del castillo de Beloaga.
A este castillo también se le conoce con los nombres de castillo de Feloaga o castillo de Arkale. El castillo de Beloaga situado en el término municipal de Oiartzun es uno de los principales castillos de origen medieval conservados en Gipuzkoa.
No sería descabellado suponer que por su ubicación, existiera alguna fortificación desde la época de los romanos, ya que de allí se vigila de manera inmejorable el transporte de mineral que desde las cercanas minas de arditurri se daba hasta Irún, pero claro no está confirmado.
Este castillo medieval militar de Beloaga aparece documentado en el listado de castillos conquistados en el año 1200 por el rey Alfonso VIII de Castilla al Reino de Navarra. En las crónicas “De Rebus Hispanise” se menciona Beloaga entre los castillos conquistados. En 1366, tras el acuerdo de Libourne, El Reino de Navarra recuperó las tierras perdidas en 1200. Entre ellas se nombra Oiartzun y su castillo. A los pocos años se anuló el acuerdo.
En 1466, durante la guerra entre Enrique IV y su hermanastro Alfonso, García II de Ayala se hizo fuerte en Beloaga contra Enrique IV, y éste ordenó derribar la torre, orden que no se cumplió. En 1468, la Hermandad de Gipuzkoa pidió al rey la devolución de Beloaga a los Ayala. En 1476, tras la muerte de Enrique IV, durante la guerra entre su hija y su hermanastra, Isabel la Católica, Francia se posicionó a favor de la primera, y envió a Alain de Labrit para que tomara Hondarribia. Después de algunas luchas en las cercanías, camino de Hondarribia, tomó Beloaga, dejando 200 soldados en el castillo.
No se sabe con seguridad cuándo se derribó, pero es probable que fuera en 1516 cuando el Cardenal Cisneros ordenó derribar las defensas de Navarra.
Beloaga es un castillo roquero que disponía de una torre y un patio de armas.
Se sitúa en las peñas de Arkale a 272 m. de altitud, desde este estratégico punto existe una comunicación visual con los castillos navarros de Donostia y Hondarribia.
Ha sorprendido la abundancia de material arqueológico recuperado cuya adscripción arqueológica se centra fundamentalmente en tres periodos: Edad Media, Guerras Carlistas y Guerra Civil.
Entre los materiales medievales destacan las puntas de flecha y de ballesta realizadas en hierro, los ganchos para disparar las ballestas, puntas de lanza, hojas de cuchillos, hebillas y apliques decorativos para el ropaje de los soldados, cerámicas, dados y cientos de fragmentos de fauna doméstica.
La colección numismática recuperada ha sido importante y fundamentalmente de una cronología entre los siglos XIII y XV. Todo ello está unido a las murallas y restos de la torre principal cuyos morteros serán estudiados para su datación.
Entramos en el castillo trepando por las rocas (que se llaman de Arkale), que lo sustentan y accedemos a un patio en el que quedan restos y maquinaria de la magnífica restauración que se ha hecho. Al fondo hay unas rocas que sustentan lo que pudo ser el torreón del castillo, y para subir al mismo han colocado estratégicamente una cuerda con nudos que facilita la subida.
Desde arriba se domina toda la bahía de Txingudi, la costa francesa, la cara sur de Jaizkibel y el paso de Gurutze por donde circulaba la calzada romana que unía Oiasso con las minas de Arditurri y el interior de Gipuzkoa a través de Astigarraga, Hernani y Andoain.
Desde luego que el lugar estuvo muy bien elegido ya que es un enclave muy estratégico que domina todo el paso desde Francia hacia Donostia y el interior de Gipuzkoa.
Tras sacar unas fotos del castillo y alrededores, damos por finalizada esta extraordinaria excursión en dos mesas de la terraza del Toki-Alai, brindando en agradable compañía con unas merecidas botellas de sidra y unas sabrosas croquetas.
Waypoints
Comments (1)
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Ruta muy agradable con la ventaja que ya tenemos escaleras para acceder al Torreón.